Revolution, La Primera Nación

10 | Emboscada

—¡Son unos idiotas, no tenemos nada!

Pateo ligeramente a Parys, quien se encuentra a mi izquierda. Mis hermanos y yo nos mantenemos estáticos, rezando internamente porque no nos hagan nada. Parys, por el contrario, ha comenzado a insultarlos. En este tipo de situaciones suele hablar de más y en su mayoría, cosas que no tienen sentido alguno. Suelta un quejido y me mira molesta.

—Solo déjenos ir y el emblema será todo suyo —intento negociar.

La persona detrás de mí me golpea levemente la nuca con su arma, inclinándome ligeramente hacia adelante. Cierro los ojos, suplicando porque esto termine aquí y no empeore. El golpe me ha dolido.

De pronto se escucha una gran carcajada y siento como se alejan unos centímetros de nosotros. Doy media vuelta y me encuentro con Ethan, Jared, Navil y Stella. «Malditos estúpidos.» Exhalo pesadamente, irritada.

—¿¡Qué creen que están haciendo!?

—Por favor, debieron ver sus caras de pánico —ríe Ethan, con más intensidad.

Me cruzo de brazos, molesta, mirando como cierran sus ojos fuertemente a causa de la risa. En estos momentos me siento un poco más tranquila por saber que solo ha sido una broma, pero al mismo tiempo me molesta eso, que fuera una jodida broma. Sentí que mi corazón estaba a punto de salir de mi pecho por la intensidad con la que latía. Inhalo profundamente y exhalo lentamente, intentando liberar un poco del gran susto que me he llevado.

Aidan se acerca a mí y recarga su mentón en mi hombro, respira pesadamente.

—A veces me dan ganas de ahorcarlos —habla cerca de mi oído.

—Shh. Sabes que los necesitamos para que nos den la información que queremos —susurro, cuidando a que no nos escuchen.

—Lo sé, pero a veces hacen cosas demasiado raras.

Se aleja de mí y se sienta en algún lugar cercano a la torre. Flynn y Parys han tomado asiento desde hace un rato, supongo, mientras miran seriamente como siguen riendo a carcajadas ante lo que acaban de hacer, y por supuesto que a ninguno de nosotros nos ha causado gracia.

—Uff —exhala pesadamente Jared—, hacía tiempo que no me reía así.

—Por supuesto —pongo los ojos en blanco.

—Vamos, Amber, admite que fue divertido.

—Divertido seria golpearte en este momento.

Camino hacia Flynn y me siento a su lado, recargando mi cabeza sobre su hombro. Puedo notar lo tenso que esta ante la incómoda y estúpida situación. Yo estoy justo igual o peor que él. Dejan de reírse.

—¿Qué están haciendo? —dice Parys después de unos incomodos segundos eternos en silencio.

—Escuchamos el rumor de que el emblema podría estar aquí y bueno...aquí estamos —explica Stella, alzándose de hombros—. ¿Y ustedes que hacen aquí?

—Justo lo mismo que ustedes.

—Así que el rumor se ha corrido por todo el campamento —ríe ligeramente Navil.

Asiento. —¿Por qué jamás nos habían dicho que encontrando el emblema se termina el enfrentamiento?

Levanto ligeramente mi tono de voz y me cruzo de brazos. Miro fijamente y enarcando una ceja a cada uno de ellos, examinando su reacción ante mi pregunta. Hay demasiadas cosas que no nos han dicho a detalle sobre Virtus y lo peor de todo es que nosotros hemos tenido que averiguarlo por nuestra propia cuenta, exponiéndonos a muchas cosas.

—Oye, no creí que fuera tan importante. Relájate.

—¡Por favor, Jared! —me levanto rápidamente y camino hacia él, quedando cara a cara—. ¡No me vengas con eso, cualquier cosa sobre Virtus es importante!

—¡Pues podrías haber preguntado!

—¿¡Como preguntaría por algo de lo que no sé!?

Lo empujo fuertemente del pecho, causando que se tambalee ligeramente hacia atrás. Su semblante no demuestra nada, se mantiene serio. Su respiración se agita un poco y miro como se tensan los músculos de su mandíbula. Me hierve la sangre de escuchar sus estúpidas palabras sin sentido.

Observo a mi alrededor y me doy cuenta de que nuestros hermanos nos miran expectantes, un poco asombrados —supongo— por mi reacción. Vuelvo a mi lugar y me siento a un lado de Flynn. Toma suavemente mi mano y la acaricia con delicadeza.

Cierro mis ojos por un momento, inhalo profundamente y aprieto mis labios con fuerza, formando una línea recta. Niego levemente, quiero calmar un poco mi enojo, pero siento que solo aumenta conforme más pienso en la situación. Exhalo.

De un momento a otro, se escucha un gran quejido. Abro rápidamente mis ojos y miro a Ethan echado en el suelo, en una posición fetal. Todos muy confundidos miramos a nuestro alrededor, sin entender que está sucediendo.

—¡Detrás de esos árboles! —Señala Flynn unos árboles a varios metros de distancia de nosotros.

Todos caminamos unos pasos por delante de Ethan, nos detenemos y miramos hacia donde ha señalado. Entrecierro mis ojos e intento mirar mejor que es aquello, pero no logro hacerlo, ya que está demasiado lejos como para que mis ojos puedan ver, además, mi ojo izquierdo aún no está recuperado del todo. Me sorprendo al ver que solo he cerrado mis ojos unos segundos y el caos hizo acto de presencia.

Los demás siguen intentando mirar lo que hay detrás de aquellos árboles, como ha dicho Flynn. Doy media vuelta y me acerco a Ethan, quien se queja en silencio Solo puedo ver en su semblante el dolor que está sintiendo ahora por la bala de goma que ha impactado contra uno de sus hombros.

—¡Reaccionen, tenemos que escondernos! ¡Ahora!

Todos dan media vuelta y fijan su vista en mí. Ayudo a levantar a Ethan y rodeo mi cuello con su brazo no lastimado. Ladeo mi cabeza ligeramente en dirección a mis cosas, Flynn asiente y toma sus cosas y las mías. Alguien más toma las cosas de Ethan.

Los disparos comienzan a ser continuos, pero por la distancia en la que se encuentran de nosotros no es posible que recibamos un impacto, mucho menos ahora que estamos en movimiento y nos estamos alejando un poco de la zona donde le han disparado a Ethan.




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