Luego de despedir a Eduard, la Sra. Maribel se dirigió a la habitación de su hijo Esteban, tocó a la puerta y de inmediato entró… ahí estaba su hijo con los ojos puestos en el cielo el cual lo observaba a través de la ventana, lo miró con ternura y le dijo.
—Buen día hijo, estaba esperando que bajaras a desayunar.
—Buen día mamá, lo se… pero preferí esperar. —Respondió el.
—Esperar que, hijo.
—Que Eduard se fuera a la universidad, tu sabes ya como se pone con solo verme a la cara.
—Sabes, estuve hablando con tu hermano, hablaran esta noche, espero que puedan solucionar sus diferencias. No soporto verlos mas así.
Esteban suspiro y Maribel al ver su cara de imposibilidad se acerco a el, de inmediato le pregunto...
-¿sucede algo?, no será difícil… solo deben hablar.
El se dio la vuelta, sonrió y respondió...
—Madre, no hubieras perdido el tiempo, el no me perdonará… en su mente esta clavada la traición que según yo provoque, quiso a Estefanía, lo se... la quiso tanto tal y como yo lo hice, es algo que el no va a entender.
La madre abrazo a su hijo por la espalda y le respondió.
—Estoy segura que te perdonará… lo dice mi corazón. Independientemente de lo que halla sucedido entre ustedes dos volverán a ser los buenos hermanos que han sido siempre.
Esteban se giró nuevamente y viendo a su madre a los ojos le contestó.
—Creo en tus palabras mamá. Así va hacer por ti.
…
Ese mismo día Eduard caminaba hacia la Universidad, a pocas cuadras de llegar noto la presencia de dos personas que se quedaron viéndolo fijamente. El los miro sin prestar tanta atención y siguió su camino, cuando alzó su mirada vio a Lucas frente a el, inmediatamente recordó el incidente que había sucedió la noche anterior en la calle fuera de su casa.
Eduard se detuvo y espero que Lucas se acercara a él.
—Creo que tenemos una cuenta pendiente ¿no es así?. —Pregunto Lucas con seguridad cuando se paro frente a Eduard.
Este sonrió y de inmediato respondió.
—Veo que tienes agallas. Pero aún así también veo que no te quedo muy claro que no quiero verte cerca de mi hermana y si lo haces no me temblará la mano.
—Así, pues ya veremos... —Respondió Lucas acercándose mas hacia Eduard mirándolo fijamente a los ojos.
—Ni creas que te tengo miedo.
—Eso está por verse.
En ese instante los dos extraños que Eduard no conocía, amigos de Lucas, Gustavo y Erick se acercaron a el sin que se diera cuenta lo tomaron de los brazos con dos armas apuntándole en el abdomen.
—Sabia muy bien que no eras capaz de defenderte solo, maldito cobarde. —Dijo Eduard y soltó una pequeña carcajada.
Lucas se enfado y le dio un golpe en el estomago... el se inclino hacia el frente arrodillándose a causa del dolor... en ese momento saco una navaja de bolsillo, tomo a Eduard de la cara, lo levanto frente a el y coloco la cuchilla en su cuello mientras le dijo.
—Te lo advertí, pagaras por lo de aquella noche y no creas que solo tu pagarás… tu hermanito Esteban y su amigo también, me han contado uno que otro secreto muy pero muy terribles.
Eduard empezó a moverse bruscamente para liberarse de los dos hombres que lo tenían sujeto, mientras Lucas lo amenazaba con la navaja en su cuello.
—A que te refieres maldito infeliz, a mis hermanos déjalos en paz.
—Eso también lo veremos. Llévenselo, tenemos rato para hablar. —Le dijo Lucas a sus dos cómplices Gustavo y Erick.
Los cuales llevaron a Eduard hasta un auto y lo obligaron a entrar para tomar un rumbo indefinido para el.
En un lugar lejano de la ciudad. Con las manos atadas y los ojos vendados, llevaron a Eduard...
—Bienvenido, al lugar donde será tu tumba... —Comento Lucas entre risas.
Gustavo y Erick empezaron a reírse sin parar y en un descuido sin previo aviso empezaron a golpear a Eduard hasta tirarlo al suelo, justo allí tirado le dieron patadas mientras estaba atado y vendados los ojos...
—Paren... —Dijo Lucas y prosiguió.
—No es justo que nuestra víctima este vendado los ojos, hagamos esto mas divertido.
Lucas se acerco ha Eduard lo levanto del suelo y quito la venda de sus ojos.
—Así esta mejor...
Dicho esto, inmediatamente le dio un golpe mas, que lo derrumbó nuevamente al suelo...
—Así te quería ver, pedazo de mierda. Hubieras pensado primero con quien te ibas a meter, entiende una sola cosa, tu hermana es mía y siempre lo será. Tendrá un hijo conmigo y será como yo.
—Mi sobrino no será un miserable como tú.
En ese momento Lucas se acerco nuevamente a Eduard, lo tomo del brazo mientras le gritaba en son de orden.
—Ahora te vas a arrodillar me oíste, arrodíllate...
Eduard no tuvo opción que obedecer, se arrodillo y con la mirada al piso le dijo...
—Acércate imbécil, quiero verte desde cerca.
—Aun tienes orgullo. Me esta retando. —Contesto Lucas sarcásticamente dirigiéndose hacia sus dos amigos.
Lucas se acerco y miro fijamente Eduard, este al levantar nuevamente su mirada y verlo frente a el le escupió sobre la cara y le dijo.
—Eres una completa basura.
Lucas inmediatamente se levanto y limpio su rostro.
—Ahora terminaremos el juego... —Respondió manteniendo forzosamente la calma.
Lucas sonrió disimulando su enojo ante la aptitud y orgullo de Eduard. De inmediato saco una pistola la cual llevaba ajustada en su pantalón, rápidamente saco las balas de la misma que llevaba en su bolsillo derecho. Las coloco en el arma y apunto hacia la frente de Eduard...
—Tus ultimas palabras. —Dijo.
Eduard no dijo ninguna palabra y bajo su mirada al suelo.
El aire se hizo cada segundo mas difícil para respirar, no podía imaginar que su vida estaba llegando al fin y que todo terminaría cuando la bala entrara en su cabeza. Cerro sus ojos... y espero... solo pudo contener en su mente el recuerdo de su familia.
Mientras tanto Lucas acariciaba el gatillo de la pistola.
—Ya es hora. —Dijo Lucas.
En ese momento sonó el disparo y el eco del mismo hizo que las aves huyeran a otro lugar.
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Editado: 06.11.2023