-”No es así de fácil. Debo encontrar a alguien a quien le guste y que también me guste o será aburrido”, dijo An Ran.
Puedes llevar un caballo al agua pero no puedes obligarlo a beber. La mayoría de la gente se enamora de alguien a quien le gusta y tampoco les gustaba quien los admiraban, An Ran negó con la cabeza. -”Olvídalo. Simplemente deja que el destino guíe el camino”.
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Miró a Cao Wenxin. -”Si realmente vas a tener novio pronto, él debe invitarnos a comer. ¡Somos amigos cercanos después de todo!”.
Aún no estaba hecho, por lo que An Ran no le preguntó a Cao Wenxin quién era el hombre, ni tampoco Gao Chegnyun.
-”¡No hay problema!” Cao Wenxin sonrió.
Se quedaron en el café y continuaron hablando de sus negocios.
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El teléfono de Cao Wenxin volvió a sonar y la persona que llamara era Xin Bei.
Cao Wenxin contestó de inmediato. -”¿Ya llegaste?”.
-”Sí, estamos abajo”, dijo Xin Bei.
-”Genial, ya bajo”, dijo Cao Wenxin y luego colgó. Cogió su bolso y dijo: -”Bueno, tengo que irme ahora”.
-”Adiós”, An Ran agitó la mano.
-”Adiós”, le dijo Gao Chengyun a Cao Wenxin.
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An Ran suspiró y le dijo a Gao Chengyun con profunda simpatía. -”Creo que puedes rendirte ahora”.
An Ran sabía que Gao Chegnyun había admirado a Cao Wenxin desde lejos durante mucho tiempo, pero nunca le confesó su amor.
A veces quería ayudarlo, pero la actitud de Cao Wenxin era bastante clara, por lo que no hizo nada. Al mismo tiempo, también entendió que era imposible obligar a dos personas a estar juntas si no había amor entre ellos.
-”Tienes razón”, dijo Gao Chengyun. Se rindió, pero todavía se sentía triste.
-”No estés tan triste. Es muy normal enamorarse de alguien a quien no le gustas. El tiempo lo cura todo” An Ran lo consoló.
-”Gracias” Gao Chengyun tenía una sonrisa irónica. De hecho, el tiempo lo curaría todo, pero el proceso también sería doloroso.
Una vez que Cao Wenxin bajó las escaleras vio a Xin Bei parado allí esperándola. Ella se puso nerviosa en un instante y no se atrevió a mirarlo a los ojos.
-”¿Puedes decirme tu respuesta ahora?” Xin Bei la miró fijamente.
-”¿Q-Qué quieres decir?” Cao Wenxin fingió no entender lo que Xin Bei preguntaba.
Xin Bei sabía que se sentía tímida y estaba radiante de felicidad. Dado que Cao Wenxin estaba dispuesta a conocerlo, significaba que ella aceptó ser su novia.
-”¿Quieres ser mi novia?” Preguntó Xin Bei directamente. Era la primera vez en su vida que era tan valiente y directo.
-”Bueno….” Cao Wenxin se sonrojó.
-”¿Quieres?” Preguntó Xin Bei de nuevo.
-”Sí”, dijo Cao Wenxin y bajó la cabeza.
ᴀʟ ᴇsᴄᴜᴄʜᴀʀ ᴇsᴏ
Xin Bei se emocionó. Si no hubieran estado en un lugar público, él la habría abrazado y besado.
Viendo que todo iba según lo planeado, Xin Bei iba a darle algo a Cao Wenxin.
-”Esèra un segundo”, dijo, luego caminó hacia el mostrador. Sobre él había un gran ramo de rosas rojas que fue preparado por Xin Bei.
-”Aquí tienes, esto es para tí”, le dijo Xin Bei a Cao Wenxin.
Cao Wenxin ahora tenía ganas de llorar y sus ojos estaban húmedos de lágrimas de alegría. Aunque no era la primera vez que recibía flores, si era la primera vez que se sentía tan feliz por ello.
Cao Wenxin cogió el ramo de rosas y Xin Bei cogió su mano y salió.
Xin Bei le había dicho a Xu Jinchen que se fuera cuando llegaron aquí, porque quería pasar un tiempo a solas con Cao Wenxin. Aunque Xu Jinchen quería quedarse y chismorrear, temía volver a lastimarse, por lo que condujo el coche hasta el hotel Jinlin.
Él era el único que quedaba soltero ahora.
-”Todavía es temprano. ¿Por qué no damos un paseo?” Dijo Xin Bei.
-”Claro” Cao Wenxin sonrió. No le importaba a dónde iban, pero se sentía feliz y satisfecha de estar con Xin Bei.
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Gu Ning no se fue al hotel de inmediato, sino que fue a la casa de la familia Tang.
Ahora estaba en la ciudad B, por lo que debería visitar a la familia Tang.
Todavía era hora de trabajar, por lo que Tang Yunfan estaba ausente y solo Tang Haifeng, Jiang Lihua y Gu Man estaban en la casa. Tang Haifeng estaba leyendo en su despacho, mientras que Jiang Lihua y Gu Man podaban árboles y flores mientras hablaban en el jardín.
Había jardineros en la familia Tang, pero Jiang Lihua lo hacía ella misma cuando estaba en casa, porque pensaba que era divertido.
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Editado: 23.04.2024