Ese olor a rosas que se desprendía de tu cuerpo, esa pícara sonrisa que no podías evitar mostrar cuando me veías a tus pies, la calidez de tus brazos cuando me sentía mal, el beso en la frente que colocabas cada tanto, todo esto y más es lo que extraño de ti.
Cuando buscabas mi atención y sonreías, al obtener lo que querías, tu risa cuando algo te parecía gracioso, tu mirada cuando me mirabas y veías que estaba feliz contigo, todo esto y más, es lo que extraño de ti.
Cuando te dormías en mis brazos, o me abrazabas al despertar, tu voz cuando cantabas las baladas que te enamoraban, cuando llegabas extresada, me abrazabas y sonreías dándome un beso.