Capítulo 509: Tang Yunfan tiene un accidente de coche - Parte 1

No tenían idea de lo que habían hecho Gu Ning, Chu Peihan, Hao Ran y Zhang Tianping en la ciudad D y tenían mucha curiosidad.

-”Jefa, ¿por qué vuelves sola? ¿Qué pasa con los demás?” Mu Ke preguntó.

-”Están grabando ahora y no volverán hasta después de una semana”. respondió Gu NIng.

-”¿Qué? ¿Grabando? Todos estaban conmocionados.

-”A Peihan le encanta actuar, así que puedo entender por qué está grabando, ¿pero qué están haciendo Hao Ran y Zhang Tianping allí?” Mu Ke estaba confundido.

-”¡Por cierto! ¿Por qué no me llamaste? ¡Sería divertido! Aunque no soy bueno actuando, creo que sería un gran extra”, dijo Qin Zixun.

-”Fue una emergencia y fueron allí a ayudarme. Ya me siento mal porque grabar haya ocupado gran parte de su tiempo, no puedo hacerte perder el tiempo también”, dijo Gu Ning.

-”Sin embargo, ¿por qué los llamaste a ellos y no a nosotros?” preguntó Qin Zixun. Sintió que lo habían ignorado.

Gu Ning se rió un poco. -”¿No dijiste que quieres ser un buen estudiante? Si te hubiera llamado, no te habrías concentrado en tus estudios”.

Qin Zixun se quedó callado por un segundo y no sabía cómo contestar. Aunque no le importaba ausentarse de clases durante una o dos semanas, de hecho había afirmado que quería ser un buen estudiante. Por lo tanto, era totalmente razonable que Gu Ning no lo llamará.

Los demás inmediatamente se burlaron de Qin Zixun.

-”Jefa, está bien si nos necesitas y no nos importa ausentarnos de clases durante una semana o dos”, dijo Mu Ke.

-”Muy bien, la clase está a punto de empezar. ¡Volvamos a nuestras aulas ahora!” Gu Ning dijo.

Wang Sufen durmió inusualmente bien y había pensado que estaría despierta toda la noche, pero inesperadamente, durmió como un bebé. Por lo tanto, cuando Wang Sufen se levantó al día siguiente, no se veía cansada en absoluto.

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Todo fue por el cristal de poder de Gu Ning. Sin embargo, Wang Sufren todavía se sentía enfadada.

Gu Man ya le había preparado el desayuno cuando salió de la habitación de invitados, lo que la hizo sentir un poco avergonzada.

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Gu Man le dijo a Wang Sufen que dejara su trabajo en la fábrica. Para proteger la dignidad de Wang Sufen, Gu Man le dijo que le faltaba personal  y que necesitaba su ayuda.

Wang Sufen entendió que Gu Man estaba ayudando y ella quería negarse, pero Gu Man insistió en ello, por lo que al final accedió.

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Gu Man junto con Gu Qing acompañaron a Wang Sufen a la Oficina de Asuntos Civiles.

Debido a Gu Man, Gu Qing también estaba familiarizada con Wang Sufen y también sentía una profunda simpatía por Wang Sufen. Mientras tanto, Gu Qing también creía que era bueno que Wang Sufen dejará al hombre lo antes posible.

Gu Man le dijo a su hermana que Wang Sufen trabajaría para ellas en el salón de belleza a partir de ese momento y Gu Qing lo aprobó. Ni Gu Man ni Gu Qing sabían conducir, así que cogieron un taxi.

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Terminaron el proceso de divorcio, pero Wang Sufen se quedó sin nada, porque la pareja no era rica y su nombre tampoco estaba en el registro local. Yang Dazhi también era demasiado malo para darle un centavo y Wang Sufen ahora solo tenía varios miles de yuanes con ella, que era el sueldo que acababa de recibir de la fábrica.

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Gu Qing y Gu Man acompañaron a Wang Sufen a dejar su trabajo en la fábrica y cuando llegaron a la fábrica, se encontraron con Xu Xinlan que acababa de salir.

Al ver a Gu Man, Xu Xinlan estaba enfadada. -”Oh, ¿no es esta Gu Man? ¿Qué, no puedes encontrar trabajo en otro lado, así que has vuelto aquí otra vez? ¡Déjame decirte qué, de ninguna manera!” Xu Xinlan era muy arrogante y terca.

-”Bueno, ¿quién te dijo que volvía aquí para buscar trabajo?” Gu Man puso los ojos en blanco. -”Vine aquí con Sufen porque va a renunciar”.

“¿Qué? ¿Va a renunciar?” Al escuchar eso, Xu Xinlan se sorprendió, pero no se avergonzó en absoluto de lo que dijo. Era demasiado terca y arrogante para tener sentido de la vergüenza.

-”¿Encontró un trabajo mejor?” Preguntó Xu Xinlan.

-”Por supuesto”, dijo Gu Man, luego ignoró a Xu Xinlan y entró a la fábrica con Wang Sufen, seguido de Gu Qing.

-”Tú…” Xu Xinlan estaba enfadada porque la ignoraron, pero no podía hacer nada al respecto.

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Wang Sufen renunció con éxito a su trabajo y después, fueron juntas al salón de belleza. Aunque todavía estaba en construcción, Gu Man y Gu Qing necesitaban ver el progreso todos los días.

Planearon ayudar a Wang Sufen a encontrar un nuevo apartamento después de ver el progreso de la construcción del salón de belleza.