Capítulo 1064: La subasta pública de jade en Birmania

Gu Ning y Leng Shaoting fueron al hotel una vez que llegaron a Yangon (Birmania). Planeaban tomar una ducha antes de ir a la subasta pública de jade. Sin embargo, tan pronto como entraron al hotel de Yangon, Gu Ning vio una cara familiar. La persona era Zhao Yuefeng.

El rostro de Zhao Yuefeng se iluminó en el momento en que vio a Gu Ning.

-”¡Qué coincidencia, señorita Gu!”, saludó Zhao Yuefeng a Gu Ning con una amplia sonrisa, luego su mirada se posó en Leng Shaoting. -”Me alegro de verte, señor Leng”.

-“Hola, tío Zhao, ¿cuándo llegaste aquí?”, Gu Ning le sonrió, mientras que Leng Shaoting solo asintió en reconocimiento.

Zhao Yuefeng entendió que Leng Shaoting siempre se mantenía tranquilo, por lo que no le importó.

-"Llegué ayer. Señorita Gu, ¿acaba de llegar?", preguntó Zhao Yuefeng porque Gu Ning todavía vestía ropa de manga larga, mientras que la gente en Birmania vestía ropa de manga corta debido al clima cálido.

-”Sí, acabamos de llegar”, dijo Gu Ning.

-“¿Ya has reservado una habitación?”, preguntó Zhao Yuefeng con preocupación, porque ya no había habitaciones disponibles.

-”Sí y ahora regresaremos a nuestra habitación”, dijo Gu Ning.

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Gu Ning solo llevaba consigo una pequeña maleta que contenía algo de ropa y productos para el cuidado de la piel.

Debido a que ella vino aquí con Leng Shaoting, no era apropiado que lo pusiera en el espacio del ojo telepático.

-”¡Genial, nos vemos!”, dijo Zhao Yuefeng. -”Creo que será mejor que te apures para que tengas más tiempo para buscar jade de alta calidad”.

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Zhao Yuefeng esperaba poder unirse al equipo de Gu Ning, porque podría recibir orientación y ayuda de Gu Ning dada su extraordinaria habilidad para apostar piedras. Sin embargo, no estaba dispuesto a molestarla.

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La subasta pública de jade duraría tres días y podrían volver a encontrarse tarde o temprano.

El primer día se sacaba a subasta el jade, cuyos precios se hacían públicos al día siguiente. El jade podía ser cortado por la tarde del segundo día, lo que dependía del comprador.

El tercer día de la subasta pública de jade fue una subasta.

-”Nos vemos”, dijo Gu Ning y luego se alejó con Leng Shaoting.

Se movieron rápido y abandonaron el hotel media hora después.

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La subasta pública de jade solo aceptaba efectivo o tarjetas bancarias del Banco Suizo. Aunque Gu Ning tenía una tarjeta bancaria del Banco Suizo, no estaba segura de poder usarla aquí, por lo que fue a cambiarla por dólares en un banco local.

La subasta pública de jade no se realizó en el centro de la ciudad, sino en un lugar a 20 kilómetros de distancia, en un suburbio.

Gu Ning y Leng Shaoting cogieron un taxi y llegaron allí unos 12 minutos después..

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Gu Ning mostró su carta de invitación y un miembro del personal le dio a Gu Ning un documento con información de asuntos que necesitaban atención en la licitación, un número de artículo de licitación, categoría de licitación (oferta abierta o oferta cerrada) , cantidad, así como precio de reserva y tiempo de licitación.

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Aunque las reglas decían que sólo podían entrar personas con una carta de invitación, otros también podían entrar a este lugar pagando algo de dinero.

La subasta pública de jade se llevó a cabo en una espaciosa plaza con tiendas a ambos lados y puestos de materias primas de jade en el medio.

Las materias primas de jade que se colocaban en las tiendas se seleccionaban con gran cuidado, por lo que era más probable cortar jade de ellas y sus precios eran comparativamente más altos.

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Las materias primas de jade colocadas en esos puestos se escogían al azar, por lo que era menos probable cortar jade de ellas y por lo tanto, sus precios eran más bajos.

Las tiendas que rodeaban la plaza tenían tres pisos. Solo el primer piso estaba abierto a los compradores y el segundo, junto con el tercer piso, eran una casa de té o un restaurante, a los que solo podían acceder personas con una carta de invitación. Y al otro lado de la plaza, había un edificio de cinco pisos donde se realizaría la subasta de jade.

Había mucha gente en la plaza, pero afortunadamente la plaza era lo suficientemente grande como para que no estuviera abarrotada.

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Había innumerables materias primas de jade colocadas en la plaza y era imposible para una persona normal echarles un vistazo a todas. Sin embargo, no fue un problema para Gu Ning, porque tenía un par de ojos de jade.

No había límite para las ofertas. Siempre que tuvieras suficiente dinero, podías ofertar por cada pieza de materia prima de jade. Sin embargo, nadie lo haría.