Relatos de un cazador

1.1

Capítulo 1.1

Preparación.

 

Mi primera cacería fue desastrosa, he matado antes pero nunca a tantos juntos, mi hermano me salvo.

 

Eso tuvo que haber sido hace algunas semanas. Si, le mentí al acero.

 

Pase entrenando bastante, pero esta sería mi primera vez desde aquella bochornosa demostración de habilidad.

 

Mi hermano dijo mientras estaba en la barra del gremio esperando informes sobre las misiones de goblins.

 

“ve a la herrería para comprarte una espada en condiciones y a la tienda de botánica para comprar un antídoto.”

 

Tenía una bolsa de monedas de bronce y plata, 15 de bronce y 5 de plata para ser exactos.

 

La herrería no estaba lejos del gremio, una decisión estratégica para vender más… quizá, no me importaba demasiado pero tampoco me desagradaba la idea de saber más, la mayoría de mi infancia me la pase en el bosque y en mi pueblo natal… no se mucho sobre este mundo fuera de la cacería y el llevar cosas a la espalda.

 

En mi pueblo natal ayudaba en un granero cargando y descargando, alimentando a los animales y de vez en cuando ayudaba a la patrona de la granja cuando parían animales.

 

Vivía con mi hermano, Dante y mi madre… oh… madre.

 

Desvaríos, iba en camino a la herrería y vi al aventurero de acero con una chica pelirroja y un caballero que llevaba una gran espada a su espalda, todos llevaban armaduras brillantes y relucientes… ah codicia allí estas.

 

Cuando entré a la herrería vi a un hombre musculoso de unos 40 años, era calvo, pero tenía una frondosa barba que le cubría la parte inferior de la cara, tenía un delantal de cuero grueso con herramientas visibles en sus bolsillos, no llevaba camisa y tenía un pantalón también de cuero e iba descalzo, el me miro y dijo.

 

“¿te vas a quedar allí viéndome o compraras algo?”

 

Yo me acerqué al mesón que tenía delante de él y le dije.

 

“Si, una espada y un escudo pequeño.”

 

El apunto a unos estantes a mi derecha y dijo.

 

“allí encontraras lo que necesitas.”

 

Había desde escudos grandes y pesados hasta escudos de cuero livianos, aunque en cantidades reducidas, también había algunas espadas y cuchillos, aunque había un estante que tenía espadones a mi espalda, aunque no tenía la fuerza para cargarlos sin necesitar 2 minutos de recuperación para poder dar otro golpe.

 

Tenía buen físico y tenía fuerza, cargar y descargar fardos de paja y heno durante tantos años hasta… hasta ese momento.

 

Había variedad, pero elegí una espada corta y ancha, si tu espada choca contra las paredes de la cueva estarás vendido, y morirás.

 

De escudos elegí uno pequeño porque no se tenía que agarrar con la mano si no que se podía amarrar en el antebrazo y eso me permitía tener una mano libre para cualquier situación comprometedora, siento que me demoro mucho hablando y pensando en mi cabeza, pero por ahora solo han pasado unos instantes, es… extraño.

 

El tiempo en mi mente pasa más lento en mi cabeza o solamente es que… mi propia estupidez me exaspera.

 

Debería de haberle prestado más atención a las clases de mi madre, mmm… Si… tuve que prestar más atención.

 

Me acerqué al mostrador donde estaba el y dije, en un tono amigable, pero bajo.

 

“¿esto cuánto cuesta?”

 

El contesto mientras agarraba el escudo y lo revisaba.

 

“2 de bronce la espada y 4 el escudo.”

 

6 monedas de bronce, eso me dejaría con 9 para después, la posada vale 1 moneda de bronce una habitación por una noche, la otra vez me pagaron 10 monedas de bronce por los goblins, pero fue un caso especial, no sé cuánto me pagaran esta vez.

 

Le dije al herrero.

 

“te los compro a 4 monedas de bronce las dos cosas”

 

El herrero no se veía molesto, pero contesto de una manera agresiva.

 

“¿y si te convierto en comida para los cerdos de las granjas locales? Ganaría más dinero y me ahorraría de ver tu casco de nuevo.”

 

Yo respondí sarcásticamente, intentando no hacer otro enemigo.

 

“eso es un no, ¿cierto?”

 

El rio un poco y dijo.

 

“me caes bien, te lo dejo a 5 y no te conviertes en alimento de cerdo.”

 

Vaya… convencerlo de hacerme un descuento fue mucho más fácil de lo que creía que iba a ser.

 

Le respondí de una forma amable y agradecida, aunque en realidad estaba pensando si esto fue una excepción o así de fácil podría ser conseguir las cosas aquí

 

“gracias me asegurare de decirle a todos de que el dueño de esta tienda es muy amable.”

 

El respondió mientras reía.

 

“la mayoría de aventureros de esta ciudad me conocen, mi tienda está cerca del gremio y es fácil encontrarla para venir a prepararse ante de algún trabajo.”

 

Así que si era una decisión estratégica después de todo.

 

Respondí mientras amarraba las cuerdas del escudo alrededor de mi antebrazo.

 

“oh, ya veo.”

 

Mientras salía puse la espada que había comprado en mi cinturón y me despedía con la mano izquierda.

 

Ahora la botánica.

 

La botánica no estaba lejos de la herrería, la tienda de botánica debería de estar en una esquina, cerca del barrio comercial.

 

El barrio comercial olía a hierbas, granos, verduras varias y carnes, ah y pescado, ese olor lo inunda todo.

 

Mientras caminaba por el barrio comercial la gente me ofrecía sus productos diciendo.

 

“hey señor aventurero, compre estos productos frescos de primera, recién sacados del mar y de las granjas locales.”



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En el texto hay: seinen, violencia, luchas

Editado: 06.07.2021

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