Capítulo XIX: Sin tregua.

Llegamos unos quince minutos antes del supuesto ataque. Me recoloco el chaleco antibalas bajo la sudadera y salgo de la furgoneta.

– ¡Quiero un dron con infrarrojos en el aire, necesito saber si hay bombas en el edificio o en los alrededores! – le digo al capitán Sallow.

– ¡Como ordene capitana! – tras dirigirme un saludo militar se mete en uno de los edificios.

Nos hemos infiltrado en los edificios de oficinas que se encuentran alrededor del palacio de justicia, para tenderles una emboscada cuando los terroristas lleguen. También tenemos un puesto en el que estamos grabando todo lo que sucede dentro y fuera del edificio, necesitamos tener pruebas que llevar a los tribunales.
Cuarto de hora a pasado desde que llegamos cuando vemos que dos calles más abajo llegan cinco furgonetas negras de cada una bajan unas cinco civis.

Van de negro, con gorras y capuchas que tapan sus caras. Llevan mochilas a la espalda y se acercan al edificio de justicia. Cuando están frente a este un civis de gran estatura empieza a dar órdenes a los otros.

– Más te vale estar grabando esto. –  le digo al alférez que se encuentra a cargo de las cámaras. – En posiciones. – digo por el pinganillo.

Me coloco el casco, cojo un rifle de asalto, tres cargadores, dos navajas, una bomba de humo y una Glock que coloco en mi cinturón de armas.

– Están entrando, capitana. – me dice el alférez.

– Escuadrón J386, repórtese. – exijo.

– En posiciones, mi capitana. – dice la capitana Jones.

– Capitán Sallow, ¿qué indica el dron?

– No había explosivos ni personas dentro del edificio antes de la llegada de los terroristas, pero al llegar ellos las alertas se han disparado, los objetos que sacaban de sus mochilas eran armas de fuego y explosivos. – me habla por el intercomunicador.

– Entramos como planeamos, quiero grupos de cuatro, dos de cada escuadrón, los del escuadrón K407 seréis los encargados de desactivar los explosivos, escuadrón J386 debéis neutralizar al enemigo, la prioridad es llevarlos vivos a la base, pero si os intentan atacar no dudéis en disparar, con silenciador, no queremos que sepan de nuestra presencia.

Salimos de los edificios rodeando el palacio.

– Capitán Sallow, quiero cada dato, por mínimo que sea al segundo de que llegue, gracias al dron o las cámaras de seguridad.

Entramos, un sargento y dos cabos vienen conmigo. Todo está a oscuras, encendemos las linternas y a cada paso que damos miramos en esquinas, suelo y paredes buscando explosivos.

Encontramos el primero en una de las esquinas.

– Sargento. – le susurro señalando el explosivo. Se acerca con uno de los dos cabos cubriéndole la retaguardia.

Seguimos y cada vez encontramos más explosivos. Empezamos a escuchar pasos y voces. Andamos aún más sigilosos.

– Vamos Tokio, no podemos exponernos tanto. – oímos hablar a una voz gruesa.

– Sabes que me lo ordenó el jefe. – esta vez parece que la que habla es una mujer.

Hago señas para que los soldados me sigan. Al final del pasillo distinguimos dos figuras. Nos vamos acercando sin que se den cuenta. Les rodeamos.

– Dejen todo lo que están haciendo. – apunto a la civis cuando voltean.

Sacan armas y nos apuntan.

– Esta debe ser la capitana general Jade Williams, ¿me equivoco? –  la terrorista hace una reverencia, pero no dejo de apuntarla con el fusil.

– Bajen las armas. – le exijo.

El terrorista de voz gruesa lleva el dedo al gatillo apuntando al sargento y la mujer hace lo mismo conmigo.

– Una pena que el jefe no te llegue a ver viva.

Antes de que su bala me alcance la disparo a la mano, el sargento mata al terrorista que lo apuntaba y la bala que la terrorista me había disparado roza mi brazo. Saco unas esposas y voy hacia la mujer tirada en el suelo y la esposo. La levanto mientras se queja y cuando estoy a punto de emprender mi camino de vuelta el cabo que me acompañaba me llama.

– Capitana Williams, hay algo que debería ver. – me giro arrastrando a la terrorista conmigo hasta quedar junto al cabo. Miro donde él lo está haciendo y quedo congelada.

– ¿Qué se supone que es esto? – empujo a la civis contra la pared sujetando su cuello.

– Es lo que pone, mi capitana. – estas últimas palabras las dice con burla. – Memento mori, Jade Williams.

La arrastro hasta la salida de malas maneras mientras los soldados cubren mis espaldas.

– Repórtense. – me dirijo al resto de soldados por el pinganillo.

– Tres muertos, los tres terroristas, cinco heridos, dos agentes y tres terroristas, veintidós detenidos, todos los explosivos neutralizados, capitana. – habla la capitana Jones.

– Buen trabajo escuadrones, pero el trabajo aún no termina. Reagrúpense y vámonos. Quiero que lo dejen todo como estaba, como si nunca hubiésemos estado aquí. Guarden las grabaciones y pruebas y llévenlas a la base, los prisioneros irán a las salas de interrogatorios en grupos de cinco, el resto a celdas separadas, no quiero que tengan oportunidad de comunicarse.

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Aquí está el segundo capítulo de la maratón, espero que os guste.

Lo pregunté por mi ig, pero como hay mucha gente que no me sigue y no lo sabrá lo pregunto también por aquí, ¿qué os parecería tener cuentas de ig de los personajes pricipales? Estilo Jade, Ky, Kaos, Abby...

Con todo mi cariño,

S. Sebilla.

Ig: s.sebilla