Una disculpita, me gusta la copita.
Pues como ya les había contado, en mis años mozos era bien borrachales. Me decían mi bella genio, porque bastaba con que abrieran una botella para que yo me apareciera jajaja.
Pero cuando conocí a Cha la verdad es que ya me agarró en la decadencia, así que si me echaba mis cubas, pero muy relax.
Llevábamos como dos años de novios, yo ya lo había visto borracho varias veces, pero el a mi no.
Aún vivía yo en casa de mis papás, pero a veces, con algún pretexto convencía a mis papás (a regañadientes) para que me dieran chance de quedarme en su casa.
En aquel entonces Cha trabaja en gobierno, y le iba bastante bien en su chamba. Así que los viernes de quincena eran una maravilla.
Cada viernes de quincena íbamos (o a veces el iba solo) a la europea que estaba enfrente de su oficina.
Comprábamos una botella de Bacardi (porque nos encanta) y jamón serrano, aceitunas, palmitos. Botanas de gente popof que me encantan.
Aquel viernes, Cha salió de la oficina y paso por mi.
"Cielo, hoy tengo antojo como de un tequila" me dijo entrando a un Oxxo, porque no había pasado a la Europea.
"A mí esa madre me saca el diablo" le dije yo con cara de preocupación. "Mejor un bashardun le blanc (Bacardi blanco en idioma mamón), más vale malo por conocido...".
Entramos, escogimos papitas y chunches y pregunté por la famosísima promo de Bacardi del Oxxo.
No había. Ese viernes el destino ya había decidió que no iba a tomar Bacardi, y en vez de eso, había una promoción de tequila con hielo y un squirt creo.
Cha me miró con cara de picarón
"Ándale amor, te preparo unos vampiros".
Rodé los ojos y con una cara de resignación le dije "órale pues, pues si el destino quiere que sea tequila, tequila será".
Compro la botella de tequila, una botella de sangrita, las botanas y pagó.
Salimos de ahí con rumbo al depa.
Algo que Cha y yo acostumbrabamos mucho de novios era eso. No nos hacía falta nadiez bastaba con nosotros dos.
Nos sentábamos en el comedor del depa, con el chupe, las botanas, los cigarros y poníamos música que solo a nosotros nos gusta tomando en cuenta nuestra edad.
A veces escuchábamos a Enrique Guzmán, Angélica María, los rebeldes del rock.
Cuando estábamos más romanticones nuestras noches pasaban al ritmo del requinto de los tres ases, los tres caballeros, Eddie Gormé y los panchos.
Otras veces era Elvis o Frank Sinatra.
Nos sentábamos horas a platicar, a resolver el mundo, a reír, a contarnos todo. Siempre nos hemos contado (casi) todo.
Aquel viernes llegamos, pusimos musica para no variar y nos sentamos a platicar.
Cha preparo media jarra de vampiro. También le sabe a los tragos ¿Recuerdan? Tequila, sangrita, limón, sal, squirt y su toque secreto.
Apenas le di el primer trago y sentí como me quemaba el esófago.
"Cha, no puedo tomarme esto, me voy a morir de agruras al rato" le dije con cara de sufrimiento.
"Jajaja eres una señora Liz. Anda pues te preparo una paloma" me dijo divertido.
Uff. Que palomas. La neta mi marido tiene una mano pa' los tragos que pa que les cuento.
Pero llegó un momento en el que, no se porque chingados, pase de las palomas a los tequilas derechos.
Después de unas 5 palomas, ya el tequila derecho me entraba sin pedos por la garganta. Así es, la memoria del borracho.
Ya sentía yo las chapitas bien rojas al estilo Heidi. Empezaba a sentir calor y pues como todo, el alcohol afloja.
"¿Sabes que Cha? Si vamos a tomar, vamos a tomar con dinámica" jajaja no sé en qué estaba pensando.
"A ver, te escucho, ¿cómo con dinámica?" Me preguntó entre divertido y curioso.
"Pus si, así, una jueguito de cartas, un yo nunca nunca, no sé". ¿Que carajos? Ni que hubiera ido en la prepa, pero no sé xq tenía ganas de divertirme ese día.
"Vale, vamos a jugar mentirosa" me dijo el mientras de la cantina sacaba un cubilete.
Ay Liz. Ingenua Liz. Pendeja Liz.
De haber sabido jamás hubiera aceptado.
Resulta que mentirosa es un juego muy parecido al "bullshit" que sale en la peli de como perder a una hombre en 10 días.
El jugador revuelve los dados dentro del cubilete, y deja caer el cubilete boca abajo sobre la mesa. Solo quien hizo el tiro puede ver los dados. Y entonces dice "tengo un par, tengo una tercia, tengo Pachuca, etc".
El contrincante debe decir "es verdad" o "mentirosa".
Si el tirador es descubierto, toma; pero si el contrincante la caga, el que toma es él.
Mal. Error. Pésimo servicio.
Verán, soy super mala para mentir. Me gana la risa, me pongo nerviosa o así. Y Cha es un as. Tiene poker face cuando quiere.
Mi turno.
"Tengo una tercia de ases" decía yo super segura (y un poquito jarra), teniendo un par de dos.
Un segundo, dos segundos. Cha me miraba fijamente.
Yo sonreía, o miraba para otro lado, o bajaba la vista a la mesa.
"Mentirosa decía él".
Y entonces Liz tomaba un shot pequeño de tequila.
Turno de Cha.
"Tengo un poker de reynas" me decía con cara impasible. Gesto serio. Mirada profunda.
"Mentirosa" decía yo mientras Cha levantaba el cubilete para dejar ver un poker de reynas.
Otro shot para Liz.
¿A quien carajos se le ocurrió que era buena idea jugar con dinámica? Pues a mí. Claro que sí, yo y mis grandes ideas.
En cuestión de una hora yo ya estaba borracha. Peda. Pedísima.
Y dirían por ahí, peda pero no pendeja.
Cha lo estaba disfrutando de lo lindo. Porque jamás me había visto así, perder el glam, siempre sobria nunca insobria.
Pero pues yo creo que pensó "está borrachita ni cuenta se da" y si me di cuenta.
Cha me estaba fichando peor que Carmelita Salinas en las películas con Rafael Inclán.
Así que cuando yo ganaba, las poquitas veces que logré ganar, el se hacía bieeen güey y hacía como que le tomaba pero no.