Flashback
-Te eh estado esperando toda la tarde y ahora ¿te dignas a venir?, Pharell qué suecede contigo ultimamente, estás distraido y ya casi no nos vemos, de verdad ¿me dirás lo que esta pasando contigo?, incluso te hablo y no me prestas atención, ahora que hablo más no me escuchas.- digo molesta.
-Algo fuerte está pasandome ultimamente...- dice mientras tocaba su cara y soltaba una exhalación pesada.
-¿Qué tipo de cosa fuerte esta molestándote?- le pregunto confundida y un poco molesta.
-Nada... solo la pasemos genial ahora quieres- dice cambiando su cara al instante.
Dudo mucho que me lo diga y no quiero entrometerme en lo que no me incumbe.
-Bien, pero me debes un capuchino helado- digo con cara de picardía.
-Excelente, vamos al pueblo a comprarlo y luego jugamos en el parque, como en los viejos tiempos- dijo emocionado.
-Mmm, qué extraño, quiere ir al parque despues de cuatro años, hace mucho mucho tiempo que no vamos allí y no lo haciamos porque señorito decia que ya estaba demaciado grande para ese lugar, aunque solo fuera un año mayor que yo, será que me quiere ver ver hacer el ridículo.- pienso mientras vamos en dirección a la heladeria.
-Pharell tienes 14 años, ¿no eres ya demasiado grande como para jugar en juegos de niños de 7 años?- pregunto.
-Solo quiero revivir viejos tiempos, ¿has visto a Vicky en algún lugar?, porque no la encuentro últimamente.- dice con una sonrisa.
-No, la verdad es que no, ¡¿SI NOS CAMBIÓ POR UN GRUPO DE AMIGOS MEJOR?!- digo muy preocupada.
-Lo dudo-
Mientras ibamos bromeando y de risas en risas, no me di cuenta de que ya tenía en manos mi bebída y a Pharell pagandola, cuando salimos del lugar mi mejor amigo se quedó mirando serio y enojado detrás de mi, a lo que me dí la vuelta y vi como mi mejor amiga salia con bolsas de compras de una tienda de ropa carísima la cuál solo las personas de estatus alto compran, y lo peor es que la vi salir con un grupo de chicas las cuales eran muy malas conmigo y el resto de las personas del pueblo, nadie las toleraba porque eran muy chismosas y criticaban a todas las personas que pasara por delante de ellas, basicamente ellas eran malas, se creían más que los demás solo por tener dinero y padres poderosos, además Victoria decia que odiaba a esas chicas y a la tienda. Nos quedamos estupefactos al verla, ella nos miró con una sonrisa y cara de que hizo algo malo lo cual le agradó. Entonces unas de las chicas dijo:
-No puedo creer que nuestra "princesa" balbuce y haga ronquidos mientras duerme, ¿qué más...? así ya lo recordé, que le da miedo la oscuridad, que es insegura de si misma, tiene pesadillas que le hacen llorar huaaa huaaa- dice imitando un llanto de bebé- nuestra "princesa" es una bebé y nunca será reina, no esperen si, si que lo será, la reina de los cobardes y la peor reina que exisitió en Nación del Fuego.- termina de decir con maldad.
Mis lagrimas comenzarón a caer incontrolablemente.
-Miren la bebé ya esta llorando- dice riendo otra de las chicas.
-No es nada más que una patética- dice mi supuesta "mejor amiga" con desprecio.
-Vámonos chicas ya no hay nada más que decir- dice la lider de todas ellas.
Me largo a correr hacia el bosque, el cual todos les tienen miedo, tirando mi bebida, en el camino me trompiezo varias veces ya que no veo nada por las lagrimas que caen de mis ojos y siento que alguién vine detrás de mi, seguro que es Pharell. Llego al mi lugar secreto, y pierdo de vista ami amigo, digo el hechizo con sollozos y esta se habre dejandome pasar, al estar adentro me tumbo en mi cuarto y entre lagrimas y lagrimas me quedo dormida, mi lugar secreto por afuera aparenta una cueva, pero por adentro era como una casa para dos personas con cocina comedor, sala de estar, un baño y un dormitorio, lo descubrí mientras leía un libro, este describia perfectamente una sección del bosque la cual conocia como la palma de mi mano, llegué allí y como lo pensaba había una cueva, recité las palabras que decía el libro y esta se habrió magicamente dejando ver una casa la cual estaba en muy buenas condiciones, estaba iluminada con antorchas y la cocina era de a leña, era espetacular, escondí el libro que traia conmigo dentro de la cueva y memorizé perfectamente las palabras del conjuro, nadie sabe de este luger excepto Blue, Liam y Emma tampoco lo saben ya que en ese tiempo mis padres aún estaban con vida. Desde entonces vengo aquí cuando estoy triste o quiero estar sola, ya que en castillo uno nunca tiene privacidad.
(***)
Me desperte y vi que en el reloj marcaba las 04:35 am, había dormido casi diez horas, me levanté de la cama y me dirigí hacia la cocina, preparé un café con leche caliente y medialunas que deje la anterior vez que vine, mientras refleccionaba lo ocurrido. Pasaron varios dos días desde que desaparecí y finalmente decidí volver cuando estuviera bien, cuando llegué al castillo mis padres estaban preocupados y mi madre tenía lagrimas en su rostro, me abrazaron y me preguntaban en donde me había metido y que sabián lo que había pasado, me examinaban de pies a cabeza para ver que estuviera bien, estuvimos varios segundos abrazados hasta que mi padre rompió el abrazo y me entregó una nota, con esto me despedí de ellos y me fui a mi cuarto en el cual se encontraba Blue mirando hacia la ventana, este al darse cuenta de mi presencia corrió en mi dirección y salto encima mío lamiendo toda mi cara, lo hice a un lado y me dirigi hacia mi cama, me sente en esta, Blue se acosto y puso su cabeza en mi regazo, abrí la carta y ví que era de Pharell, cuanto más leía más se me estrujaba mi corazón, primero Victoria y ahora él.
Resumiendo, en la carta decía que se tenía que ir de la nación por sus padres, ya que estos tenían que volver con su alfa, ellos eran lycans (licántropos, hombre losbos), que no se animaba en contarmelo y despedirse en persona, que también lo lamentaba mucho y me queria demasiado.
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Editado: 18.07.2020