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Horas atrás, en el Peor Pueblo.
—¿Estás segura de esto?– pregunta observando el gran pueblo delante de sus ojos, ya con la mayoría de los tripulantes del barco en las afueras, yendo a ayudar a su Vicecapitán– Hibiki-san...– termina de decir Aki girando sobre sus talones, encontrándose a la mencionada.
—Pertenecí a un clan maligno en el pasado, esto no es nada comparado a eso– responde Hibiki mientras carga el rifle en sus manos, preparándose– Sé lo que hago, estoy segura.
—Realmente me sorprendió cuando dijiste que querías pertenecer a los S.R, ya que tú poder mágico es curativo, siempre dicen que no pueden hacer nada en batalla– se encoge de hombros– Y después enterarme que perteneciste a uno de los peores clanes...fue más sorpresivo...
Aki no tenía nada en contra con que Hibiki se uniera al clan, ni que tuviera el poder curativo y no uno de batalla; sin embargo, enterarse que perteneció a un clan maligno sí que fue grata la sorpresa, aunque tenía cierta idea.
Recordando que fue Hibiki-san quien lo cuidó en su casi lecho de muerte; y saber a todo lo que se tenía que enfrentar al pertenecer a los S.R, y aún así ofrecerse, fue de admirar para Aki, quien no se opuso.
—Es tu decisión, la respeto– alza las manos en señal de paz y redención– Miki-kun...– llama ladeando un poco su rostro, observando al ya mencionado– Ya sabes que hacer.
—Sí capitán– asiente.
—Te quedarás aquí asistiendo a Hibiki y protegiendo el barco de cualquier amenaza– refuerza el plan ya antes explicado– Nuestros queridos amigos de la Guardia Real no se lo esperan, por lo que Hibiki es nuestra ficha especial en este tablero de ajedrez.– sonríe observando a ambos chicos.
—Excelente capitán, cuente con nosotros.
—Estaré atenta a cualquier cambio que note para que así Miki-kun pueda protegerlos con su campo de fuerza. Al ambos tener una excelente visión se nos va a hacer fácil– explica Hibiki posicionándose frente al borde del barco que da al pueblo, apoyando el rifle- Ve, te están esperando.
—Sus deseos son órdenes.
Y así como todos los tripulantes de dicho barco saltaron y se fueron; el capitán Aki también lo hace, saltando con una inmensa sonrisa y manos adentradas a los bolsillos de su pantalón. Su abrigo, el cual era ciertamente largo se eleva hasta llegar al suelo por el aire recibido, dando un aspecto poderoso.
—Cuanto tiempo...
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Lejos de la gran batalla que estaba a punto de presentarse, Tetsu-san se encontraba en su casa con Ame, estando ajenas a todo lo que estaba ocurriendo; sin embargo, ya habían sentido ciertos temblores en el suelo que les preocupaba.
—¿Qué estará ocurriendo en el centro del pueblo? Ya han habido varios temblores...– pregunta extrañada Ame con una manzana mordida en la mano, lanzándola mientras la agarra en el aire.
—Seguramente una riña entre las personas del pueblo, lo cual no nos incumbe. No tenemos porqué meternos en los problemas de-....– antes de que Tetsu pudiera terminar de hablar se empiezan a escuchar gritos a la lejanía, que poco a poco empiezan a sonar más cerca.
—¡¡Tetsu-sama!!
—¡¡Tetsu-san!!
Sin siquiera poder reaccionar empiezan a tocar la puerta con demasiada insistencia, repitiendo al unísono y sucesivamente el nombre de Tetsu, quien harta de tanto alboroto se dirige a la puerta abriéndola a su vez con un rostro que muestra furia.
—¿Qué quieren par de inútiles?– pregunta observando a los tres hombres frente a ella, los cuales al ver la cara malhumorada de Tetsu dos de ellos se esconden detrás del que parece ser el más "valiente"; y sin embargo con sus piernas temblando.
—Te-Tetsu-sama, en el centro del pueblo, el Vicecapitán Robert......y en el muelle....
—¿¡Qué!?
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—¡¡Carajo!! ¿Qué mierda hiciste miserable?– pregunta molesto Green al notar como las cuchillas de rocas lanzadas por el golem no surtieron efecto en destrozar el barco, debido al campo de fuerza.
—Yo no hice nada– responde inocente Robert levantando las manos– Si no confías en mí puedes preguntarle al Guardia de Azul a tu derecha, que no ha despegado ni un segundo su vista, escaneándome con Rayos x– se encoge de hombros mientras observa a los ojos al guardia mencionado.
—Es cierto Green, él no ha echo nada. Todo este tiempo estuve observándolo con la visión Rayos x y no noté nada extraño.– apoya el guardia desactivando su poder mágico, "Visión"; el cual le permite escanear a su enemigo con distintos tipos de visiones, una de ellas es Rayos X, que permite observar internamente a un individuo, preveer sus movimientos inclusive– De la armadura de sus antebrazos tampoco a soltado nada.– termina observando a Green.
Black y Green se observan, hablando a través de la mirada. No tenían previsto que un barco llegaría para muy probablemente apoyar a Robert Fukushima; no dudaban en que podían con ellos, estaban seguros que sí. Contaban con un golem, tenían las de ganar.
Seis guardias reales, un golem y una espada ultra bitinina, seguro que sí; aunque el plan principal era capturar al Vicecapitán Robert vivo, o matarlo, no sabían cómo sería ahora que estaba sucediendo aquello.
—¿Tan asustados están?– se burla Robert con una inmensa sonrisa al notar algunas caras largas al ver el barco.
Antes de que Green pudiera responder con sus comentarios sarcásticos, se escuchan pasos acercándose, retumbando el suelo. Una gran multitud.
A la vista de todos los presentes vislumbra acercándose a pasos rápidos, corriendo; una gran multitud de personas, algunas con espadas, otras con armas que afectan considerable a la regeneración instantánea de magia (curación), y otros simplemente a puño limpio y magia.
—¿Qué mierda....?– pregunta al aire Black cuando la gran multitud se detiene al frente de ellos con expresiones de enojo.
—¡¡Vicecapitán Robert!!– llama uno saliendo de entre la multitud con un bate recostado en su hombro, mientras en sus labios se posa una sonrisa superior y pícara.