Final
A veces el final es el comienzo de un nuevo camino...
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Años más tarde..
Flashback.
-Declaro libre a ambos mundos, que la igualdad y felicidad reine los reinos- hablé con la frente en alto observando a las personas felices.
-¡Vida a vuestra Reina! Ambos Reinos se encuentran orgullosos de su bondad- responden sonriendo.
-Gracias a ustedes por luchar contra el mal, todo esto lo hemos hecho juntos- agradecí observando a mis padres junto a Brandon.
-¿Preparada para un nuevo comienzo, princesita?
-Preparada mis demonios.
-¿Y nosotros?
-Ustedes también mis ángeles.
-¡Siempre se meten en todo, malditos inocentes!
-¡Cállate! Que desde aquí hueles feo.
Reí.
-Te amamos, Reina.
Fin del flashback.
-También los amo- respondo sonriendo.
Y siempre los amaré.
Mis ojos se entrecierran observando a mi familia reírse sin parar.
Mis pequeños recorrían el jardín jugando con los niños del pueblo, era increíble el cariño que sentían por el otro.
¿Era éste el sentimiento del que tanto hablaban?
Porque si la felicidad se basa en sentir tu corazón latir con tanta devoción, el pecho adormecido de tantos sentimientos, las mejillas doler de tanto sonreír.
El orgullo instalarse en tu interior al sentirte en casa.
El amor envolviendo el alrededor, las voces de las personas que amas, los niños corriendo entre los adultos y estos riendo de sus travesuras.
Las miradas de cariño, las promesas por cumplir, los abrazos repletos de sentimientos y aquellas palabras llenas de emoción.
Años atrás me preguntaba que era sentir aquello.
¿Qué se siente estar en el lugar correcto?
-¡Mamá! La abuela cantará- grita la pequeña Lucero con emoción desde lo lejos.
A mi madre se le había ocurrido la idea de llevar su piano hasta nuestro jardín con el fin de disfrutar de la naturaleza.
Y todos sabíamos que cuando algo decidía, era mejor no negarse...
Reí caminando hacía mi pequeña, Cassandra se encontraba de espaldas a mi su risa se oía como una bella melodía, sobre su falda se encontraba el pequeño Issac, mi hijo, riendo en conjunto a ella.
¿Qué se siente estar en casa?
-Esto es estarlo...- murmuro observándolos a todos.
Jamás había sentido lo que significaba estar en familia, la soledad invadía mi vida cada vez más y a causa de la tristeza me negaba a ver las cosas más allá de su color gris.
Pero en estos momentos..
Volvería a sufrir las veces que fuera necesario, si al volver ellos estarían aquí, junto a mi.
Unos brazos se envolvieron alrededor de mi cintura, con suavidad.
Suspiro sintiendo mi corazón latir con emoción.
-Brandon- murmuro su nombre.
-Ustedes son mi felicidad- musita besando mi mejilla.
Y lo comprendo...
La felicidad se encuentra más allá de lo que imaginamos, en los pequeños detalles, riendo junto a quienes amamos, cumpliendo nuestros sueños e incluso cosechando nuestras buenas acciones.
Es en ese momento en el cual se encuentra.
Por fin lo comprendo.
Porque a pesar del dolor a llegado la felicidad.
¡La Reina Maldita ha llegado! Y esta vez para quedarse.
-Eres tan encantadoramente cursi, princesita.
-Y ustedes tan molestos, mis demonios...