Relatos de Mrs Unright

Fotos de boda

A estas horas de la madrugada estábamos arreglando el archivero deshaciéndonos de papeles que nomás estorban...

En un portafolio teníamos antes los papeles importantes, así que decidimos pasarlos al archivero de la oficina de Chá.

Entre lo papeles salió un folder que dice "fotos boda".
Recuerdo que las pagamos, las metimos en ese folder y ahí se quedaron guardadas.

Comienzo a verlas... Hay una foto que me brinca entre todas, y es que está foto, lo juro, no la había visto antes. Porque las vi de rápido, porque no puse atención, porque soy medio güey, que se yo...

Automáticamente mis ojos se arrasan y siento el tintineo de las lágrimas que presurosas y emocionadas insisten en recorrer mis mejillas.

Cha me pregunta que pasa y le enseño la foto con una sonrisa melancólica

"Estábamos requeté gordos manita" me dice Cha entre conmovido y divertido.

Y es que está foto no necesita explicación, por lo menos para mí no. Pero como me encanta la chisma, pues les comparto mi sentir.

En esta foto se refleja tanto...

Dos gorditos, llorando conmovidos mientras se entregan las argollas de matrimonio; emprendiendo una nueva aventura con un bebé en mi vientre, llenos de ilusiones, de miedos, de esperanzas y de mucho, mucho, pero muuucho amor.

Sin saber que nos esperaba en el matrimonio, nos prometimos aquel día hacer todo, todo lo humanamente posible por siempre apoyarnos, respetarnos, amarnos y acompañarnos en el camino, que está de más decir ha sido sorprendente.

Atrás, una familia enorme como testigo de esa promesa. Jajaja, casi nos corren en la delegación porque éramos un montón, y cuando la jueza dijo "los declaro unidos en legítimo matrimonio" se escucharon los gritos, aplausos, chiflidos y casi casi las matracas.

Una familia que nos ha acogido a cada uno, que nos ha apoyado, que ha llorado nuestras tristezas y que se ha regocijado con nuestros triunfos.

Una familia que, cuando supo que nos íbamos a casar (en condiciones muy sencillas porque la situación era muy precaria) no tardaron en alzar la mano, y así, entre abrazos, bendiciones y mucho amor, sin pedirles nada, nos dieron todo.... Y así, una boda sencilla termino siendo el evento más bonito y bendecido de todos.

Ahí, parada frente a Chá, con mi pancita de 3 meses, pensé en un momento "y llegó mi final feliz".

Hoy, poco más de 5 años después, se que ese no era el final feliz, ¡Que va!

Era el inicio de un crecimiento juntos, que ha sido impresionante, pero también muy doloroso en ocasiones.

Que a veces no cabemos de amor el uno por el otro y a veces queremos dormir cada uno viendo a la pared.

Que yo no puedo apachurrar la pasta de dientes de abajo para arriba, pero Cha no le atina al bote de la ropa sucia.

Que en alguna ocasión, presos de la desesperanza, lloramos frente a frente para hablar de divorcio y darnos un adiós del que nos arrepentimos días después.

Y es que, ¿qué es el amor? Si no la complicidad, el compañerismo, la paciencia y las ganas de salir adelante.

Nada es eterno. ¿Qué nos depara el destino? No lo sé.

Lo que si se es que este tiempo a su lado ha sido sin duda la aventura más increíble en la que me he embarcado...

Y que sin duda, ha sido un placer caminar a su lado.

Por lo pronto, hoy dormiré soñando, con ese bebé que aún no viene en camino pero que ya estamos amando...

Querido Cha, un placer compartir la vida contigo, eres el mejor compañero de vida que pude haber elegido.

Te amo gordito

Besos,
Mrs. (Bellos Recuerdos) UnRight



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En el texto hay: relatos cortos

Editado: 15.05.2021

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