CAPITULO 1

EL ENCUENTRO EN LA PENUMBRA

Esta historia está inspirada en una canción de Rosendale – Six, me gusta mucho la canción y creo que también es una historia que ayudara a Jiang Cheng a sanar su dolor.

Jiang Cheng se adentró en el espeso bosque, su corazón pesado como el plomo y su alma destrozada por el dolor. Había perdido todo lo que más amaba en la vida: sus padres, sus hermanos. La guerra y la tragedia se habían llevado a quienes consideraba su familia, dejándolo solo en un mundo que ahora parecía vacío y carente de sentido.

Con lágrimas en los ojos y una carga de recuerdos tristes, Jiang Cheng siguió caminando sin rumbo fijo, como si el bosque pudiera ser su refugio temporal del sufrimiento. Sin embargo, cada paso lo hundía más en la desesperanza, y sus pensamientos oscuros amenazaban con consumirlo por completo.

Mientras el sol comenzaba a ocultarse tras las copas de los árboles, Jiang Cheng notó un extraño resplandor a lo lejos. Intrigado y sin nada que perder, decidió seguir esa misteriosa luz, en busca de una posible distracción de su dolor.

Tras caminar durante un tiempo, entre árboles retorcidos y sombras alargadas, Jiang Cheng finalmente llegó a un claro donde se encontró con un hombre de aspecto enigmático. Vestía una túnica oscura y una cinta en su frente que se mezclaba con las sombras, y sus ojos brillaban con un fulgor desconocido.

— ¿Quién eres tú?— , preguntó Jiang Cheng con voz temblorosa, sin estar seguro de si aquel extraño era un aliado o una nueva fuente de sufrimiento.

El hombre sonrió suavemente, revelando una calma inusual ante la mirada perdida de Jiang Cheng — Soy un viajero solitario, un observador de destinos. Veo que tu corazón está afligido, pero también percibo una fuerza poderosa en ti, una que aún no has descubierto por completo— .

Intrigado por las palabras del extraño, Jiang Cheng se acercó un poco más y le contó sobre su trágico pasado, su familia perdida y el vacío que sentía en su corazón.

El hombre asintió compasivamente y luego extendió una mano hacia Jiang Cheng — Soy conocedor de artes antiguas que pueden sanar incluso las heridas más profundas. Permíteme compartir contigo una pequeña porción de sabiduría ancestral.

Jiang Cheng aceptó la oferta, con cierta cautela — ya he perdido todo, ¿qué más podría perder?

El hombre empezó a canalizar energías en el corazón roto de Jiang Cheng. A medida que el proceso avanzaba, Jiang Cheng comenzó a experimentar visiones de sus seres queridos perdidos, recordando momentos de amor y felicidad que habían compartido juntos.

El hombre le sonrió nuevamente. — El pasado no se puede cambiar, pero el futuro siempre es una hoja en blanco que podemos llenar con nuevos propósitos. Encuentra la fuerza dentro de ti para enfrentar las sombras del pasado y crear un camino hacia un mañana más brillante.

El hombre misterioso le explicó que la curación completa requeriría de un proceso de autodescubrimiento y aceptación de su pasado. Le habló de seguir ciertos pasos para sanar por completo su corazón y alma rota.

El hombre instó a Jiang Cheng a enfrentar los recuerdos dolorosos de su pasado y permitir que las emociones fluyeran libremente. Animó a Jiang Cheng a hablar sobre sus pérdidas y a llorar si era necesario. A través de esta catarsis emocional, el peso del dolor comenzaría a disminuir, y la sanación podría comenzar.

El hombre explicó — a menudo, la culpa y la autocrítica pueden prolongar el sufrimiento, debes de enfrentar los recuerdos dolorosos y permitir que las emociones fluyan libremente —.

Jiang Cheng debía perdonarse a sí mismo por cualquier error que creyera haber cometido en el pasado. Aceptar que nadie es perfecto y que las decisiones que tomó en su momento fueron las mejores que pudo hacer en ese momento.

—Jiang Cheng ahora debes volver a Yunmeng, y yo también debo volver — consciente de que su lugar no estaba en aquel bosque, se despidió con respeto y siguió su camino.