Reina Phoenix

Capítulo 2

-A ver... ¿A quién tendrá que presentarme mi tío querido? ¿Mmm?- pregunté con un tono de voz que fastidiaba a mi tío.

-Leah no uses ese tono conmigo- suspiro fuerte- no me agrada para nada ese tono- dijo molesto.

-Pues dime de una véz que nos ahorramos tiempo- dije molesta- aparte que tengo que terminar unos trabajos importantes para la universidad- dije ya calmada.

-Es importante y se que uno te agradará...y bueno el otro quizás no tanto- dice con nervios.

Toda persona que fuese o trabajase en el castillo sabía que la paciencia y la calma no eran lo mío, de vez en cuando explotaba de ira cuando las cosas no me salían bien, persona que se me acercaba en ese estado de ánimo escucharía las peores palabras de su vida, así que para evitar "accidentes" me escapaba al bosque en el cual había que una cueva mágica la que daba el paso únicamente a quién dijera las palabras "mágicas" que en realidad es un conjuro que descubrí en un libro junto con la cueva, así que nadie más que yo sabía de su existencia a excepción de Blue, el cual me acompañaba.

-Reunámonos, es mejor si te lo digo en persona... ¿Qué dices?- dijo.

-Mmm....no lo creo- dije dudando la propuesta.

-Es importante y te diré la verdad de por qué te inscribí en la Academia- dice sabiendo mi respuesta.

-Bien, está bien, en ¿dónde y cuándo?- pregunto.

-En The Coffe House, a las 19:00 pm el miércoles- dijo con un tono que hizo sospechar.

-Bien te veo ahí-  finalize y corte la llamada.

 

(***) 

 

No tenía nada en el refrigerador por lo que me duche rápidamente y me cambié de ropa, una básica blanca, jeans, zapatillas blancas y un abrigo color verde oscuro y mi pelo suelto, para ir al supermercado a hacer las compras para ese momento, luego vendría y haría las compras para el mes.

No me di cuenta con el apuro que tenía que olvidé mis lentillas marrones oscuras.

Salí corriendo en dirección al supermercado que en menos de una hora cierra. No me quedaba lejos por lo que opté ir caminando.

Entre busqué un carrito y me dirigí a realizar las compras. Cuando terminé caminé hacia las cajas registradoras y saludé al chico del cajero el cual me sonreía muy amablemente, le devolví la sonrisa ya que se veía que no era un mal chico, le entregué mis compras que eran; dos aguas minerales de 500 ml, una agua con gas de un litro, hamburguesas vegetarianas (aclaro que no soy vegetariana pero, eso si, no como mucha carne), lechuga, tomates, zanahoria, otras verduras y frutas más, mantequilla, pan negro con semillas, y cosas de higiene personal.

Me dio el precio, pagué y nos despedimos con una sonrisa un poco coqueta. Me reía internamente de mi misma ya que actuaba como una adolescente enamorada, aunque si soy una adolescente pero no de esas que se enamora seguido.

-Deja de hacer eso que me aparezco y golpeó al chico- dijo Liam molesto, a lo que me causó mucha gracia.

-Es muy guapo Leah, deberíamos pedirle su número de teléfono cuando vuelvamos la próxima vez- dijo Emma, provocando aún más a Liam.

-Listo ya está decidido, la próxima vez que lo vea lo mato- exclamó Liam molesto.

Me causó gracias su actitud, pero en todo el trayecto no me di cuenta de que no podía llevar las compras, eran demasiadas y pesaban mucho. Se que me dirás cómo es que no pueda llevar una simples compras , bueno te diré que estas están en bolsas de papel madera, por lo que son muchas e incómodas de llevar.

Antes de que se me calleran un chicos las agarró:

-Disculpa te empujé y casi provoco que se te caigan las compras.- dijo con una sonrisa en modo de disculpa.

-Descuida, sólo damelas- hablé mirándolo a los ojos.

Tenía ojos verdes intensos, cabello castaño claro, cara fina, un cuerpo que decía "oigan me pase un día ejercitando, hello", vestía una básica blanca con un saco de traje negro, jeans negros y zapatillas blancas, aparentaba que iba o venía de una oficina, soy muy observadora y no me pierdo de ningun detalle, llevaba colonia varonil  y su cabello estaba peinado un poco hacia el lado derecho. 

Este tipo estaba mirandome tan fijamente que pareciera como si me estuviera por cazar, desde ya me parecía extraño así que moví mis manos para tomar las compras que traía en las suyas, pero en el proceso rozé su mano y él salio de su trance.

-¿Qué...? disculpa pero ¿qué me dijiste?- me preguntó.

-Al fin este tipo entra en sí- pensé.

-Que me des mis compras- dije señalando a estas que aún traía en sus manos.

 -Deja te ayude a cargarlas, son demasiadas.- dijo mirandolas.

-Descuida yo puedo sola- dije.

-Por favor deja que te ayude por lo menos, es lo minimo que puedo hacer- dijo sonriendo.

-No... solo olvídalo y listo- dije trtando de quitarsela pero este no me las entregó.

-Insisto- dijo cargando las demás que traía encima.

-No yo...- no pude terminar de hablar por que este me interrumpió.

-Insisto- repitió.

Asentí, tuve que hacerlo si no estariamos aquí todo el día, el chico era insistente.

Le hice una seña para que me siguiera y este lo hizo con una sonrisa. Luego de unas palabras por parte de él que no importaron en lo más minimo, hizo la pregunta más común que cualquiera haría;

-Dime ¿vives aqui?- 

Lo mire y luego respondí -Emm si- él iba a decir algo cuando lo interrumpí diciendo - y por lo que veo eres nuevo aquí, las personas de aquí caminamos rápido, si te quedas parado es como un pecado, eso si, recibiras unos buenos empujones para que te muevas- dije mirando y señalando a mi alrededor, a la gente caminar rápido.

-¿Naciste aquí?- pregunta curioso.

-No, solo me mudé- dije tratando de evitar hablar del tema, porque cómo le explicas a una persona que naciste en un lugar donde existen criaturas mágicas.




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