Gael Miller.
─ Nosotros no queríamos esto Gael y tú lo sabías. ─exclamó Thomas alterado mientras caminaba por el garaje de su casa.
─ ¿Por qué te afecta?, es a mí a quien le toco la peor parte.
Él me lanzó una mirada fría para luego revolver su cabello en señal de su rabia.
─ Somos un equipo si te afecta a ti nos afectará a los tres. ─Respire hondo y apoye mis brazos en mis piernas.─ Esto está mal, ¿tú madre no leyó bien el contrato?, estaba tu firma.
─ Intento contactarme con ella pero no me responde.
─ Iré a tomar algo. ─Thomas abrió una de las puertas y entró a su casa dejándome solo, quería matar a alguien y Stefan era uno de ellos.
En todo el día estuve con Thomas y con nuestro mánager hablando de la cláusula que sorprendente apareció en mi contrato. Había aceptado que por un año pueda salir con quien ellos me digan si era necesario.
Las cosas legales no las manejaba yo y se suponía que el contrato que habían leído mi madre y el abogado estaba todo en orden y esto no era lo que habíamos hablado. Trate por dos horas contactarme con mi madre y que me explicara ya que ella seguro estaba al tanto de todo este tema y tenía la segunda parte del contrato que me correspondía.
Paul me avisó que estaba de viaje por un trabajo pero aún así no me devolvía ni las llamadas ni los mensajes, podría llamar a mi padre pero sería en vano.
Estiré una de mis manos y tomé la revista poco conocida que mostraba en la portada a la mujer que acaba de condenarme la jodida existencia. Melisa Connor. Piel trigueña, ojos marron claro y cabello castaño claro que le llegaba hasta la cintura. No ganaba nada negando que era bonita pero sentía que su personalidad iba a ser un asco.
Yo no podía creer que esto realmente me estaba pasando, Stefan había sido claro que era lo que ella necesitaba, no lo estábamos haciendo por mí sino por Melisa. Era cantante o eso era lo que intentaba hacer sólo que necesitaba a alguien que le diera acceso a la fama y ¿a quién le tocó la desgracia?, a mí.
Debía salir por un año y la relación comenzaba en dos semanas, a la banda le iba demasiado bien, rompimos récords mundiales, eramos la banda del momento y estábamos marcando una nueva generación y era por eso que debíamos ayudar a personas que ni su carrera solos podían hacer.
─ ¿Se lo dirás a Isa? ─interrumpió mis pensamientos Thomas dejándome una cerveza delante mío.
Isa, la otra mujer con la que llevaba sin poder contactarme hace cinco horas, ni siquiera había terminado el día y ya habían muchísimos rumores de los que iba a pasar pero hasta entonces todo tenía que ser mentira, pero no podía mentirle al menos no a ella.
─ No lo sé. ─tomé la cerveza y le di un sorbo.
─ ¿Crees que reaccionara bien?
Negué suavemente con la cabeza, no lo creía, habíamos pasado mucho tiempo juntos y en ese lazo de tiempo pude darme cuenta de que en varios momentos se sentía totalmente insegura con ella misma, con su carrera y con su cuerpo. No quería lastimarla porque la que más confío en mí y en la banda fue ella, siempre fue ella y estaba seguro que lo iba a ser toda la vida.
Sabía que debía hablar con ella porque no quería que piense cosas erróneas, pero a la vez no me sentia seguro de todo salga como a mi me gustaría porque esto significa una nueva barrera entre nosotros.
─ ¿Dónde está Ian? ─le pregunte a Thomas.
─ Con Isa o al menos eso fue lo último que me dijo hace unas horas.
Respire hondo y me acomode en el sofá cerrando mis ojos.
─ Todo va a estar bien, ya verás.
─ No voy a decirle a Isa, así que tú tampoco le digas nada.
─ No lo haría sin con tu consentimiento pero debemos hablar con Ian a él no le guardamos secretos.
─ Trata de comunicarte con él.
Thomas sacó el móvil de su bolsillo para luego llamar a Ian, me llevé la cerveza a la boca dándole otro sorbo hasta que mi móvil empezó a vibrar en mi pantalón lo saqué y observé el nombre de mi madre así que atendí rápidamente.
─ ¿Qué es lo que quieres Gael?, estoy trabajando. ─soltó enojada respire hondo para no perder mi paciencia.
─ Estoy teniendo problemas con varias cláusulas que estaban en el contrato, ¿dónde está la segunda copia?
─ ¿Qué problemas?
─ Quieren obligarme a salir con alguien por un año para que su fama suba. ─le respondí mientras revolvía mi cabello, ella no respondió por varios segundos. ─ ¿Lo sabias?
─ Si tú querías tener éxito en la industria debías hacer lo que sea para lograrlo.
─ ¿Me estás jodiendo?, ¿tan poca fe me tenías para hacerme esto?
─ No se trata de si tienes talento no, va por el lado de crecer y esa chica lo necesita.
─ Estoy en una relación con Isa no puedo hacerle esto.
─ ¡Ay por favor Gael!, deja de ser tan imbecil y creer que todo va a ser fácil, esa cantante ya es reconocida y en menos de un año su carrera ni va a existir, concéntrate en las próximas cantantes que si van a tener éxito.
─ ¡Eso a mí no me importa!.
─ Pero a mí sí, soy tu madre y de las cosas legales me encargo yo así que te la aguantas y concéntrate en tú trabajo que te va bien.
Colgue la llamada y deje el móvil en la pequeña mesa y volvi a superar.
─ Ian dijo que esta viniendo aquí con Isa.
─ De acuerdo. ─tomé los papeles para dárselos a Thomas para que los guarde, ambos levantamos las cosas que había en el suelo.
Volví a tirarme en el sofá justo en el momento en el que Ian abría la puerta e ingresaba con Isa quien llevaba unos pantalones negros holgados junto a una campera del mismo color en ella resaltaba el pequeño gorro en su cabeza que era amarillo y la bufanda blanca.
─ Hey chicos, miren esto. ─Ian se acercó a la mesa emocionado y dejó varias bolsas.
─ ¿Qué es? ─preguntó Thomas.
─ Con Isa hicimos bandejas de pasta y varios cupcakes y los repartimos por la ciudad.
Observé a mi chica quien evitaba a toda costa hacer contacto conmigo y se sentó en uno de los sofás individuales, suspiré y saqué las cosas de las bolsas.