Richard Brown

06. ¡ES HOY, ES HOY!

17 años…

Después de lo que pasó con, Nick, hace dos años en los baños del club, comencé a verlo de forma diferente, de repente empecé a prestarle más a atención a cosas que antes de eso no me detenía a observar, como la forma en la que come, cómo se mueven sus labios cuando está hablando, el color de sus ojos…, a veces simplemente me quedo viéndolo inconscientemente y en mi boca se forma una sonrisa estúpida.

Y es que, ese hecho se ha seguido repitiendo desde entonces, cada vez que, Nick, se emborracha, comienza a decirme cosas que estoy seguro no me diría cuando está sobrio y al final, nuestros labios terminan unidos una y otra vez. Al principio, no sabía cómo manejarlo, pero llegó un momento en el que me dejé llevar y comencé a responder sus besos y desde entonces, no he podido dejar de hacerlo.

Luego, cuando vuelve a estar sobrio, no recuerda lo que pasó y todo sigue normal; hay ocasiones en los que he pensado en decirle: “Hey, cuando estás borracho siempre terminas besándome, ¿podrías dejar de hacerlo?” Pero no puedo, las palabras se quedan atoradas en mi garganta, quizás por miedo a perderlo o simplemente porque me gusta que lo haga.

Sin embargo, no creo poder mantenerlo por mucho tiempo, siento que mi cabeza está hecha un lío por esa situación y sé que tarde o temprano tendremos que hablarlo, pero con el simple hecho de pensarlo, siento mi estómago cerrarse.

En cuanto a las actividades del clan, hemos seguido yendo a misiones, han habido algunas emboscadas, pero afortunadamente Nick y yo no hemos sido afectados. Se rumora que hay un soplón en el clan, pero hasta el momento no se ha podido saber la identidad del mismo.

—¿Estás seguro de esto? —vuelve a preguntarme, Nick, por milésima vez hoy.

Después de tanto tiempo, por fin llegó el día en el que acabaré con el maldito que terminó de arruinar mi vida. Desde que llegué aquí me he estado preparando para esto, he estado recogiendo información acerca del bastardo y finalmente puedo dar el siguiente paso.

Me ha tomado seis años llevar a cabo mi venganza, no pensé que demoraría tanto. Esto porque fue después de los quince que pude investigar más por mi cuenta, ya que podía salir de las instalaciones. Aunque de todas formas, no creo que fuera a hacer algo eficaz a mis trece o catorce años. Así que, creo que ha sido el tiempo justo.

Nick, sigue sin estar de acuerdo, pero aún así, aquí está conmigo, no me dejó venir solo. En este momento estamos en las afueras de la casa del asesino de mis padres.

—Siempre lo he estado —confirmo.

—Richard, aún estás a tiempo, puedes cambiar de opinión.

—Nunca te rindes, ¿verdad?

Nick, niega con la cabeza.

Desde el primer día ha estado intentando persuadirme para que cambie de opinión, pero eso es algo imposible.

—Entraré ahora, sus hombres están distraído —le informo a mi amigo.

—Voy contigo —se apresura a responder.

—No, tú espérame aquí, esto es algo que tengo que hacer solo.

Está loco si cree que lo voy a arriesgar de esta manera.

A regañadientes, finalmente acepta esperarme en la distancia, le hice prometer que pase lo que pase no debe entrar y si no salgo en menos de media hora, él debe irse.

—Mantente con vida —me dice antes de irme.

Asiento.

Es lo mismo que le dije aquella vez.

Me cubro el rostro y sigilosamente me dispongo a entrar en la vivienda, el lugar es exageradamente grande.

A pesar del gran tamaño de la casa, no se me hizo difícil encontrar al sujeto, ya había estudiado el lugar antes. Tuve mucho tiempo para prepararme y de antemano sé que este hombre siempre está en la oficina, así que, voy hacia allá.

«Bingo, aquí estás, desgraciado».

Me ubico en un buen lugar, lo apunto con mi arma y sin pensarlo dos veces le disparo en medio de las cejas, causándole una muerte instantánea. Uso un arma silenciosa, así que, tardarán un poco en darse cuenta, además, soy bueno para disparar, de todos los del campo de entrenamiento, soy el que mejor puntería tiene, por lo que no necesité más que una bala para mandarlo al otro lado.

Veo cómo desploma su cabeza en el escritorio y cómo la sangre comienza a correr. No siento remordimientos, al contrario, siento como si me hubiera quitado una carga de encima. Por fin podré continuar con mi vida, después de esto, creo que es momento de buscar la manera de salir de este mundo del que nunca quise formar parte.

Dejo salir un suspiro antes de darle la espalda al cuerpo sin vida e irme a reunir con, Nick.

—¿Papá? —escucho una voz infantil que me hace detener de repente.

Me volteo y veo a una niña de unos 8 años sosteniendo un peluche rojo, toda la satisfacción que sentí hace un momento, ha desaparecido.

—¿Estás dormido, papá? —vuelve a pronunciar la niña.

Siento que todo se derrumba a mi alrededor, Dios, ¿qué he hecho? Tanto tiempo odiando a este hombre para al final terminar convirtiéndome en él, veo a esta niña y es como verme a mí mismo reflejado en ella, le he hecho lo mismo que me hicieron.



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En el texto hay: #mafia, #romancegay, #boyslove

Editado: 22.04.2024

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