Reina De Corazones: El Nacimiento

C U A T R O

JESSICA.

A veces sacamos ideas equivocadas antes de tiempo, esas ideas vienen como olas cuando escuchamos algo fuera de contexto, o no escuchamos las cosas completamente. Después de eso, vienen las acciones que implementamos de lo que escuchamos anteriormente, sea bueno o malo. ¿Por qué estoy pensando esto?  Eso se debe a que escuche a Andrés hablando con su padre, sobre mi condición. Aún no he reaccionado, ya que espero que Tom me comente sobre lo que estaba hablando con su hijo. No es tema que yo tenga que sacar, ya que no se que decir en este caso, es él que debería de dar el primer paso.

No me siento orgullosa pensando estas cosas y mucho menos haber oído esas palabras. Pero en mi defensa, no puedo seguir así, no puedo simplemente ignorar esta situación, que poco a poco me está poniendo cada vez más nerviosa y siento que eso será un detonante para algo que ni yo misma pueda controlar. 

– Vas bien, si sigues así, dominaras a la perfección el Núcleo por completo.

– ¿Eso crees? – Andrea entrecierra los ojos, en dirección a sus manos que en ellas se forma una capa protectora color marrón – He estado mejorando, pero…

– Pero vas bien, – le asegura su hermana dándole una sonrisa – Solo unas clases mas y ya.

– Podré enfrentar a los AniCon.

– Falta para eso, no te apresures.

– ¿Quieres morir? – Andrés sale de los arbustos con unos pedazos de madera en sus brazos – A la primera que mataran si sales en tu condición es a ti.

– ¡Cállate! – brama Andrea con el ceño fruncido.

– ¿Van a empezar? – pregunta en tono cansado Ariana – Porque si es así, les diré a papá, se comportan como unos chiquillos.

– Dejen de pelear – regaña Martha llegando a donde Andrés.

– Es mejor que te concentres en tus manos, tu Núcleo pierde estabilidad y podrías… – antes de que pueda terminar, el Núcleo de Andrea se expande peligrosamente, haciendo que se forme una bola de energía y explote por su poder, terminando por ocasionar una ola expansiva y termine volando, estrellando su cara al piso – …lastimarte. – Martha corre llegando a Andrea.

– ¿Estás bien? – pregunta su madre.

– Si…si estoy bien. – Martha ayuda a su hija a levantarse.

– ¿No te rompiste nada? – la señora inspecciona el cuerpo y cara de su hija.

– No, solo me… – Andrea se toca la nariz – ¡Maldición! – su voz sale chillona y fina.

– Déjame ver tu nariz – dice la hermana mayor acercándose a ellas.

– Eso yo lo llamo aterrizar con cejas y pestañas – se burla Andrés riéndose – Tu trasero quedo como cuando los bebes tienen frío y para protegerse se encogen que su trasero queda levantado.

– ¡Callaaa…! – Andrea alarga la vocal gritando, cuando Ariana mueve su nariz para acomodarla en su sitio. Eso debió doler – ¡Mierda Ariana!

– Tenia que hacerlo, estaba torcida – se escusa su hermana.

– Torcida van aquedar tus piernas cuando te golpee.

– Bueno, bueno – dice su madre – Ya se acabo el entrenamiento, ve a asearte, para que después vengas a comer.

– OK – dice Andrea rendida.

Desde el encuentro de hace unas semanas en esa pequeña ciudad, las cosas han estado un poco tensan en cuanto a mi… comunicación con los Ferris. Andrés es igual con su familia, pero en cuanto a mi es otra cosa, me evita de todas las maneras, cuando hago un comentario enfrente de él, entrenando con Tom, me lleva la contraria siempre, a pesar de que tengo la razón y el lo sabe. Así que me abstengo a hablarle, solo le dirijo la palabra cuando es necesario.

Tom en reiteradas ocasiones me ha pedido que entrene con ellos, pero declino de la manera más sutil en cuanto veo la cara de Andrés. ¡Le desagrado completamente! Siento que esa noche le hice pasar un mal rato, siento que herí sus sentimientos; de cierta forma. Ariana me ha dicho que no le preste atención a su comportamiento, que él solo esta celoso de mí.

Ridículo.

Ridículo porque alguien como Andrés, que tiene talento, destreza, voluntad, carácter, es decidido; sabe lo que quiere, tiene personalidad, es listo, bien parecido, es simpático; de cierta forma y sobre todo, tiene a su familia y conserva cada detalle de su niñez. Yo no tengo nada de eso, ni me asomo a las primeras cualidades que lo describen a su persona.

Andrea me alienta a escondidas de su hermano mellizo, dice que si Andrés la ve, él la tomara como las peores traiciones de la historia de los mellizos. Cosa de la cual me parece de los más descabellados del mundo, pero son cosas de hermanos que nacieron el mismo día y eso es algo que tienen como un lazo de hermandad. Por eso cuando me hace cumplidos sobre mi apariencia y mi “potencial”, decido no prestarle tanta importancia.

Martha me ha tratado como uno más de sus hijos, pero hay algo en su mirada, esa que mirada de desconfianza. Trato que no me afecte pero, ¿Qué tengo que hacer cuando me mira así? Mi instinto hace que retroceda, aparto la mirada y sigo como si nada. Tom ha hablado con Martha, con respecto a ese tema, los he escuchado en varias ocasiones; claro, sin querer. Le ha dicho que trate de no hacerme sentir incomoda o fuera de lugar, pero la mujer se disculpa y dice que no puede evitarlo en cuando me ve.




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