Capitulo 32

POV. Mercy

¿Alice me perdonará?- pensé suspirando con remordimiento.

Sin tan solo hubiese prevenido todo su sufrimiento.

Si tan solo la hubiese salvado de todos a su alrededor.

Si tan solo...

-¿Qué es lo que tanto te atormenta, chica?- interrumpe mis pensamientos la voz de una mujer.

-¿Cómo?- giré mi cuerpo sorprendiendome al encontrar a la enemiga de los reyes.

-Charlotte..- musite observando su rostro con sorpresa.

-¿Sabes algo de Alice?- abrí mis ojos con sorpresa.

-No.. quizás este junto a Cassandra- imaginé.

-¿Con Cassandra?- murmura para luego sonreír.

-¿Ocurrió algo..?

-Oh, no.. quería conversar con ella de algo que me preocupa, pero luego lo haré- informa.

-¡¿Esta en peligro?!- me altero con temor.

-Aún no- explica.

-¿Qué?

-Tranquila- intenta tranquilizar mis nervios- aún no saben de lo que es capaz ella..

-¿Qué quieres decir? Hay seres que realmente son un peligro para su vida.

Ríe confundiendome.

-Ten cuidado.. el diablo una vez fue un Ángel.

-¿Por qué me dices esto?

-Porque aún no han visto su peor parte.

-¿Ella.. puede llegar a convertirse en un verdadero monstruo?

Asintió en silencio.

-¿Cual es tu nombre?- pregunta cambiando de tema con interés.

Fruncí levemente mi ceño, sus ojos.. había algo en ellos que me hacían conocerla.

Pero... ¿De donde?

-Mercy- respondí.

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POV. Gea.

Un poder diferente.

Una nueva personalidad.

El odio recorriendo sus venas.

La oscuridad a su alrededor.

-Sufrirán a causa de su soberbia..

El terror comenzaría y nadie sabía lo que podría ocurrir.

Todo lo que mal siembras.. mal se cosecha.

Las personas cometen un serio error al juzgar al otro por su amabilidad.

Implorad piedad hacía vuestra Reina, la oscuridad es gobernada por ella.

Temed de su inminente carácter, vuestras vidas tenderán de un hilo.

Recordad de aquello que desearon les condenara toda su vida.

La Reina ha llegado y esta vez no hay profecía que pueda contra ella.

-¿Ya es hora?

-Aún no..

-¿Cuando llegará el momento?

-Muy pronto, querida..

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POV Ciudad Oscura.

-¡Príncipe Brandon!- alza la voz un pequeño joven entrando al salón.

-¿Las extrañas, verdad?

-Me hacen tanta falta, te lo aseguro- respondí recordando.

Flashback.

Sonreí observando la forma en la cual sus rostros se iluminaban al reír.

La pequeña Lucero chillaba entre risas queriendo escapar de los brazos de su madre.

Alice gritaba su nombre con dulzura intentando atrapar su pequeño cuerpo entre sus brazos para hacerle cosquillas.

Una escena realmente especial.

Y desde que las había conocido algo en mi había cambiado, ya no veía todo oscuro a mi alrededor.

El aire se tornaba diferente al verlas, mi cuerpo reaccionaba con nerviosismo al sentir mi nombre de sus labios..

Aquella sensación era mucho más fuerte y abrumadora que alguna vez haya tenido.

Sabía que ocurriría si me permitía seguir de esta manera y temía no ser lo suficiente para ellas dos.

¡Maldición!

¿Por qué mi pecho se comprime dejando mi cuerpo sin oxigeno al sentir los pequeños brazos de Lucero a mi alrededor?

¿Cómo era posible que mi día cambiara al sentir a la pequeña a mi lado?

Si aquello realmente era real, deseaba que jamás acabara. 

Alice giró su rostro hacía mi dirección acercándose a mi con una sonrisa en su rostro.

-Gracias- la mire extrañado- por hacer todo esto por nosotras..

-Lo haría las veces que sea necesario- sonreí observando a la pequeña correr entusiasmada- con tal de ver la felicidad en sus rostros.

-Brandon..

-No lo hago con malas intenciones, Alice.. solo deja que las protega, por favor..

-Eres increíble- sonríe con timidez.

Fin del flashback.