El universo es un lugar lleno de misterios. Nunca se sabe que hay más allá del sistema solar. La humanidad siempre ha buscado saber si existen otros universos, dimensiones, realidades alternativas a la nuestra.
Cada día, astrónomos y científicos buscan encontrar alguna realidad parecida a la nuestra, normalmente intentando demostrarlo con diversas teorías. Sin embargo, muchos fracasan tan solo en el intento. Al final, lanzaron a la basura cualquier teoría respecto a diferentes universos y concluyeron que solo existía uno.
Era ya el año 2100, hace unos días se acababa de dar una noticia a nivel mundial, en la cual después de múltiples teoríía e investigación, los científicos se dieron por vencidos y concluyeron que no existían dichas realidades alternas.
No obstante, había un joven del recién fundado país de Ruhanda, que no había tomado del todo bien la noticia. Su nombre era Arata, de padre inglés y madre japonesa. No se le podía considerar una persona promedio, debido a que durante su crecimiento, se le aplicó la prueba del exámen de IQ, del cual su resultado fue considerado el más alto de toda su generación. Arata era alto de tez pálida, con su cabello largo y castaño liso moviéndose cada vez que caminaba; sus facciones finas de la cara eran resultado de su sangre inglesa, pero su complexión delgada era un regalo de la genética de su madre.
Solo existía un inconveniente con él: su heterocromía. Su ojo derecho era azul y su ojo izquierdo era negro. Debido a eso, sus amigos lo apodaron "Krom".
Regresando a lo anterior, ¿porqué Arata no estaba de acuerdo con lo dicho en las noticias? Era simple. Arata era un otaku fanático del anime, las novelas ligeras y manga; aún así, el no tenía problema con leer otro tipo de libros de fantasía, su género favorito era la fantasía. Dentro del género de fantasía, se encuentra el subgénero de Japón llamado "isekai", del cual Arata era un fanático extremo.
Arata soñaba con poder viajar a otros mundos donde la fantasía era realidad, magia, dragones, calabozos, reinos ambientados en épocas medievales, etcétera. Y cada vez que él leía una novela ligera de ese subgénero, lograba escapar de su realidad, la cual no disfrutaba en absoluto. Tras ver aquella noticia, sus sueños se habían destruido totalmente.
El día que la noticia había sido dada, Arata se encontraba comiendo con sus padres en el comedor de su casa. La noticia había impactado tanto en él, que cuando terminó de comer y lavar sus platos, se encerró todo el día en su cuarto.
Era un 07 de octubre, cuando la noticia sobre los universos había llegado a Arata. Éste se vió sorprendido por lo como los científicos finalmente se habían dado por vencidos en su investigación, y habían la existencia de otros universos. Él los maldijo por lo bajo mientras se dejaba consumir por la ira y frustración.
–...Pudranse–murmuró Arata "manteniendo" la compostura frente a sus padres.
En cuanto terminó de comer y lavar sus platos, se dirigió a su habitación con pesar. No le dirigió la palabra a sus padres, apesar de que estos le preguntaban si se encontraba bien. Entrando a su habitación, se dejó caer en su cama y tomó uno de los volúmenes de su novela favorita.
La habitación de Arata era muy espaciosa. Albergaba tres libreros, dos de ellos llenos de manga, sagas de libros y novelas del gusto de Arata; y todavía no se detenía ahí el asunto, pues como los dos libreros estaban llenos, Arata finalmente dejaba apilados los volúmenes de cada manga y novela que terminaba de leer. La habitación era un caos, con ropa y juegos de consola dispersos en el suelo. También dentro de ésta espaciosa habitación, se encontraba un baño en el cual no tendría la necesidad de salir de su cuarto. El tercer librero era especial, pues en él se encontraban los trofeos, diplomas, reconocimientos y medallas que Arata guardaba con orgullo.
Durante su corta vida, ganó trofeos en competencias de fútbol, básquetbol, voleibol, oratoria, artes marciales, natación, etc. También cabe mencionar que aunque su idioma natal es el japonés, es capaz de hablar otros 4 idiomas: inglés, español, japonés, francés e italiano; debido a que durante su infancia, sus padres no tenían tiempo para cuidarlo, por lo que contrataban niñeras para él.
Después de tanto desahogarse leyendo, un deprimido Arata terminó quedándose dormido sin saber que esa noche, el tendría una visita "especial" que le cambiaría la vida para siempre.
Editado: 31.10.2020