Rose.
Los médicos, ya acostumbrados a mi continua presencia en el hospital, me dieron el alta en cuanto llegó mi tía, ya que los estudios no revelaron nada nuevo.
Otra vez volvía a mi casa sin saber qué es lo que tengo.
Te ofrecieron una respuesta.
No la acepté, pero por suerte tampoco la rechacé.
Estuve pensando en eso, ¿Qué pasa si él no puede responder todas mis preguntas, si no puede ayudarme?
¿Pero si lo logra?
¿Que haré una vez que sepa todo?
¿Estoy preparada?
Demasiadas preguntas.
Mi tía no dijo nada de nada, supongo que ya está cansada de mi, como casi toda mi familia.
Al llegar a casa, mi padre no estaba, como era de esperar.
Seguro estaría en su trabajo, en el que estará hasta la noche.
Espero que no me castigue ésta vez.
Barrí la casa, lavé algunos platos y luego de hacer mi tarea, al fin pude leer en paz. Amo cuando puedo perderme en los libros y olvidarme de todo, entrar a un mundo complemente distinto y luego recordar escenas como si fueran reales, como si yo las hubiera vivido.
~*~
Eran las 9pm cuando dejé de leer para comenzar a preparar la cena, a la que contraria al desayuno, mi padre a veces si estaba conmigo.
Recuerdo la última vez que cenamos con mi madre, yo era pequeña y no pasaba los diez años. Hay veces en las que no entiendo por qué se fue, y por qué no me busca ni me envía ni una carta, como mínimo.
Ella no te quiere.
Ella te abandonó.
Se fue con otro hombre.
¿Acaso recuerdas la última vez que dijo que te quería? No, no lo haces. Porque ella nunca lo dijo.
Esas son algunas de las palabras que me ha estado repitiendo mi padre cada vez que se me ocurre nombrar a mi madre.
Entiendo que la odie por engañarlo, pero yo soy su hija y creo que tengo derecho a verla o a saber algo de ella.
~*~
Cené en sola y en paz, ya que mi padre al parecer llegaría tarde de su trabajo. Dejé su comida preparada en el microondas y luego fui a dormir.
00:00
Solté un grito al despertar por el golpe que había recibido en mi rostro.
No otra vez.
Me tomó de los pelos y me tiró al piso, luego hizo que lo mirara. Las lágrimas ya caían por mi rostro.
- ¡Deja de llorar, niña malcriada! - una cachetada
- ¿¡Por qué siempre llamas la atención!? Sabes que no debes hacerlo, ¡deja de actuar como si estuvieras enferma porque no lo estás! - siguió golpeandome.
Yo cerré mis ojos empapados y esperé a que termine el castigo.
- Deja de hacerlo, entiende que tu madre no va a volver, ya deja de llorar, estúpida niña malcriada. -
Permanecí arrodillada en el suelo, llorando y soportando mi castigo.
No debo intentar detener los castigos, porque sé que los merezco.
Me perdí en mi inconsciencia cuando él terminó, no podía levantarme.
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Al día siguiente desperté demasiado tarde como para ir a mi escuela, me levanté del suelo como pude y me dirigí al baño para cubrir los golpes con maquillaje, como mi padre me enseñó a hacerlo cuando era pequeña, porque la gente no tiene que enterarse de los castigos, eso dice mi padre.
En mi reflejo se veían más golpes en el rostro que lo normal, creo que ésta vez llamé demasiado la atención, debería dejar de hacerlo si no quiero recibir más castigos. Tengo que aprender a controlar ésto.
Mi padre ha intentado enseñarme a controlar mi cuerpo para que deje de enfermarme tanto, ha intentado darme poca comida para que no tenga nada que vomitar y me dio algunas pastillas para los mareos y dolores de cabeza, pero estas solo son temporales, en cuanto pasa el efecto todo regresa. A él le molesta que yo haga esto, que termine en el hospital solo por llamar la atención, dice que solo ocupo el lugar de alguien que lo necesita más que yo.
Creo que debería hablarle sobre Brais, ya que él es quien se ofreció a darnos una respuesta, y con esta tal vez obtengamos la solución a todo ésto.
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Brais Khalid.
No pude dejar de pensar en el caso de Rose, realmente espero que me escriba o algo, tengo que resolver su problema (aunque todavía no sepa cuál es).
Cuando hablé con ella parecía de carácter fuerte, no vi que le molestara de alguna forma hablar de lo que le ocurre, pero bien podría ser toda una máscara o algo así.
Tal vez ella en el fondo no quiere descubrir lo que le ocurre, pero debe hacerlo por su bien.
En mi computadora tenía archivados todos mis casos, resueltos y por resolver así que comencé a buscar coincidencias con Rose.
Me llevó más de una hora, pero encontré el caso resuelto de un chico al que su madre maltrataba, este chico coincidía en el carácter defensivo que presenta Rose, pero aquí dice que a veces se comporta de forma sumisa, como si tuviera miedo de las reacciones de los demás ante sus palabras. Si Rose llega a comportarse así, ya tendré al menos una pista de lo que le podría estar ocurriendo. Este chico solía desmayarse en lugares públicos, escuelas, parques, etc. Así que eso también coincidía con Rose. Anoté en un cuaderno todas las coincidencias que encontré, basándome en lo que había leído del historial clínico.
Los abusos físicos suelen provocar que las víctimas cambien totalmente de actitud, pueden volverse violentos o más vulnerables, y también pueden llegar a intentar repetir lo que le hace su agresor, con otras personas.
Por eso es importante saber identificar a las víctimas y ayudarlas a superar su trauma, ya que esto no sólo las saca de eso sino que también evita otros posibles abusos.
Preparé mi cena y luego de comer me fui a dormir, así de divertida es mi rutina diaria.