Amigos del alma

Situación -3:

- Es el cumpleaños de tu mejor amigo.

- No le tienes un regalo.

- Vas a la tienda a última hora.

- Te encuentras con el susodicho.

Resultado:

¡¡EL FIN DEL MUNDO SE ACERCA!!

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- Sabía que debía comprar eso antes... - me dije a mi mismo mientras corría lo más rápido posible hasta llegar al lugar al cual me dirigía.

La tienda estaba casi vacía, ya que estaba cerca de la hora de cerrar y aun estaba pensando que debía arreglarme un poco, ya que estaba jugando con mi mejor amigo al fútbol.

Al menos ya sabía cuál sería mi obsequio para él, ya que era su cumpleaños e iba a hacer una fiesta y todos los amigos, conocidos y familiares estaban invitados –por eso la prisa.-, solo esperaba que lo que buscaba no estuviera agotado.

Para mi mala suerte, cuando estaba por entrar al pasillo y ya podía tocar aquel objeto, me lo encontré, a mi mejor amigo y cumpleañero.

- ¡Hey! – al oír su voz sabía que estaba frito.- no creí encontrarte aquí a esta hora.

- Yo tampoco, hermano.- reí nervioso pensando en que excusa darle para justificar mi presencia en ese lugar.

- ¿y a que viniste aquí? – En definitiva estoy más que frito.

- A... em... - di una rápida mirada a mi alrededor.- ¡a comprar comida para mi gato!

- Pero... ¿no que tú tienes un perro? - ¡joder!

- Digo... vine por un desodorante para mi prima.

- ¿Tú prima? ¿la que se fue a España?

- Pues vine por una bebida... - reí nervioso, además se me acababan las excusas, ¿Por qué la vida es así?

- Ah... ¿Por qué no lo dijiste antes? – eso me hizo suspirar aliviado.- vamos juntos.- fue muy rápido para eso.

- ¡NO! – él me miró sorprendido y a la vez confundido.- es que... tengo que ir por otra cosa antes... - en ese momento suspiro y palmeó mi hombro sonriendo.

- Está bien, solo compra me algo bonito.- lo miré perplejo mientras que él se iba tranquilo.

En definitiva este fue un día de locos, y eso que aún no ha terminado.