El chico se detuvo y apoyó su cabeza en mi hombro, sus ojos volvieron a la normalidad, su boca estaba llena de sangre, su ropa estaba desgastada y sucia. No podía ver sus facciones gracias a que todo estaba nublado.
La lluvia caía más fuerte resbalando por nuestros cabellos, él era un poco más alto. Acercó sus labios a mi cuello, quería morderme, acerque mi mano a su cabello y lo abrace, esperando que se calmara y dejara de pensar en morderme. Algunas lágrimas de él se deslizaron, sentía como lloraba aunque no me pudiera ver.
Era un primerizo, hasta ahora estaba aprendiendo a usar sus nuevas habilidades y poder controlar su sed por sangre.
–Perdón solo que tengo hambre –Dijo devastado.
Su cabeza continuaba apoyada en mi hombro, yo aún tenía nervios, lo peor es que le dije que me iba a dejar morder y es lo que menos quería que pasará.
Pensé en huir, pero esa no era la mejor opción y las ideas ni siquiera se asomaban por mi mente.
«Estúpida, estúpida, estúpida »
Me repetí varias veces cuando ya no sabía qué hacer.
Mi cuerpo se puso en alerta y saque fuerzas de donde no tenía, terminando con esto de una vez por todas.
–Muérdeme –Ordene, miró confundido –En el hombro, así podré ocultar la marca.
Con la mano destape el hombro dejándolo a su alcance, las marcas anteriores seguían ahí nunca se borraron, los recuerdos de los momentos en que me las hicieron nunca se van a borrar, ahora pertenecen a mí.
Señale el lugar donde podía morderme, no dudo ni un segundo y acerco sus labios, apenas sintió el olor a sangre fresca sus colmillos salieron, un gemido de dolor salió de mis labios en el instante que se incrustaron en la piel, comenzó a succionar con fuerza mi sangre.
Hace años que esto no me pasaba, creo que la última vez fue hace dos años, ya hasta se me había olvidado lo doloroso que era. Le enterré las uñas en la piel, mi cuerpo se estremecía de dolor, algunas lágrimas querían salir. Nunca me gustó ser alimento de un vampiro y al parecer el destino tiene otros planes para mí.
Él seguía succionando con fuerza, si no lo paraba las luces de mis ojos se iban a apagar en cualquier momento. Intenté apartarlo dándole varios golpes, necesitaba que ya terminara, no funcionaba golpearlo seguía succionándome estaba desesperado por devorarme.
«Porque siempre acepto hacer esto»
Golpeé una vez más, se apartó lamiéndose los labios de la sangre que escurría.
Revisé los puntos que quedaron marcados en mi hombro aun salían gotas pequeñas de sangre, él chico seguía mirándome como un postre y volviéndose a lamer los labios. Tenía irme de ese lugar rápido, mi trabajo aquí termino y no pienso dejar que me vuelva a morder, fue más doloroso que la última vez.
Di media vuelta sin despedirme, dejándolo votado. Mejor me iba antes de que ser su postre se volviera realidad.
Él se paró enfrente de mí rápido.
–Gracias –Dijo. No pensaba decir nada.
Seguí caminando a mi casa, que no sabía dónde quedaba. Cuando me jalo hasta el callejón no supe que camino tomo.
–Eres la primera que no se asusta –Estaba caminando atrás siguiendo los pasos que yo daba.
–No tengo porque asustarme.
– ¿Ya te habías enfrentado a alguien como yo?
No le estaba prestando tanta atención, todavía buscaba el camino a mi casa. En cualquier momento la gripe iba a atacarme.
«Un vampiro acaba de chuparme la sangre y un resfriado me preocupa más»
–No me vas a responder.
–No. Estoy buscando mi casa, por si no te das cuenta.
– ¿Te llevo?
–No confío en ti –Este día se volvió el de no confiar en nadie.
–Solo tenía hambre.
–Y yo quiero seguir con vida.
Volteé a otro callejón, ahora estaba más perdida ni siquiera reconocía el lugar en donde estaba. Dándome una palmada en la frente suspire, recordando el GPS del celular. Las cosas que estaban en mi bolso estaban desordenadas incluido el celular que no tengo ni idea en adonde lo tire, cuando por fin lo encuentro pongo la dirección de mi casa ¡Estaba a media hora de la casa! y la lluvia como que hoy no pensaba parar.
Los truenos empezaron a sonar por el cielo.
«Sí esto iba a empeorar»
– ¿Te llevo? –Volvió a preguntar.
Estaban acabándoseme las opciones, no quería en irme con él no parece peligroso, pero de pronto se oculte bajo una máscara de mentiras y si este en peligro. Dudaba mucho aunque si lo pienso bien sería la mejor opción llegaría rápido y alcanzaría a estar a tiempo, lo he decidido voy con él. Volteo a buscarlo, no lo veía por ningún lado camine buscándolo y ¡Estaba atacando a una persona! corrí hacia ellos.
En qué momento trajo a un hombre hasta el callejón, sí que era veloz.
– ¡Déjalo! Lo vas a matar –Apenas escuchó mi voz se detuvo.