Reservado

Capítulo 3

Estar en la recepción es lo más aburrido que hay dentro del hotel sin duda alguna. No sé cómo aguanta Ryan todas las mañanas así. Literalmente es vigilar las cámaras esperando a que pase no sé el que, y esperar a que alguien te necesite para algo. Pero entre que los clientes fijos ya nunca necesitan nada y nunca viene nadie nuevo, esto es lo más aburrido que he hecho nunca.

Menos mal que tengo aquí a Violet con sus deberes de Mates. A la pobre no se le dan bien y, no vamos a mentirnos, estudiando administración de empresa doy bastante matemáticas como para poder ayudarla. Además, los niños son lo mejor que hay, así que es el mejor pasatiempo.

  • Entonces, si multiplico cuatro por ocho, ¿qué pasa con lo que sobra? – pregunta con frustración después de más de una hora intentando entender la multiplicación con llevadas. Con un puchero formándose en sus labios, se acerca a mi apoyando su frente en mi brazo – Kara no lo entiendo, esto es muy difícil.
  • Tranquila que las aprenderás, son muy fáciles ya verás. Sigue como hasta ahora, si lo estabas haciendo muy bien.
  • Eso es fácil para ti que eres un cerebrito, pero yo no valgo para esto. Soy muy torpe, la seño me lo dice siempre – dice levantando la mirada hacia mí con ojos de pena.
  • ¿Quién se cree que es para hablar de lo que no sabe? Tú eres lo que quieras ser y llegarás hasta donde quieras llegar siempre que pongas empeño. Que nada ni nadie te diga lo que eres porque solo tú puedes saberlo – trato de convencerla mirándola a los ojos con determinación mientras poso una mano en su mejilla – Eres la mejor persona que he conocido nunca y eres muy lista Violet. No dejes que nadie te diga lo contrario ¿me has entendido?

Violet se limita a asentir sin despegar su mirada de la mía. Jamás comprenderé porqué las personas se dedican a hundir a los demás. Los niños son frágiles, son esponjas que se creen y absorben todo lo que le dicen los mayores. Si tan solo les dijesen que ellos pueden con esfuerzo, trabajarían para conseguirlo. Pero no, es más fácil tratar de echar por tierra la autoestima de las personas, su propia confianza.

Me duele ver esos ojos grises inundados de pena por no sentir la confianza en sí misma para superarse. Por eso, todos los días que puedo la ayudo a mejorar.

Violet continúa con sus deberes mientras yo sigo vigilando sin que nada verdaderamente ocurra. Siento una vibración en la mesa y veo que tengo un nuevo mensaje.

Tony: Aburrida???

Una de dos: o él está aburrido o tiene que contarme algo.

Kara: Bueeeeno, estoy con Violet en la recepción. Tampoco es que pase algo interesante. Y tú???

Tony: Acabo de llegar a casa después del entrenamiento. Mi padre ya está aquí quejándose de todo, ya sabes

Kara: Ya…. Vaya rollo

Tony: oyeee

Kara: dimee

Tony: quieres ver una peli esta noche??? Podemos ver una de las pasteladas que te encantan

Kara: oye no lo digas como si a ti no te gustasen

Tony: vale, cierto me encantan. Quieres????

Kara: por quien me tomas, claro que quiero

Tony: tu casa??

Kara: yeeess!!

 

Bueno pues ya tengo plan para la noche. Tony suele venir a mi habitación a ver una película muchas noches. La situación en su casa no es la más sencilla así que suele tratar de huir y a mí me encanta pasar tiempo con él. Además, mi madre lo adora. Hablando de mi madre.

Kara: por qué no vienes para cenar?? Seguro que mi madre quiere verte

Tony: nunca diría que no a la comida de Eve 😉

Kara: jajajajaja lo sabía

Tony: nos vemos a las 9

Mientras sigo hablando con Tony por mensaje y Violet continua con sus deberes, escucho como alguien se aclara la garganta detrás del mostrador. Levanto la mirada para chocar con unos ojos azules profundos como el océano. De repente, una oleada de nervios me inunda y me levanto para quedar a su altura al otro lado del mostrador.

  • Buenas tardes, soy Henry Davis – dice mientras extiende su identificación en mi dirección – Hice una reserva hace un mes. Tendría que haber llegado esta mañana, pero he tenido un problema con el coche.

Alargo el brazo para recogerla y veo efectivamente a un Henry Davis más joven. Desvío la mirada hacia el ordenador y veo que, junto al teclado, hay un post-it con la letra de Ryan que dice que había avisado que llegaría esta tarde. Vale pues tenemos un problema. He visto mil veces como se hace un check-in, pero nunca lo he hecho yo. ¿Por qué? Muy sencillo, yo siempre estoy de tarde y eso se suele hacer por la mañana. Mentalmente hago un repaso de todas las cosas que suele decirle mamá a Ryan, por lo que me acerco a coger todos los papeles necesarios.

Ahora que me doy cuenta, debo de parecer una maleducada. Llevo un rato buscando cosas y ni le he contestado, fallo mío. Me giro de repente en su dirección.

  • Buenas tardes, soy Kara Hudson. Bienvenido a nuestro hotel – le extiendo todos los papeles que he ido buscando a la vez que le doy un bolígrafo – Estos son todos los documentos que debe rellenar y enseguida le enseño su habitación.




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