Episodio 4: Nuevo Comienzo.

—Hoy va a pasar algo, y sea lo que sea no me agrada- susurra por lo bajo Robert-sama con una pequeña opresión en su pecho. Desde hoy en la mañana que se había levantado sabía que no iba a ser precisamente un muy buen día, se podría decir que era sexto sentido, o intuición.

Con el pañuelo en su mano mientras limpia la armadura de su antebrazo, Robert-sama empieza a sentir como el suelo debajo de sus pies vibra, y a medida que pasa el tiempo se intensifica mucho más. Sin saber lo que pasaba se levanta de su asiento para asomarse a la calle, y al enfocar más su vista nota como a lo lejos; pero acercándose a una velocidad abismal, está Haru cargando a un chico el cual lanza flechas a sus espaldas, siendo perseguidos por guardianes de azul.

—¡¡HARU-SAN!!- exclama Robert con los ojos hacia afuera, como unos huevos fritos. Mierda, los guardianes de azul no debían saber que él estaba allí; que los Sin Retorno estaban allí para ser más específicos.

—¡¡ROBERT-SAMA HOLAA!! ¿NOS QUIERES AYUDAR?- grita Haru en respuesta, corriendo a una velocidad impresionante, y esquivando todos los hechizos e intentos de cortadas con las espadas por parte de los guardias.

—Me quedé sin flechas.- avisa Rei al tocar su estuche y no sentir ninguna flecha, todas las había utilizado, no tenía más.

—¿QUÉ?- alarmado Haru voltea a ver la espalda de Rei en donde estaba su estuche de flechas, y efectivamente, no quedaba ninguna flecha que pudiera utilizarse.- No puede se-....

Debido a que Haru se volteó chocó con una pequeña roca que estaba incrustada en el suelo, provocando una fuerte caída.

—¡Auch!- exclama Robert entrecerrando los ojos al ver como se cayeron y alborotaron la arena del suelo, eso si debió doler.

—¡Estamos bien, estamos bien!- se recomponen rápidamente Haru y Rei del suelo, aún corriendo y casi llegando a donde se encontraba Robert.

5 minutos antes...

—¿Dónde aprendiste a desamarrar cuerdas tan rápido?- pregunta Rei perplejo mientras se soba las muñecas un poco rojizas. Estaba demasiado sorprendido por la rapidez y la falta de recursos que no necesitó para poder desamarrarlo.

—Ja, ja, qué te puedo decir...- responde con el pecho inflado y una sonrisa de galán- Cuando creces en un pueblo clasificado como el "Peor Pueblo" que existe, lo único que queda es saber de todo.- se encoge de hombros con una sonrisa sincera.

—Vaya...entonces este pueblo sigue igual que siempre...- sonríe Rei, negando el hecho de que nada haya cambiado, absolutamente nada.

—Pues en realidad cada quien vive su vida y su mundo como le plazca, así que no es como que alguien haya cambiado para hacer sentir bien a los demás.- se vuelve a encoger de hombros Haru con una mueca divertida.

—Si...tienes razón...

—Oye ¿Por qué te trajeron los Guardias de azul?- pregunta Haru con mucha curiosidad mientras lo observa con una ceja alzada. Sentía intriga, hace mucho que Rei se había ido del pueblo, y que volviera ahora como un criminal es un poco...¿raro?

—En realidad son muchas las razones por las que estoy aquí, las cuales me gustaría contarte en otro momento con más calma, por ahora es mejor-....

—¡¡HEY!! ¿QUÉ HACES?- se escucha un grito proveniente de uno de los Guardias de azul que trajeron a Rei.- ¡NO SE MUEVAN DE ALLÍ!

—Oh, oh...- exclama Haru volteando a observar a Rei- ¿Te gusta correr?

En estos momentos...

—¡HARU BAJA LA VELOCIDAD!- aconseja Robert al ver que Haru está a punto de llegar a donde se encuentra, pero siendo demasiado tarde Haru se lanza encima de Robert-sama con Rei incluido en el paquete- ¡Mierda!

Se queja Robert con una mano en su cabeza mientras se sienta en el suelo, observando a los otros dos que están comiendo arena todavía. Estando un poco enojado y aturdido el mayor, procede a darle un cocotazo a Haru, quien al sentir el golpe se recompone rápidamente, quejándose a su vez.

—¡¡TE DIJE QUE BAJARAS LA VELOCIDAD!!- reclama Robert cruzado de brazos, enojado porque el menor no le hizo caso, o por lo menos no escuchó a tiempo.

—¡Lo siento! La arena hizo que me resbalara y por eso no me pude detener...- se excusa Haru también cruzado de brazos y con los cachetes inflados, haciendo un pequeño puchero, el cual hubiera podido ser lindo en otra situación, pero ahora era el peor de los momentos.- ¡Tu también tuviste la culpa por no quitarte a tiempo!

—¡¡Eh!!

—¡¡Sí!! Además si me hubieras dicho antes que bajara la velocidad lo hubiera podido hacer, ¡¡Lo dijiste literalmente cuando ya estaba al frente tuyo!!

—¡¡Osea que ahora es mi culpa el hecho de que te lanzaras encima de mí y cayéramos todos juntos!!

—¡¡PUES SÍ!!

—¡¡MIRA CONDENADO CHAMACO...!!

—Oigan, si quieren pelear háganlo después, por ahora creo que es mejor desaparecer de la vista de esos guardias...- Rei interrumpiendo la gran pelea que se estaba formando en cuestión de segundos, señala a sus espaldas.

—¡¡DETÉNGANSE!! ¡¡NO SE MUEVAN DE ALLÍ!!- grita Green desenvainando la espada y apuntando directo al círculo que habían formado Robert, Haru y Rei, lanzando una bola de fuego.

Los tres mencionados anteriormente se quitan del círculo formado con rapidez, evitando así por completo que la bola de fuego impactara en ellos, si no en el suelo, alborotando toda la arena y dejando una gran marca negra de cenizas.

—¡Carajo!- susurra Haru con la respiración agitada observando la marca de cenizas en el suelo y a los guardianes cada vez más cerca; volteando de un lado a otro, entre sorprendido e incrédulo por lo sucedido- No dudaron ni un segundo, aún así sabiendo que pudieron habernos matado...- termina de decir un poco más alto, observando fijamente la marca en el suelo.

—Nunca lo hacen. Todo aquel que no sea un Guardián de azul, para ellos son unas simples y asquerosas cucarachas las cuales tienen que exterminar.- dice Rei con desprecio en su voz, demostrando claramente la incompatibilidad que tiene referente a las personas así.