Hace como unos 5 años, para no variar, en estas fechas navideñas andábamos cortos de lana.
Cha y yo éramos novios, aún no vivíamos juntos, pero aún así nos echábamos la mano con gastos y cosas. Yo no vivía con él, pero prácticamente la pasaba todo el tiempo en su departamento.
Por las noches, cuando llegaba la hora de irme a mi casa, nos despedíamos y me iba en su coche (un Astra bien jalador). Al otro día pasaba temprano por él y lo llevaba a la oficina, y ya me iba yo al cónsul y a hacer mis cosas en el carro.
El coche era de él, pero la que realmente lo usaba era yo.
Y bueno, así como siempre he sido de bolsona, me paraba temprano, me ponía tennis (así en pijama) y me iba por Cha para llevarlo a la oficina.
"Liz, no deberías venir en pijama, un día te vas a tener que bajar del coche y te va a dar pena".
Noo'mbre, ¿A qué me voy a tener que bajar? Si te dejo en la oficina y me retacho a mi casa a bañar. Tú no te preocupes...
Total, que como les decía, ese año ya se acercaba la navidad y andábamos cortos de lana, sería por ahí del 16 de diciembre.
Cha estaba preocupado porque no iba a haber regalos y a duras penas tenía para poner en casa de su mamá su parte de la cena navideña.
Trabajaba en el gobierno, no le iba mal, pero la neta éramos muy mal administrados y ya no teníamos lana. Esa quincena ya estaba destinada a gastos fijos y lo demás se habia ido en pitos y flautas. Ese año no tendría aguinaldo porque acababa de regresar a trabajar.
Bueno, pues si andabamos medio angustiados porque pues no había varo.
Aquel día salí en mi respectiva pijama, pasé por él y lo lleve a la oficina.
Me orillé sobre insurgentes a la altura de una farmacia del ahorro. Me dio un beso. "Bonito día amor, te amo".
Se bajó del auto y se encaminó hacia la oficina. Iban entrando junto con él, decenas de Godínez, muy trajeados. Las chicas de tacón, falda, muy monos todos ahí. A final de cuentas la crema y nata de la justicia mexicana.
Estaba yo muy sonriente viéndolo partir cuando de repente "craaaaash". Se escuchó el chingazado y sentí que el coche se tambaleó.
Mire a lo lejos a Cha que se volteó con cara de entre asustado y enojado. Estoy segura que pensó que la que había pegado era yo. Pero no.
Se regresó. "¿Estás bien?"
De una camioneta muy pipirisnais, una Jeep Sáhara del año, se bajó una mujer muy emperifollada con cara de angustia.
"Perdón, perdón, no te vi.
Discúlpame por favor"
Estaba al borde del llanto. La chica, en su prisa, se había echado de reversa y con tremendo camionetón no alcanzo a ver a nuestro pequeño Astra. Me dió de lleno en la puerta trasera y la abolló cañón.
"Ay no, tengo una junta urgente y ahora esto. ¿Porque a mí?" Decía ella con los ojos ya arrasados en lágrimas.
Me baje del coche. Cuánta razón tenía Cha. Todos ahí viendo el choque, la gente súper arreglada muy guapísima y yo ahí como pendeja, con mi pantalón de pijama, en chanclas, con un chongo espantoso y cara de recién levantada.
Que perro oso.
Cha se tuvo que meter a checar y a trabajar, pero me dijo que si algo necesitaba le llamara y bajaba.
Total que le llamamos a los seguros. Por fortuna ella y nosotros teníamos el mismo seguro de auto (que es una prestación del PJF).
Cómo es un seguro pipirisnais, tienen su propia línea y sus propios ajustadores.
Así que el seguro no tardó más de 20 minutos en llegar.
Llegó el ajustador y muy amable me atendió a mi primero (por ser la afectada).
Pero la chica estaba realmente desesperada y angustiada. Se veía en su rostro. Y yo... Yo en pijama sin nada que hacer jajaja.
Le pedí al ajustador que por favor la atendiera a ella primero xq llevaba prisa y yo.. yo solo estaba en pijama. Perdón, no lo supero.
Atendieron a la chica en friega, ella aceptó que fue quien pegó por descuido. Firmó y se fue aventándome mil besos y diciendo una y otra vez "gracias gracias, si alcanzo a llegar a mi junta".
El ajustador se acercó a mi divertido "¿muy temprano no?" Haciendo referencia a mi atuendo (que oso).
"A ver, vamos a ver".
Tomó fotos, calculó el valor del golpe e hizo un par de llamadas.
"Si tan solo estuviera aquí el titular de la poliza" me dijo. Cómo es la misma aseguradora, yo arreglo todo y le entrego un cheque.
"¡Si está!" Le dije con emoción.
Le llamé a Chá. Bajó, entregó su INE y firmó los documentos.
El ajustador le entrego un cheque con valor de $4,500 pesos.
No cabíamos de la emoción. Navidad salvada. La puerta del coche podía esperar jajaja.
Días después fuimos a portales a una cantina con mis papás. Afuera hay un hojalatero callejero.
Se acercó a nosotros y nos dijo que podía arreglar la puerta
"Ándele patrón, se lo dejo como nuevo. Nomás le voy a cobrar $500 pesos"
Y así fue como la puerta quedó sin una patinada de mosca.
Aquella chava en su descuido le pegó a nuestro auto. Su camionetón no tenía ni un rasguño.
Y ella, sin saberlo, nos salvó la navidad... Porque nos quedaron $4,000 para la cena y hasta regalitos hubo.
Ojalá me pudiera leer para saber que ella aquel año fue nuestro milagro de navidad.
¿Ven? Los ángeles terrenales si existen. Yo ya me he topado con varios.
Ustedes, ¿han tenido alguna vez un milagro de navidad? Yo tengo varios, pero en esta ocasión les cuento este.
Besos,
Mrs. (Holliday) UnRight