Él estaba postrado en una cama de hospital el día que despertó, podía moverse del torso hacia arriba, pero, sus piernas estaban inmóviles, porque, claro ahora recordaba, había tenido un accidente ese día.
Sus amigos llegaron para darle ánimo, pero solo escuchaba los llantos tratando de esconderse en sus sonrisas, el pidió que no le dijeran sobre su estado a la chica que una vez vivió con ellos.
Él se terminó enamorando de ella, como ella de él.
Un rato después, escucho que las personas que trabajaban para el detenían a alguien tratando de entrar y solo escucho un sollozo y supo que había pasado tres cosas:
1° Sus amigos no pudieron evitar decirle.
2° Ella estaba detrás de esas puertas. por último y lo más importante.
3° Era la segunda vez que lloraba por algo así.
Ella pedía que la dejaran pasar, que por favor la dejaran entrar, pero solo la retenían. de repente le llego un mensaje corto pero conciso.
- Déjame ir.
Y llego otro mensaje
- Te lo ruego...
Sus hombres que trabajaban para él la dejaron llegar a la puerta nada más.
Ella lo llamaba.
El escuchaba.
El quería ir. Trato, juro que trato, pero en su estado díganme como podía ir, abrirle la puerta, abrazarla, y consolarla. Como quisiera pensó.
Dirán por que no hablaba, simple tenía una máscara de oxígeno, lágrimas en los ojos, y casi no tenía voz.