El sufrimiento muy a menudo nos hace más fuertes.
Es cuestión de entendimiento, no de suerte.
Algunos sufren más que otros, pero eso no te hace débil.
Ser débil es la ilusión de rendirnos cuando las cosas no suceden como las hemos soñado siempre.
Es mi decisión la de irme, abandonar este lugar.
Es una prisión donde nadie escucha mi corazón, una tortura para mi voz no ser escuchada cuando sé que tengo razón.
Es una débil determinación la que me estancó, y me condenó a vivir creyendo que no tengo valor.
Viví buscando esa luz, esa esperanza de poder volver a vivir libremente.
Ahora que sé lo que me falta, no sé por qué no quiero partir.
Hay cosas que se niegan a dejarme ir, o tal vez soy yo la que no quiere que sea así.
Hay cosas que no están destinadas a morir, y lamentablemente una de ellas es el amor que siento por ti.
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Editado: 01.11.2020