Los especímenes habían despertado, estaban fuera de control. No pudieron permanecer en el sueño criogénico hasta llegar al planeta de cuarentena donde serían estudiados.
Las criaturas bípedas en riesgo extremo de extinción en la galaxia corrían fuera de control por los pasillos de la nave, la tripulación hacía lo posible por agarrarlos y volver al crio-sueño, aun faltaban 200 años para llegar al destino y tenían que volver rápido antes de agotar el oxígeno restante que estaba justo para durar dos meses después de despertar dentro de 200 años.
Los pequeños seres lampiños se escondían en cualquier rendija y rincón que había en la nave, eran muy pequeños con respecto a la tripulación de la nave.
El capitán se hartó de la situación y gritó por los comunicadores a lo largo de la nave.
—¡Ineptos! ¡Agarren a los humanos! Puede que sean primitivos, pero en su tiempo ¡Fueron más listos que ustedes, idiotas!