Episodio 5: Inicio.

—Aki deja de moverte, si sigues así no podré curarte- dice Hibiki-san molesta a la vez que aparta sus manos de la espalda del nombrado anteriormente; descansando un poco, debido a que al utilizar su poder por mucho tiempo se debilita.

—Hibiki-san es muy doloroso cuando utilizas tu poder, prefiero que me cures cuando estoy dormido.- se queja Aki estirándose un poco en el mismo sitio, sentado en la silla al lado de la cama.

—¡Si cuando intento hacer eso piensas que están atacando y te levantas apuntándome con una daga! Además, te duele más que antes porque se está uniendo el tejido que tenías desgarrado gracias a la herida de espada- reclama la mujer cruzada de brazos, aunque preocupada por Aki, quien se ha estado comportando raro desde que recibió una llamada de Robert-sama- Aki ¿Te está inquietando algo? Siempre te quejas de que te duele cuando te curo, pero lo haces una vez que acabo, y ahora no esperaste. Desde que recibiste la llamada de Robert estás extraño...

Aki se levanta de golpe, pasándose las manos por su cara; Hibiki tenía razón, desde la llamada de Robert se ha sentido extraño, hasta él lo ha notado, y cada cosa que haga o en dado caso le hagan, no lo soporta. Puede decir que tiene una ligera sospecha del por qué se comporta así; sin embargo aún le baila en la cabeza esa razón.

—Haru está siendo buscado por los Guardias de azul, liberó a un "criminal" y ambos tuvieron que escapar del pueblo...- explica con cierta angustia, estaba preocupado por Haru y Rei, muy preocupado; pero sabía que tenía que dejar que viviera su vida y se tropezara para volver a empezar, pues de eso se trataba vivir- Finalmente va a empezar a cumplir sus sueños y objetivos, los que tanto ha tenido en mente y no ha podido realizar. Sabía que esto pasaría más pronto de lo esperado; sin embargo no puedo evitar sentirme...extraño con eso...

La mujer se queda callada por un momento, simplemente observando el rostro de angustia del hombre. Se podía notar a leguas que Aki no estaba muy enfocado en nada de lo que hacía; y Hibiki-san quería entenderlo y apoyarlo, pero no sabía nada de esos tipos de sentimientos, nunca los tuvo hacia una persona, pues en el pueblo en el que creció cualquier muestra de afecto estaba prohibida, y si los guardias reales miraban algo parecido era muerte o castigo seguro.

—En mi opinión, no debes preocuparte por alguien que tiene sus metas claras en la vida, ya que eso solo lo frenará a cumplirlas, preocúpate por alguien quien no tenga metas, algo por lo que luchar.- dice Hibiki mientras se encoge de hombros- Ese chico que dices, Haru, fue entrenado por ti, le enseñaste conjuros, a luchar por lo que quiere en la vida, le diste las herramientas necesarias para que construya su futuro, las demás las tendrá que conseguir él...

El hombre se queda pensativo unos minutos, analizando las palabras dichas por la que ya se había convertido su amiga en esos meses. Tenía razón en lo que decía, por lo que a Aki le dió un respiro esas palabras, estaba nervioso; por fin sabía lo que sentía, eran nervios con él mismo, desconfiado de no haber sido un buen maestro para Haru, de no haberle enseñado lo suficiente como para fracasar en el camino de sus sueños, pero gracias a Hibiki lo pudo entender, él le dió a Haru las herramientas básicas y principales para defenderse, lo demás dependía del mismo chico, Haru.

—Gracias Hibiki-san, aunque no lo creas me haz ayudado y abierto el razonamiento- agradece mientras sonríe, achinando los ojos en el proceso.- Bueeeno, por ahora tenemos que planificar el regreso de los Sin Retorno, recuerda: "Jugada no es jugada si no están en la partida los Sin Retorno."

—Aki, ¿Cómo pretendes volver a como tú dices, "las andanzas", si todavía no estás recuperado del todo?- pregunta sin entender Hibiki-san, creyendo en la notoria locura de Aki.

—Sé perfectamente que mi herida no está curada del todo, y que amerita de más tiempo para sanar; sin embargo no puedo darme ese lujo, no puedo, no debo y NO quiero hacerlo. Un capitán nunca puede dejar a sus tripulantes mucho tiempo fuera del mar, de la partida; "Las andanzas", como yo lo llamo, tienen que volver, más ahora que llegan nuevos clanes, nuevos grupos, nuevos barcos.- sonríe Aki mientras guiña un ojo, emocionado por lo que le espera a todos una vez que: el verdadero mar despierte, y las verdaderas mentes sean conocidas.

(........)

En medio del mar, se encontraba un barco mediano, desgastado, pero muy bien cuidado; y persona que tuviera buena memoria podría recordar a quién le pertenecía dicho barco.

Con las olas del inmenso mar un poco agitadas, dentro del barco se encontraban sus únicos dos tripulantes, uno sentado con los ojos cerrados, intentando descansar un rato; mientras que el otro, estaba muy emocionado que no había podido dormir, y aburrido decide acercarse al chico con la espalda recostada en uno de los lados del barco.

—¿Rei qué tienes? Desde que zarpamos haz estado callado, ¿En qué piensas?- pregunta Haru acercándose, intrigado y con una ceja alzada.

Rei se queda callado unos segundos, aún con los ojos cerrados y cabeza un poco inclinada hacia arriba, suspirando pesadamente.

"-Robert Fukushima.....¿En dónde habré escuchado ese nombre antes?- piensa Rei intentando recordar, sin éxito alguno por ahora."

Estando su mente un poco desgastada por los diversos pensamientos y recuerdos que la recorren, abre los ojos mirando al cielo.

—Haru...Soy yo o el Vicecapitán de los "Sin retorno" se sabía mi nombre sin siquiera habérselo dicho...- en vez de sonar como pregunta, la cuál era la intención principal, suena como una total afirmación a sus palabras.

El nombrado se queda callado por unos segundos, ahora que lo mencionaba se daba cuenta de lo que decía el chico, y era cierto.

—Bueno Rei, la verdad es que...- Haru se queda en silencio, provocando que el mayor baje su cabeza para observarlo- No lo sé.