Episodio 8: Entrenamiento 2/2.

—Muuuy bien, iniciemos con esto.- dice Michio volteándose a ver a Haru, quien se encuentra con una sonrisa, dispuesto a hacer cualquier cosa.

En el momento en que Rei se fue el viejo le dió un tour a Haru por todo el lugar; el cual prácticamente era un jardín gigantesco con una pequeña casa casi inexistente, pues como se había dicho esta se perdía en el inmenso verde del césped.

—¡¡Estoy preparado para lo que sea!! Practiqué varios conjuros, confío en mis habilidades.- presume el menor mostrando su puño mientras la otra mano la posa en su cintura.

—No tienes poder mágico, no siento nada- analiza el mayor observando a Haru, quien asiente sin miedo a ocultarlo- Ya lo sabía desde un principio; además, también me lo habías confirmado, pero mi duda es...¿Cómo utilizas conjuros para defenderte si no tienes magia?- pregunta confundido demostrándolo mediante sus expresiones, esa era la espinita que lo estaba molestando.

—Pues...Utilizándolos y ya- se encoge de hombros restándole importancia, mostrando a la par de unos segundos una gigantesca sonrisa- El capitán de los "Sin Retorno" me enseñó todo lo que sé hasta ahora; desde los conjuros hasta defensa personal, no es demasiado pero con ello puedo dar pelea.- muestra sus músculos con una sonrisa, orgulloso de ello.

—Entiendo pero, ¿Sabes que para utilizar conjuros tienes que poseer cualquier clase de magia? Independientemente de qué tipo de magia sea, pero debes poseerla- explica Michio al notar que Haru de verdad no sabía nada de este mundo.

"-Será complicado Seki, pero lo lograré.- piensa decidido, sin titubear ni rajarse."

—Claro que sé, pero los conjuros que Aki-san me enseñó son diferentes al resto. Si bien es cierto que para recitar conjuros necesitas poseer cualquier clase de magia; existen otros conjuros que no lo requieren, pues los pueden recitar toda clase de persona...- acota Haru chasqueando la lengua, dando a demostrar que no era tan nulo a temas como esos, sabía algo, no demasiado pero algo es algo.

—¿Cómo? No entiendo- sigue sin comprender el más viejo, confundido aún más.

—Existen muchos conjuros, la mayoría o en casi todos de ellos es necesaria la magia, mientras que en los otros no. Los que yo sé no es necesario poseer magia ya que no son tan fuertes ni tan poderosos, pero si que te ayudan. Son conjuros más para defensa que ataque.- explica Haru acordándose de lo que le dijo Aki en aquel momento que lo estaba enseñando.

(.....)
11 años atrás.

—Eso es todo por hoy Haru, mañana seguimos con el entrenamiento.- dice Aki con una sonrisa gigantesca. Notaba que Haru había mejorado en sus ataques, en estos momentos le estaba enseñando a poder lanzar conjuros sin conjurarlos, debido a que restaba tiempo que en una pelea podría ser vital.

—¿Qué? ¿Por qué? ¡¡Todavía puedo seguir!!- exclama mostrando sus pequeños puños, apretándolos con toda su fuerza, quería seguir, seguir aprendiendo.

—Tienes que descansar Haru, llevamos entrenando toda la mañana. Para lograr tus objetivos debes saber cuando parar, está bien que quieras seguir aprendiendo, seguir entrenando; sin embargo, siempre se necesita descansar. Cómo pretendes dar un buen rendimiento en una pelea si estás cansado por tú ardúo entrenamiento.- acota Aki observando de reojo al menor ladeando la cabeza, dando a entender que ya tenía experiencia.

—¡Oh! ¡Tiene razón Aki-san!- afirma Haru entrando en razón, tenía mucho sentido lo que decía.

Aki simplemente lo observa con una sonrisa, a pesar de ser tan pequeño entendía perfectamente; además, siempre lo podías encontrar con una sonrisa en su rostro. Siempre animado, alegre, carismático y extrovertido era la personalidad que acompañaba a Haru desde pequeño, y no cambiaba para nada.

"-Nadie lo ha visto llorar desde que nació, es extraño que a pesar de como lo traten en este pueblo siga sonriendo y tratando a todos por igual- piensa Aki observando como Haru flexiona su brazo derecho, queriendo ver sus músculos."

—Em...Aki-san...- llama el menor pasando una de sus manos por el rostro del mayor; o bueno, intentándolo, lo cual logra captar su atención.

—Si, Haru, dime- sale de su distracción dedicándole una mirada de desorientación, ¿lo estuvo llamando mucho tiempo?

—Hay algo que no entiendo- dice mostrando su confusión con las expresiones realizadas en su rostro- ¿Cómo puedo recitar conjuros? No tengo ningún tipo de magia a diferencia de todos en el pueblo, y para recitar conjuros se le necesita- explica lo obvio mientras observa a otro lado, pensando- Entonces, ¿Cómo yo puedo hacerlo?

Esa era una pregunta que desde que empezó a entrenar con Aki tenía, a medida que iba avanzando en su entrenamiento aprendía cosas nuevas, y con ello conjuros nuevos que no sabía que existían, y que jamás había oído recitar. Le parecía raro que alguien como él que no posee ningún tipo de magia por nacimiento, pudiera realizarlos.

—Es correcto, no posees ningún tipo de magia; pero eso no significa que no puedas recitar algún conjuro, de hecho no tiene nada que ver- dice Aki empezando a caminar, dejando al más pequeño atrás, provocando que aún más confundido lo siga.

—¿Cómo qué no tiene nada que ver? En este mundo la magia lo es todo, hasta para vivir la necesitas; aunque a mí no me interesa, muchos miden a una persona por cuánto poder mágico posee.- sigue sin entender siguiendo desde atrás a Aki, todavía confundido, explicando las razones por las que no entendía lo que decía.

—Haru, sí es cierto que existen muchos conjuros en los que son necesarios el poder mágico; pero hay otros en los que no. Así como hay miles y miles de personas en el mundo, también hay miles y miles de conjuros en él, y parte de ellos no se necesita poseer magia, ya que cualquier persona puede recitarlos. Digamos que fueron creados pensando en todos por igual.- sigue caminando, con calma, con sus manos adentradas en los bolsillos.