7. Destinados a estar juntos
2005
La práctica de básquet habia terminado hace rato y Martina estaba sentada en las tribunas esperando que Elías salga de las duchas. A veces, se ponia a pensar en como algo que odiaba se habia convertido en su parte favorita del dia. Recordaba el día en que su papá Federico, le había dicho que todas las tardes tenía que ir con el al Club ya que su mamá necesitaba la casa en silencio para dar clases de yoga. Ella habia puesto el grito en el cielo, no quería pasar toda la tarde encerrada en un lugar, rodeada de brutos que corrian detras de una pelota naranja. Sin mencionar que escuchar el ruido de las zapatillas frenando en el suelo le ponian los pelos de punta.
Pero luego de un par de meses, habia conocido a Elias y todo habia cambiado. A veces se preguntaba qué hubiera sido si su papá la hubiera dejado en su casa. ¿Habría conocido a Elías?¿Se habrían enamorado?¿Habrían sido novios?. Martina sonríe, segura que de una forma u otra , ellos se hubieran encontrado.
-Espero que esa sonrisa sea por mí -
Martina se da vuelta sorprendida, estaba tan perdida en sus pensamientos que no lo habia escuchado a Elias acercarse .
-Estas bien? - le pregunta envolviendo sus brazos en su cintura - Te llame un par de veces pero ni me registraste.
-Estoy bien - responde Martina poniéndose en puntitas de pie para poder besarlo - Estaba pensado y me deje llevar.
-¿Y en qué estabas pensando? - pregunta Elias agachándose para que Martina pueda besarlo.
-Nada importante - Martina se encoge de hombros y comienza a caminar hacia la salida.
-Tengo algo para vos. ¿Sabes que dia es hoy? - le pregunta mientras se agacha buscando algo en su bolso.
-Creo que es 21 de Febrero -
-Feliz noveno mes - Elías le roba un beso rápido y le entrega una bolsa marrón.
-Feliz mes Eli. Aunque yo no te compre nada - dice un poco apenada.
Elías se encoge de hombros -Con un beso podes solucionarlo.
Martina se acerca mientras se para en puntas de pies para alcanzar los labios. Elias mira para todos lados asegurandose que estan solos para poder besarla, como a el le gustaba . Poniendo sus manos en su cintura, se inclino un poco para estar a su altura mientras su lengua recorría su boca y sus dientes mordisqueaban la comisura de sus labios.
Se separaron cuando sintieron la falta de aire y Martina apoyo su cabeza en su amplio pecho.
-Ya estamos a mano- le dice Elías acariciandole el pelo - ¿Abriste el regalo?-
Martina recuerda la bolsa y se apura para romper el sello y mirar dentro - Eli!! Sos el mejor - Martina salta y le llena de besos la cara. La bolsa estaba llena de sus golosinas favoritas.
-Y tengo otra sorpresa. Hoy mis papas tienen el cumpleaños de un amigo asi que tenemos la casa para nosotros- le dice guiñandole un ojo- o algo asi... Mi hermana también va a estar. Pensé en deshacerme de ella , pero un sicario cuesta bastante y ya me encariñe con ella - comenta riendose.
-Elias -dice Martina golpeándole el brazo - No seas malo. A mi me hubiese encantado tener un hermano o una hermana.
-Todos los hijos únicos dicen eso-
-Y apuesto que todos los que tienen hermanos desearían ser hijos únicos- replica Martina.
- A mi me gusta tener una hermana. Pero a veces me gustaría que me haga caso sin tener que sobornarla. En fin , no hablemos mas de Abi . Hoy en casa a las 8, te voy a cocinar.
-¿En serio? - pregunta sorprendida. Aunque no era la primera vez que Martina iba a cenar a la casa de Elías, era la primera vez que el iba a cocinar.
-No solo soy un excelente jugador de básquet. También tengo otras habilidades.
-¿Y que hay en el menú? - se interesó Martina
-Es una sorpresa -
-¿No me vas a dar ni siquiera una pista? -
-Solo voy a decir pasta- dijo Elías.
-Bueno , entonces voy a llevar helado para el postre - decide Martina.
-También hice el postre - responde Elías - Solamente tenes que llevar tu presencia.¿sí?.
Martina asintió- Nos vemos mas tarde.
A las 8, Martina toco el timbre en la casa de los Davis y luego de saludar a los padres, fue a la cocina dónde Elías estaba de espaldas y con la espalda inclinada sobre una olla.
“Hey Jude” de sonaba a todo volumen y Elias levanto la cabeza para cantar el estribillo a todo pulmón. Se escondio detrás de la puerta para espiarlo.
Estaba vestido con un delantal floreado y tenía un pañuelo en la cabeza a modo de cofia. Se movía con naturalidad, como si hubiera hecho esto miles de veces, picaba las verduras y las agregaba a una sartén, condimentaba, revolvía y probaba. Martina nunca habia visto a Elías tan relajado y libre y le gustaba esa nueva faceta suya que acababa de descubrir.
-Que olorcito- dijo Martina entrando a la cocina .
-Martu - Elías le hace señas para que se acerque -Llegaste justo para probar .
-Asi que este es el menu - dice Martina mirandolas tres ollas.
-Fideos al pesto con albóndigas - Elías le alcanza una cuchara para que pruebe la salsa dónde se estaban haciendo las albóndigas.
Apenas probó la salsa, el estómago de Martina despertó - Está riquísimo, aunque voy a probar devuelta para estar segura.¿ En que te ayudo? - pregunto luego de devolverle la cuchara.
-Sentate y no hagas nada. Sos mi invitada - Elías saca una silla de la barra -
-Pero hoy hiciste demasiado: el regalo y la cena.
-Dejame mimarte- le dice Elias dandole un beso rápido y volviendo a la cocina -¿Queres tomar algo?-
-Dale - Elías va a la heladera y sirve dos vasos -¿Como es que llevamos 9 meses de novios y nunca me entere que eras tan bueno cocinando? - pregunta Martina tomando un sorbo de gaseosa.
-Todavía no probaste la comida.
-El olorcito no miente -
-Bueno, ahora que estoy en el equipo profesional de basquet tengo un sueldo y estaba pensando en mudarme de casa - Martina asiente - Y cuando le comente a mi mamá, me dijo que no iba a sobrevivir ni dos días porque no sé cocinarme ni un huevo frito. Entonces empecé a hacer pequeñas cosas y no se , despertó algo en mi que no sabía que tenía. Descubrí que mezclar cosas , descubrir nuevos sabores... te parecerá tonto pero me gusta.
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Editado: 30.05.2020