Capítulo 796: No es el momento de hacerlo pubico

"¿Qué? ¿Ella es la Diosa Gu?”.

"¡Sí! Es una chica increíble y mucha gente la considera su ídolo. ¡Estoy tan emocionada de verla en la vida real! Debo tomar una foto para recordar este momento”.

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Muchas personas sacaron sus teléfonos para hacerle fotos.

Du Laifeng también se sintió honrado cuando Tang Haifeng apareció ante su vista, a pesar de que vino aquí por Gu Ning. ¡Nunca antes había conocido a una figura tan importante!.

"¡Es un placer conocerlo Maestro Tang, jefe!" Du Laifeng los saludó con respeto.

ᴀʟ ᴇsᴄᴜᴄʜᴀʀ ᴇsᴏ

Todos los espectadores se sorprendieron al saber que esta tienda de antigüedades era de Gu Ning.

Tal vez fue porque Gu Ning ahora era una famosa y exitosa mujer de negocios, pero no les sorprendió que Gu Ning fuera dueño de otra tienda.

Li Fengxia y Du Mingda no se atrevieron a hacer nada para lastimar a Gu Ning después de escuchar la noticia.

Tang Haifeng recibió la llamada del Maestro Xiao en el momento en que llegó. El Maestro Xiao le preguntó si ya había llegado y le dijo que iba a encontrarse con él.

Cuando Tang Haifeng le dijo al Maestro Xiao dónde estaba, el Maestro Xiao quedó sorprendido porque era la tienda de Gu Ning.

‘¿Desde cuándo Gu Ning se convirtió en nieta de Tang Haifeng?’ El Maestro Xiao pensó para sí mismo.

El maestro Xiao estaba confundido, pero supuso que tal vez Tang Haifeng trataba a Gu Ning como a su nieta. Sabía quiénes eran los miembros de la familia Tang. De todos modos, la chica tenía que ser muy destacada si Tang Haifeng la apreciaba.

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El Maestro Xiao fue a la tienda de antigüedades de Gu Ning junto con su aprendiz. Al poco tiempo, llegaron y se encontraron con Tang Haifeng y los demás.

-“¡Hola Xiao, ven aquí! Déjame presentarte." Tang Haifeng no podía esperar ni un segundo más para presentarles a Gu Ning. "Esta es mi nieta, Gu Ning".

-"¡Hola, abuelo Xiao, tío Chang!" Gu Ning los saludó cortésmente.

ᴀʟ ᴇsᴄᴜᴄʜᴀʀ ᴇsᴏ

Tang Haifeng se sorprendió. -"Ningning, ¿conoces a Xiao?".

-"Bueno, el abuelo Xiao y el tío Chang visitaron mi tienda ayer", dijo Gu Ning.

-"¡JajaJajajajaja, Tang he visto esas antigüedades reales antes que tú!" Dijo el Maestro Xiao con satisfacción.

-"¿Qué? Ningning, ¿por qué no me llamaste primero? Tang Haifeng estaba disgustado.

Gu Ning inmediatamente explicó con una sonrisa: -"Ayer me encontré con el abuelo Xiao, así que vio esas antigüedades reales antes que tú".

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Tang Haifeng todavía estaba un poco descontento.

-"Tang, ¿desde cuándo tienes otra nieta?" Preguntó el Maestro Xiao con curiosidad.

-“¿No crees que se parece mucho a Yunfan?” Dijo Tang Haifeng.

El Maestro Xiao no le prestó mucha atención hasta ahora porque acababa de conocer a Tang Yunfan varias veces y estaba perdiendo la memoria ya que era un anciano.

Miró más de cerca el rostro de Gu Ning y se sorprendió al descubrir que Gu Ning realmente se parecía mucho a Tang Yunfan. Se le ocurrió una idea y abrió los ojos en estado de shock.-“¿Es ella de Yunfan…”

-"Exacto, pero aún no es el momento de hacerlo público". Tang Haifeng interrumpió al Maestro Xiao antes de que pudiera terminar su oración.

ᴀʟ ᴇsᴄᴜᴄʜᴀʀ ᴇsᴏ

El Maestro Xiao cerró la boca, pero sintió curiosidad por saber por qué Tang Yunfan de repente tuvo una hija.

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Se entregaron muchas cestas de flores bajo el nombre de Jade Beauty Jewelry, Charm y Tanghuang Group.

El Maestro Lei también llegó un rato después y Zhao Yiru también apareció.

Todos vinieron con cestas de flores, lo que provocó que la calle antigua se incendiara con flores frescas.

Los amigos de Tang Haifeng que eran miembros de la Asociación de Antigüedades llegaron uno tras otro. Uno de ellos era su cabeza.

Dado el alto estatus social de Tang Haifeng, todos sus amigos eran figuras importantes.

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Tang Haifeng presentó a Gu Ning a sus amigos y todos sentían tanta curiosidad como el Maestro Xiao por Gu Ning. Sin embargo, Tang Haifeng les dijo que no era el momento de hacerlo público por lo que no preguntaron más.

La llegada de estos importantes personajes causó sensación en la calle de antigüedades. Muchos amantes de las antigüedades y propietarios de otras tiendas de antigüedades corrieron a echar un vistazo.

Varios miembros de la Asociación de Antigüedades eran visitantes frecuentes de la calle de antigüedades, por lo que supieron que muchos de sus amigos estaban allí. En los minutos siguientes, la gente estaba ocupada saludándose y charlando entre sí, llena de ruido.