Revive

26: Culpa.

Presente, Después del encuentro

Me encontraba nuevamente ahí, en ese día, Yareli estaba frente mío congelada por la telepatía del conde, su mirada era vacía, podía ver claramente como nos rodeaban, por un segundo antes de que él atravesara su pecho pude percibir la verdadera mirada de Yareli, fue tan cruel que justo cuando la mato le dejo percibir cada segundo de dolor, ella tenía miedo, dolor y yo no pensaba en más que lanzarme, pero sentía unas cadenas que me arrastraban hacia atrás con fuerza. Por un segundo cerré los ojos y cuando los abrí Yareli estaba frente a mí aun con la daga en su pecho, sangre salía de la herida y su boca, su piel era pálida por no decir gris.

–Me dejaste morir–dijo mirándome a los ojos.

– Yo quise salvarte, yo debí haberte salvado...– dije desesperada.

–Fue tu culpa– dijo antes de alzar la mano con rapidez a mi cuello.

Pegue un brinco llevando mi mano al cuello, esto asustó a Lance, solté algunas lágrimas de frustración.

–¿Pesadilla? –pregunto Lance abrazándome.

–Si, lo de ese día.

–Lo de Gerald trajo recuerdos.

–Si, pero al menos no está muerto– dije agradecida por esto.

–No podrá pelear por un tiempo, mientras se recupera, pero sigue con nosotros– dijo mientras acariciaba mi brazo.

Solo había pasado unas cuantas horas de lo sucedido, casi pierdo a otra persona, estaba ahí y no pude hacer nada para evitar que lo lastimaran, estaba enojada por ser débil. Además, todas mis emociones estaban mezcladas, juraría que la escuche, que dijo mi nombre, era su voz, no podría confundirla jamás, pero según lo que me dijo Lance él no escucho absolutamente nada y eso que estaba cerca de nosotros. No sé qué creer.

–¿Aún estás cansada? Podrías intentar volver a dormir– me dijo dándome un beso en el cachete.

–No tengo sueño, además no quisiera volver a soñar eso de nuevo– dije volviendo a tocar mi cuello, los primeros meses tuve estos sueños, no ha sido nada fácil.

–Aquí estaré para ti, lo sabes. Te preocupa lo que escuchaste ¿verdad? –dijo él adivinando mis pensamientos.

–Es que fue tan claro cuando pronuncio mi nombre, sentí como si me pidiera ayuda y si soy sincera aún tengo esa sensación en mi interior– dije poniendo mi mano en el pecho.

–Aunque así fuera ¿Por qué fuiste la única que logro escucharla?, preguntamos a los demás que estaban cerca, pero nadie escucho más que nuestras voces.

–No lo sé, es muy raro, mi mente me dice que no le crea a lo que vi ese día.

–Ha pasado dos años desde aquello– dijo Lance seguramente recordando.

–Y aún sigue doliendo como el primer día –termine la oración.

–¿Y si lo hablamos con María? –preguntó Lance.

–Puede ser, pero lo más seguro es que me diga que es parte del trauma.

–Tal vez no haya escuchado lo que tú si, pero confío en tu instinto y si piensas que lo correcto es encontrar una respuesta a esto, yo te ayudaré– dijo sin vacilar haciendo que mi corazón latiera rápido.

–¿Por qué eso sonó tan bello? – dije y deposité un beso en sus labios, se había ruborizado levemente– Gracias, por confiar en mí.

–Lo haría hasta con los ojos cerrados– me abrazo.

En lo que fue de la noche nos dedicamos a descansar, decidimos que esperaríamos un poco para hablar con María, ya que si esto es alguna señal significa algo que no creí que jamás pasaría. Al siguiente día nos dedicamos a nuestras actividades cotidianas, yo salí con mi equipo a entrenar mientras Lance se encargaba de algunos asuntos con María.

–Te veo más tarde– dije dándole un beso ligero en los labios.

–¿Sabías que me encanta verte en uniforme? –dijo coqueto.

–Lo dices todos los días– le sonreí y le tiré beso con la mano.

Salí del lugar trotando, llegando hasta el patio de entrenamiento, ahí estaban todos los chicos, conversando unos a otros como siempre, aunque hoy faltaba Gerald con su carisma.

–Júntense chicos– hablé para que se reunieran todos y sea más fácil hablar.

–Señorita Helene...–Dijo Andrea la más joven de todos y la más nueva.

–Dime Helene, por favor –le dije, no me gusta tanto modismo.

–Está bien, Helene ¿Cómo se encuentra Gerald? – preguntó.

–Por ahora está estable, se recuperará. Necesita descansar así que no lo tendremos por acá durante un tiempo –Todos se alegraron ante lo que dije.

–No se desharán de él tan rápido– dijo Alison con demasiado entusiasmo lo cual hizo reír a los demás haciéndola avergonzar.

–Bueno, chicos– aplaudí para llamar su atención– hoy haremos un entrenamiento en grupo, jugaremos a cazadores y presas, tienen diez minutos para calentar.

–¡Si! –dijeron todos.

El juego es utilizado por los niños para su diversión, para nosotros es una competencia de sobrevivencia en terreno irregular. El juego se trata de hacer dos grupos, uno de cazadores y otros de presas, cada uno con un líder, cada grupo tiene cinco minutos para organizarse y crear una estrategia para vencer al equipo contrario. Cuando pase ese tiempo quienes tendrán tres minutos de ventajas serán las presas, luego los cazadores deben encargarse de atraparlos, debido al terreno del bosque no es tan fácil. Se vale todo, ser capturados es sinónimo de haber muerto, pero las presas también podemos atrapar a los cazadores, para esto usamos unas pequeñas sogas, si se llega a lograr amarrar en una extremidad o parte del cuerpo, ese jugador quedara eliminado.

Ya habíamos armado equipo y estrategias, por lo general rotábamos para no tener los mismos grupos, me toco ser presa esta vez, por lo general no les gusta que este como cazadora, los atrapo más fácil.

–Empieza en tres, dos, uno... ¡Ya! –salimos corriendo hasta el boque, ya sabíamos que haríamos, atraerlo y hacerlos caer.

Nuestra comunicación se basaba en silbidos y sonidos que permitían hacer conocer a los demás que se haría, silbé, todos al escucharlo sabían que debían subir a los árboles.



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En el texto hay: edad media, vampiro, reencarnacion magia romance fantasia

Editado: 29.08.2022

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