POV. Mercy.
Flashback.
Otoño.
-¿¡En donde está!?- grité con devoción callendo de rodillas contra el frío suelo.
-El debe de cumplir con su traición- respondió la mujer con gesto serio.
-¡No!- gruñi con odio- No permitiré que le lastimes.
-¿Quieres probarme, querida?- río con ironía- Puedo cortar su cabeza delante de ti y condenarte de por vida.
-Eres un ser infeliz, juró que sufriras por todo el daño que me causas- frunci el ceño al sentir su mano impactar sobre mi rostro.
-¡Suficiente! Me he cansado de oirte hablar- musito observando a uno de sus guardias- Traelo- murmuró sobre su oído.
-¿Que harás?- pregunté quitando mis lágrimas- ¿¡Joder que harás!? Maldición- proteste sintiendo nuevamente otro golpe sobre mi rostro.
-¡Que te calles, maldita bruja!- alzó su voz- Sólo espera y verás tu futuro- rio.
-¡Por favor!- solloze observando como traían inconciente a mi esposo- No le quites la vida, Cassandra.
-Sigue hablando y su muerte será peor- sonrió con cinismo.
-¿Por que me haces esto?- explote- ¿¡Por que me odias tanto!?
-Porque tu si eres feliz- respondió con arrogancia antes de discapacitarlo ante mi.
-¡No!- alce mi voz sintiendo mi corazón romperse.
-Te advertí que no podías ser feliz..
Río antes de que todo se oscureciera a mi alrededor.
-Prometo que te haré sufrir.
Jamás conocerás a tu heredera.
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POV. Alice Camberleck.
-No todo es como te lo cuentan, Alice.
-¿Cómo..?
-Hay muchas cosas que Mercy ha omitido de su historia.
Lo observe en silencio.
-Puede que Cassandra haya asesinado a su alma gemela.
-¿¡Que!? Pero es imposible- musite- ¿Y Ethan?
-Eso es más complicado, quizás el era su segundo amor.
-Mi cabeza estallara- murmure acariciando mi nuca.
-Se que esto es complicado para ti.
-¿Por que me ocultan todo? Maldición...
-Recuerda que incluso la persona más maravillosa puede ser un monstruo. Y el propio monstruo la salvación.
- Esto no puedo estar sucediendo..¿Por que ocultarlo por tanto tiempo?
-Por lo que tengo entendido Mercy te utilizo como venganza contra Cassandra por haber matado a su alma gemela.
-¿Entonces todo lo que me contó de que era mi protectora no era cierto?- balbuce con dolor.
-Me temo que si era cierto. Ella en verdad es tu ángel y al quitarte de al lado de tu madre lo pudo ver, intento arreglarlo pero era demasiado tarde los años habían pasado y tu eras ya adulta.
-¿Christopher tambien estuvo de acuerdo?- reí con sarcasmo- No me sorprendería que acotara a las órdenes de su esposa.
-No, el se notaba molesto, dolido. El jamás estuvo de acuerdo con las acciones de Cassandra, pero ella nunca lo escucho y prefirió dejar que el odio envolviera su corazón condenandola.
-¿Por que no hizo nada para evitar que eso sucediera?- rode mis ojos sin creerlo.
-Cuando estas enamorado aceptas hasta los errores de tu amor..
-No- le inrerrmupi con severidad- Uno cuando se enamora quiere lo mejor para su pareja, incluso si debe de luchar contra sus demonios y no permitir que cometa errores imperdonables.
>>Las personas tienen un concepto erroreo del amor. No todo se basa en perdonar y aceptar sus errores. Muchas veces no se pueden perdonar, no todo es rosa cuando se ama; muchas veces debemos de mostrarnos fríos y distantes para comprender que lo que hace el otro está realmente mal. Tendremos que luchar contra sus demonios para demostrar que se equivoca y puede que la otra persona lo acepte o no. Siempre alguno de los dos tendrá que sinchar con más fuera para que la razón gane la batalla, muchas veces no podemos permitir que el amar nos lastime, tendremos que aceptar la realidad y las consecuencias de hacerlo.
-¿Alice?- murmuró observando mi rostro perdido- ¿En que piensas tanto?
-Les mostraré que no me verán más la cara de tonta- gruñi con malicia.
Dejanos tomar el control...
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Pasos lentos, princesa.
Recuerda que el enemigo muchas veces eres tu.
Demostremos que no permitiras que vuelvan a hacerte daño, juguemos.
Los guardias se encontraban custodiando la entrada del Palacio, sus miradas de encontraban distraidas a causa de una pequeña conversación que mantenían.
Bonitos guardias.
Un suave suspiro se escapó de mis labios con lentitud, mi mirada se mantenía frente a mi objetivo pasando desapercibida ante mi presencia.
-Malditos idiotas. ¿Acaso no comprenden el significado de vigilar?- reí con lástima.
No saben lo que les depara.
Mi mente de encontraba en blanco a causa de pensamientos mecánicos.
Pasos lentos.
Mirada hacía el frente y jamás..
Jamás dudar de mis palabras.
-Buenas tardes- saludé una vez llegada hacía mi objetivo, el encantador salón de música.
Esto te encantará, Cassandra.
-¿Quien eres?- preguntó con agriedad uno de los guardias presentes.
-¿Acaso no me recuerdan?- fingi tristeza ante sus rostros de confusión.
Mi mirada recorrió el lugar rápidamente asegurando que nadie se encontraba a la vista.
-Alice..- musito otro con asombro.
Sonreí de manera entusiasta.
-La misma y en carne propia- reí abriendo la puerta sin que se dieran cuenta- Necesitamos conversar un momento, por favor- sonreí con tristeza.
Si quieres lograr lo que te propongas, deberás de actuar.
-¿Que sucede..?- sus palabras se interrumpieron antes de que sus cuerpos cayeran hacia el interior de el salón.
-Aquí las preguntas las hago yo- exclame cerrando la puerta tras de mi.