Relatos De Un Pulpo

Introducción a mí.

Si me preguntaran si mi vida, ¿es interesante? Y que podrías decirles.

Tengo un hogar en el fondo de un océano, cuya tranquilidad es paz, y harmonía, pero no siempre lo fue así, incluso siempre encuentro dentro de mi capacidad cerebral peligros que acechan. Por suerte poseo una cueva donde escabullirme, a la cual llamo hogar. La aseo constantemente en el jugo familiar, y de vez en cuando me gusta ordenar decorando con alguna pieza de arte, como las perlas de las ostras que dejaron de existir, adornos que mi mujer aprecia. Y alguna alga de color para darle vida a la casa. Y flores terrestres que Rea, siempre condecora en los lugares sombríos que aparecen ocultos, y dan su presencia con esas plantas, que poseen un sentido medicinal, visual, y olfativo.

No vea extraño, seguro, le parecerá insólito una cabeza más grande que un cuerpo le esté platicando sobre su vida. No piense en mí como un monstruo devora hombres, esas son fabulas de libros, películas, y una que otra especie que yace muerta en las playas con una estatura fuera de lo normal. Solo soy un tímido muchacho con una cabeza gigante, sin cuerpo. Por cierto, nunca supe lo que es un cuerpo. ¿Así es como ustedes lo llaman no?

 

 

Ni tampoco huesos, soy lo que en la naturaleza se conoce como invertebrado. Mi nombre es Oto. Que deriva de Octo, que quiere decir ocho en el lenguaje clásico del griego. Me gusta el idioma. El griego, el latín, aunque me fascina la historia. Escribo, si no convivo, y viajo, si no soy casero. Perdón soy un poco complicado en mi vocabulario, es que cada vez que hago algún comentario me extiendo. En mi época escolar, los profesores siempre me llamaban la atención por mi manera de escribir, fuera del contexto de la pregunta. Usted sabe. Estimado, defina tal punto; y yo no solo definía, sino un poco más contaba la vida de los personajes, y como se fundó el papel, y el examen en las escuelas.

Intente por todas mis fuerzas mejorar mi caligrafía que siempre ha sido desastrosa. Y cada uno de mis tentáculos desarrollaba pesimamente. Mi madre me envío a practicar una, y otra vez, aunque mi padre decía déjalo está acabado, mejor que se quede con su letra, podría ser un gran profesional mientras no tenga que dedicar su tiempo a las palabras. Ellos igual en el fondo confiaban en mí. Recuerdo los ojos de mi madre, desde la cuna, y la mirada de mi padre a lo lejos. Y aquí, el caso perdido.

¿Gracioso? Para nada, pero mi padre tenía un buen porte. Cortejó a mi madre en el parque de una arena, recuerdo sus palabras. Tu madre estaba acariciando unos caracoles en el arrecife de coral, y él, se acercó con movimientos sensuales.

Disculpe un momento ….pifffff…pifffff…pifffff.

Disculpe, es que debía expulsar aire, y de paso algunos desechos. ¿Ese tuvo que me señala? En nuestra anatomía le decimos sifón, sirve para lo que le comuniqué. No se tape la nariz, estamos bajo el agua, el olfato aquí, es una noción efímera. Y en esta casa existen conductos de aire que se filtran al exterior.

Como le seguía manifestando, mi padre con su exótico aire alentador. Mudando de piel, y engrandeciendo su figura. Ella quedó cautivada desde un comienzo. Se aferró a ella, y la abrazó con uno de sus tentáculos, y el amor llego en forma de gametos que en cuchara se servían desde uno de sus tentáculos. Luego entrecruzaron tentáculos, dicen que las madres a veces se comen a los papas, pues en este caso no pareció ser así, incluso se prometieron el amor, ante una estrella de mar que los consagró en sagrado matrimonio. Tuve la misma fortuna con Rea.

Así es, se casaron. Le parecerá extraño, ¿y que tanto? Hoy en día hay parejas que duran años sin llegar a nada, y otras en segundos llegan a todo. Y fue que depositó sus energías en las cavidades de mi madre.

Cuando abrí los ojos por primera vez, éramos como diez mil hermanitos. A mí, me tocó ser el número ocho. Estuve así de cerquita de ser el primogénito.

Espéreme un instante, quiero poner un poco de música. Algo como para distender, en cuanto continúo la historia. Le voy a poner un disco sensacional. Génesis. I`can dance. El álbum es una joya de los años 90. Tenían al mejor Phil Collins en mi parecer. Yo me enamoré de mi mujer escuchando sus baladas personales. Entre ellas, a grooby kind of love. Fue la canción que coloqué en mi mente cuando ella apareció en las arenas del coral. No comunicábamos seguido con movimientos de tentáculos. Se llama gesticulación. Fue así, ya que su madre, no dejaba que ella saliera por los peligros que se manifiestan en las profundidades. Ella vivía cerca de un barrio a las afueras de la plataforma marina. Lugar infestado de tiburones. ¡Si! así como se lo menciono. La primera vez fue

 

 

amor eterno. Lo nuestro era sentimiento puro, se dice que hay química entre los seres, y luego de ello se genera la relación, pero con esa dama, la química pasaba a un segundo plano. Un poder majestuoso se nos impuso. Una alquimia que se construía con la energía de nuestros tres corazones. Asimismo, como lo hizo mi padre, nos unimos para nunca más alejarnos. Por dios, el cassette tiene la cinta fuera de sitio, siempre me ocurre. Espere que lo compagine, mientras, ¿si quiere, puedo servirle un café?. Mejor dos. ¡Ah! luego le explicaré eso de tener tres corazones, ya que con uno no basta. Hay mucho para sentir, para conocer, y amar. Necesitamos lo suficiente en esta tertulia de vida de cefalópodos, como para que cada vez seamos algo mejor de lo que somos. Invertir en amor en estos tiempos de idas y vueltas, es el negocio del futuro




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