―Médicos entraban y salían de la instalación; de una inmensa carpa de cuarentena que habíamos puesto para analizar a los animales a las afueras de la ciudad, para no vernos involucrados con los ciudadanos y que no hubiesen preguntas. Debíamos trabajar en total silencio y concentración. En algún momento, también, debíamos expandirnos… pero eso no llegó hasta mucho más tarde de la noche ―dijo el médico en voz alta mientras se grababa a sí mismo frente a la videocámara de su teléfono celular.
No había pasado mucho tiempo desde que la ayuda se había pedido. Era aún muy temprano; exactamente las cuatro y cuarenta y tres de la mañana del día de ayer. Alguien del gobierno pidió ayuda tas haber sido mordido por su reptil mascota, así que tuvimos que salir corriendo a la llamada.
En el camino nos encontramos con varias personas que corrían apurados, ya a las cinco y diez de la mañana. Algo raro pasaba, pues la policía no tardó en alcanzar las incontables escenas de crímenes que aparecieron por toda la ciudad.
Tras superar el tráfico de gente, a las cinco y veinte de la madrugada llegamos a la instalación; a la carpa que muy rápidamente crearon a las afueras de la ciudad cerca de la mansión del gobernador. Allí también tenían retenidos, entre algunos muertos, a diversos tipos de animales que atacaron a los guardias y personal del político.
Comenzamos analizando la situación, resguardando la vida del contratista y comenzando a pensar en qué podía causar tal desastre. Así llegó el personal que faltaba y comenzó la búsqueda de la verdad.
Tras doce horas de investigación, más que nada recolección de muestras sangre de todo tipo, heses, pelaje-escamas y salivas, y después de analizar sus comportamientos erráticos, no pudimos encontrar nada. También se analizaron sin completar los cambios ambientales básicos, pero en medio de la investigación se dio una orden nueva; trasladarnos a un centro médico especializado creado debajo del hospital central de la ciudad.
Así comenzaron más horas de análisis y pruebas en más pacientes para aquellos a los que realmente les importaba. Pero mi trabajo era el de descubrir la razón del cambio sicológico en los animales, pues mi rama específica es la etología, la rama que estudia el comportamiento animal.
―¡Jefe! ―le llamó a gritos uno de los científicos que llegaba con un joven que pedía ayudar e irrumpiendo con su registro.
Al ser llamado y observar de lado a la quizás salida, se levantó rápidamente, apagó el micrófono pensando que había pausado la grabación y se alejó de la cámara por unos minutos. Nada se pudo escuchar mientras tanto, pero se veía cómo pasaba el personal detrás de la silla en la que se sentaba el científico.
Tras varios minutos se acercó a su escritorio de nuevo, donde estaba su teléfono aun grabando y comenzó a mencionar los procesos que llevaba al ver que este seguía recopilando información.
El primer paciente sufrió una mordedura de reptil inofensivo actualmente pero mortal de la naturaleza. El sujeto se encuentra ya libre tras ser analizado y previamente atendido, pues no se le podía retener por mucho tiempo ya que era importante para la salud mental de los ciudadanos a los que debía informar.
El paciente número dos, traído hace poco más de media hora, no presenta ninguna herida, ni efectos secundarios al clima en el que se le encontró; un extraño entorno, mayormente un antiguo bosque por alguna razón está cubierto de arena y que fue convertido en algo parecido a un desierto. Yo no lo he visto aún, pero eso contó tanto el personal de evacuación-exploración como el mismo sujeto, quién pidió ayudar con la investigación.
El tercer paciente, a quién trajeron hace diez minutos, presenta graves heridas de mordeduras en sus piernas, brazos y gran parte de su espalda de lo que parecen ser grandes caninos; de perros, según contó el afectado. Ya se está buscando su dirección y se traerán a sus mascotas para su respectivo análisis. También está siendo muy bien atendido por nuestro personal y está fuera de peligro alguno.
―Por ahora no hay más información, pero esperamos encontrar la causa del fenómeno registrado ya como: La Peste, pues por otro lado, el extraño ambiente del que trajeron al segundo sujeto está fuera de nuestra rama científica ―el científico presionó su celular y apagó la videocámara, dejando así de grabar.
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Editado: 24.10.2019