La noche es tan oscura y permanente que se hace difícil seguir por el camino. Un paso a la vez y la pálida piel se hace más blanca por el gélido ambiente. Temblores recorren su cuerpo con cada pisada, lo que se ve potenciado por una fuerza que le impide levantar la cabeza.
Ella hace un esfuerzo constante de ver ese cielo que le dijeron que estaba lleno de luces, pero sus fuerzas no son suficientes. Su piel se eriza ante un sordo ruido de un caminar constante. ¿Qué es lo que viene tras de mí? Se imagina por breves segundos que podía ser ese ser oscuro que la quería llevar a un vórtice. Pero cada ruido de sus pies indicaba otra persona.
¿Quién es? Grita dentro de su imposibilidad de levantar la cabeza. Estaba asustada, porque quizás era otro ser peor al que ya la acompañaba de vez en cuando.
Al llegar detrás de ella, solo había temblores y lágrimas. Cuando siente sus dedos en su cuello se dice a sí misma que ya no podría seguir luchando en la penumbra. Sin embargo, algo distinto pasa. Sus manos son calidad y en vez de ahorcarla le da caricias que provocan un frenesí de energías en ella. Podía sentir una fuerza que no había antes, la cual se ve potenciada en el momento en el que aquel extraño comienza a ayudarla a levantar la cabeza.
Había dolor en su alma, uno que la hace llorar de miedo en aquella oscuridad. Cada movimiento que hacía le fue mostrando luces en el cielo, unas más brillantes que otras, pero iluminaban el camino. ¿Qué son?
Entonces una voz tierna le susurra al oído que eran sus estrellas, todas aquellas que la acompañaría sin importar lo que suceda. Unas que comenzaron a enternecer el espíritu dormido por el frío. Se gira y por primera vez puede ver a ese sujeto que la ayudó, quién prontamente le da una sonrisa llena de energía. Su cuerpo se estremece con ardor con su mirada y lleva a que sonría. Había compañía en él, lo cual se ve reflejado cuando toma su mano y la acaricia para pronto llevarla por un camino diferente.
¿Qué quiere conmigo? Él solo le pide que sobreviva y luche por ella, porque es el ser más bello a sus ojos. Uno que merece seguir viviendo ante el mirar de las estrellas y el amanecer que se acercaba por primera vez en tanto tiempo. Vive le pide aquel personaje que insiste en que viva sin parar y sin detener su caminar.
Él sol comienza a salir y pronto se da cuenta de que una hermosa sonrisa le daba fuerzas para seguir. Cierra sus ojos y entiende que es momento de vivir por ella y sus metas. Ya no importaba si llegaba la noche nuevamente, porque ahora sabía que había estrellas acompañándola. Sin olvidar, a aquel compañero que la ayudó a levantar la cabeza.
Seguir y vivir es lo que quiere hacer por el resto de su vida.