Reino del Agua, también llamado ‘Deus sanctus aquam’, tierras pacificas alrededor de un gran mar, siendo como un escudo para evitar polizontes y ladrones de otros reinos. Se podía encontrar en el reino gente que trabajaba en reconstruir todos los edificios que fueron destruidos en las guerras entre elementos. En el castillo, justo en el trono se encontraba el rey pensando, mirando al vacío a través de una ventana. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el toque de la puerta para pasar a la sala real, el rey permitió la entrada. Entrando se podía ver uno de sus guerreros, que todos los días se ofrecía para ser el representante en la guerra que se estaba acercando nuevamente por los múltiples ataques que ocurrían en todos los reinos, y en el reino de agua buscaban conseguir ‘Quae divino aqua’, una fuente que sanaba a toda la gente, incluso de distintos reinos. El rey cansado y estresado de que todos los días vengan a contarle la misma historia, retira a su guerrero sin querer mirarlo. Ya no quería escuchar más cosas de ese estilo.
Del otro lado del reino, se encontraba una librería ya vieja. Donde trabajaban 2 personas, una mujer y un hombre. La mujer tenía el pelo azul rey, baja estatura y una complexión un poco robusta, esta se encontraba acomodando libros en la estantería mientras que el hombre, de estatura mediana, pelo de color celeste y complexión delgada. El chico al atender al último cliente, rápidamente se dirige dentro de un cuarto que está en la parte trasera de la librería mientras que la chica mira cómo se marcha.
- ¡Mike! ¿A dónde vas? Aún no hemos cerrado la tienda, pueden venir clientes. – Un tanto molesta, sigue al chico hasta el cuarto donde se metió y al entrar lo ve quitándose la ropa, rápidamente sale cerrando la puerta, la chica se encontraba un poco agitada por la sorpresa de casi verlo semidesnudo. – Por Poseidón Mike, recuerda que cuando te vayas a cambiar cierra la maldita puerta. Quizá esa sea una de las razones de porque sigues sin pareja. –
Después de unos minutos, Mike sale cambiado de la habitación, empezando a dirigirse a la salida, pero antes de que de otro paso la chica de baja estatura lo toma de la muñeca, provocando que Mike la mire a los ojos. – Mike, ¿A dónde crees que vas? No me vayas a dejar sola. –
Mike al verla a los ojos, empieza a cambiar su expresión a un tono triste y decaída, siendo que él dijo las mismas palabras cuando su padre se había ido, siendo que no quería que le pasara lo mismo a su hermana. Se agacha y envuelve en sus brazos a su hermana, acariciando su espalda y dándole un beso en la mejilla. – Iré a ofrecerme como representante para ‘La Orden Real Elemental’ que forma parte el reino, no te preocupes Akua, prometo que volveré. –
- ¿LORE? Pero si eso es solo un cuento de niños, aparte según esta abandonado hace muchos siglos Mike. – Lo mira a los ojos preocupada, esas historias eran contadas por su abuelo que formo parte el ejercito del rey, tenía miedo a que se uniera al ejército. - ¿Estás seguro de lo que dices? Seguro el rey olvido por completo el tema.
El joven hombre nuevamente entro a la habitación, moviendo muebles para luego dar un golpe a la pared, abriéndose una pequeña compuerta, la cual contiene unos libros, sacando uno soplando el polvo y telarañas que tenía. Regresa con su hermana para dárselo, al agarrarlo, Akua empieza a echarle un ojo, pasando de página rápidamente, lo cual su expresión cambia totalmente a la de asombro e intriga. – Akua, este libro lo tuvo nuestra familia por generaciones, desde nuestro no sé cuántos tatarabuelos, este libro lo tuvo nuestro abuelo solo por seguir la tradición. Y yo lo usare para reunir a LORE. –
Akua se notaba emocionada, pero también en su interior seguía el miedo, pensaba que no volvería a ver a su hermano por eso. Lo abraza escondiendo su cara en su pecho, después de un breve tiempo se separa y le sonríe. – Ve a hacer lo que tengas hacer. –
Mike antes de despedirse recoge algunas cosas para meterlas a una mochila que llevaría en el viaje, al partir le da un beso en la frente a su hermana para luego salir de la librería. El chico caminaba por las calles de Deus sanctus aquam. Donde las calles emanaban una alegría y vida de ellas, esperanza. Niños que jugaban disparándose agua por los dedos, y los trabajadores que con la manipulación y generación de agua acomodaban los materiales de construcción en carrosas.
Después de un tiempo llega al castillo, estaba nervioso por hablar con el rey, pero estaba decidido para poder ser el representante de Deus sanctus aquam en LORE. Toca la puerta para poder ver al rey, al abrirse se asoma un sirviente el cual al explicarle Mike que hace ahí, lo deja pasar, al llegar con el rey se notaba frustrado, como cansado. Mike tenía miedo de molestarlo, pero toma un poco de aire para hablarle. – Disculpe su majestad. –
- ¡Por Poseidón, Jorge! Ya te dije que n… - Al alzar su mirada, se encuentra con Mike algo aturdido por el grito repentino. Suspirando, el rey coloca su mano en la frente, vuelve a mirar a Mike. – Disculpa, he estado un poco estresado últimamente, ¿Qué deseas ciudadano? –
#19895 en Fantasía
#7880 en Personajes sobrenaturales
#2532 en Paranormal
#788 en Mística
Editado: 22.06.2020