-Vale ¿Preparadas? -
- Claro, venga va suéltalo de una vez - respondió Charlotte
- Me han cogido en el concurso -
Anteriormente Michelle nos había explicado que iban a hacer un concurso de moda en el cual presentabas una serie de prendas realizadas por ti y luego las modelaba la misma persona que las diseñaba, dijo que le hacía ilusión participar, así que la noticia que contó me puso muy contenta.
- Enserio ¡eso es genial! - le mostré mi felicidad por su logro.
- Pequeñaja, sabíamos que lo conseguirás - contesto Charlotte mientras la traía hacia ella y le despeinaba.
- Si si, pero eso no es todo - sonrió.
Charlotte y yo nos miramos y contestamos al mismo tiempo:
- ¡¿Más?! -
- Parecéis gemelas - río Mich - Resulta que Max me ha pedido salir.
Abrí los ojos como platos y Charlotte se llevó la mano a la boca.
- ¿Cuando ha pasado eso? - preguntó sorprendida Michelle - Vamos a la misma universidad y no me he entrado, no es posible - negaba ella toda sería y después se le escapó una pequeña risa.
- No me extraña, si últimamente siempre estás empanada - con últimamente me refiero a estos últimos tres meses - Pero aún así Michelle tiene razón, ella se entera de todo - le di la razón.
- Bueno si no fuerais tan impacientes ya sabríais todo - hizo que dejáramos de intentar averiguar el porqué no se enteró Michelle de esto.
- Vale vale nos callamos, pero lo queremos saber TODO - contesté emocionada.
- Bueno esto pasó ayer, por la mañana iba con mucha prisa porque no llegaba a tiempo a las clases, así que no prestaba atención a mi alrededor por lo que casi me choco con Max, el estaba apoyado en la puerta de la entrada y - Charlotte le cortó.
- ¿Y que hacía el allí fuera? - preguntó la pelirroja.
- Según me dijo, ese día sus padres trabajaban y como tenía que llevar él a su hermano pequeño a la guardería, iba Jairo de tiempo también y que antes de entrar me vio y decidió esperarme - hizo una breve pausa para comprobar que no tuviéramos ninguna pregunta y continuó - Y después me dijo que le gustaría quedar conmigo esa misma tarde, yo accedí y quedamos en la cafetería de la esquina, la que tiene un pequeño jardín cerca - Charlotte y yo asentimos - Ya está, estuvimos hablando y me preguntó si querría salir con él -
- ¿Ya? Ni un beso ni nada - cotilleé yo como siempre.
- Eso, no paso nada más, ni un beso de película, de esos que huelen a rosas - dramatizó Charlotte (en estos momentos es cuando se nota que estudia interpretación)
- Si claro y los cisnes en el lago mientras todo gira alrededor de ellos dos - me burlé.
- Andrea no te olvides de la banda sonora que toca una melodía romántica con el violín - me siguió la broma Michelle - Si, hubo un beso y fué magico, pero sin olor a nada -
Antes de seguir hablando la puerta de mi habitación se abrió.
- Hola cariño ¿Como ha ido el día? - preguntó mi madre mientras se quitaba el abrigo.
- Como todos, ahora estoy hablando con mis amigas - mi madre se acercó y saludó a las chicas. Le caían muy bien, Michelle y yo habíamos sido amigas de pequeñas, perdimos el contacto al entrar en primaria y hace unos cinco años que volvemos a hablar y más que nunca, por otro lado los padres de Charlotte son muy amigos de los míos y hará alrededor de tres años y medio que nos conocimos en una cena.
- Voy a la cafetería a por un café - aviso mi madre - estaré aquí antes de que te traigan la cena -
Yo asentí con la cabeza para que supiera que le escuché y que debía preocuparse.
- Bueno Andrea y que tal todo en el hospital - preguntaron las chicas.
- ¿Algo interesante? - añadió Charlotte.
- Todo igual de aburrido que estos últimos doce días - me quedé pensando un rato y recordé al chico de la comida - bueno en realidad hay algo, al mediodía en la hora de la comida, se acercó a la mesa en la que yo comía un chico y me preguntó mi nombre y porque estaba allí, se despidió y después se fue aparentemente con prisa, parecía majo - finalicé
- ¿Como es? - se interesó en averiguar Charlotte.
- Pues me pareció algo más alto que yo, pero no mucho más «teniendo en cuenta que yo mido 1,72» su pelo es marrón marrón con tonos cobrizos y tiene unas ondulaciones que apenas se notan, y sus ojos son marrones, pero tienen algo que te llaman la atención -
- ¿Y no le has vuelto a ver? - curioseó Mich
- Que va, se fue casi corriendo y no hablamos apenas, pero si lo veo mañana intentaré acercarme, así por lo menos habló cara a cara con alguien que no sean mis padres - No lo digo a malas, les quiero y les tengo mucho aprecio pero me agobiaba no ver a nadie más.
Estuvimos hablando y cotilleando un rato más, hasta que vino mi madre y me trajeron la cena. Eso si, mis amigas no se despidieron sin obligarme a informarles si volvía a hablar o siquiera ver a aquel chico.
Después de la cena no puede evitar ponerme a mirar fotos de antes del accidente y la nostalgia me invadió, mi mente estaba llena de recuerdos felices, momentos que pase junto a Eric.
Como la primera navidad que pasamos juntos, fue el año pasado pero lo recuerdo como si fuera ayer.
Yo estaba nerviosa porque nuestras familias se iban a conocer y quería causarle buena impresión a sus hermanas y a su padre por supuesto, la madre de Eric les abandonó a los tres años de nacer él, su padre se volvió a casar, con Jennifer, una mujer esbelta y muy guapa a la que él quería como a nadie.
Esa noche llamé a mis amigos de aquel entonces, la mayoría eran los mismos, peor había echado a la personas que no me aportaban nada bueno y había conocido a otras muy especiales.
Michelle acudió a mi casa con un par de modelitos y Charlotte hizo de jueza, como si se tratara de un concurso de misses.
La noche resultó ser increíble, la cena muy agradable y nuestras familias se llevaron muy bien.
Y para finalizar aquel día que parecía no poder mejorar, lo hizo, estuvimos en su casa acurrucados en el mini sofá de su buhardilla, mientras veíamos una película y nos tomábamos un chocolate caliente con galletitas que horneo su hermana Anna.
Editado: 07.01.2022