REVELACIONES IMPACTANTES

En una fría tarde de otoño, Li Wei se encontraba detrás del mostrador de la pequeña cafetería que estaba justo frente a la bulliciosa universidad. Su mirada amable y sus manos diligentes se movían con destreza mientras servía café y tomaba órdenes de los clientes. Sin embargo, no podía evitar notar las miradas despectivas y las risitas burlonas de algunos estudiantes que se encontraban en el local.

"Li Wei, ¡tráeme las mejores galletas que tengas!", dijo un chico de cabello rubio mientras le lanzaba unos billetes. Luego, se metió las manos en los bolsillos y le dio la espalda mientras regresaba a su asiento.

"Pobrecito, es solo un mendigo", se burlaban otros chicos y chicas que estaban alrededor de la cafetería.

Li Wei mantuvo la compostura y se obligó a ignorar las palabras hirientes. Había aprendido a lidiar con las burlas y los prejuicios a lo largo de los años, pero no significaba que no le afectaran. Sin embargo, sabía que necesitaba este trabajo para costearse sus estudios y no podía permitirse el lujo de rendirse.

Después de un momento, el tintineo de la campana anunció la llegada de un joven. Su nombre era Zhang Jie, estudiaba la misma carrera que Li Wei, y era compañero de cuarto del chico de cabello rubio.

Cuando entró, los estudiantes no pudieron evitar reconocerlo. "¡Zhang Jie! ¡Es tan guapo!", se escuchaban las voces de las chicas.

"Es alto, guapo y muy popular entre las chicas. Sobre todo es adinerado, su familia dirige una fábrica", comentaban algunos mientras lo miraban con admiración.

Al ver esto, Zhang Jie no pudo estar más orgulloso, su ego había sido saciado.

"Zhang Jie, aquí", mencionó Xu Ming, el chico de cabello rubio.

Zhang Jie se dirigió hacia Xu Ming mientras Li Wei le llevaba su pedido a Xu Ming.

"Miren quién está aquí, el sirviente de la cafetería. ¿Por qué demoraste tanto?" - dijo Xu Ming mientras lo miraba despectivamente.

Zhang Jie intervino con malicia: "¿Cómo es que aún trabajas en este lugar, Li Wei? Deberías estar avergonzado."

Li Wei se mordió el labio, tratando de mantener la calma mientras sentía la humillación y la impotencia. Sabía que si se enfrentaba a ellos, solo empeoraría las cosas.

Zhang Jie, con una sonrisa maliciosa, se acercó a Li Wei y dijo: "Oye, chico pobre, tráenos las mejores bebidas y golosinas que tengas. ¡Y asegúrate de no equivocarte esta vez!"

"Pero Xu Ming me dijo que eran galletas", le dijo Li Wei a Zhang Jie.

"No me importa lo que haya dicho, tráeme lo que te pedí o le digo a tu jefe que te despida de inmediato" - resopló Zhang Jie engreídamente, arrojando un par de billetes de propina al suelo. - "Toma esto y apúrate, más te vale no volverte a equivocar".

Li Wei, tratando de mantener la calma, respondió: "Claro, haré mi mejor esfuerzo para atender su pedido".

Xu Ming, el chico de cabello rubio, intervino con desdén: "¿Te das cuenta, Zhang Jie? ¡Este simple sirviente no puede ni siquiera recordar lo que le pedimos!"

Zhang Jie y sus amigos se rieron burlonamente mientras Li Wei tragaba su orgullo herido.

Li Wei se apresuró a preparar el pedido y entregó las bebidas y golosinas a Zhang Jie y sus amigos. Aunque las risas crueles resonaban a su alrededor, él mantuvo la calma y la compostura.

Zhang Jie, satisfecho con su acto de superioridad, se regocijó mientras disfrutaba de su bebida.

Zhang Jie y sus amigos finalmente se marcharon de la cafetería, dejando a Li Wei sintiéndose aliviado por su partida. Sin embargo, la humillación y la tristeza persistían en su corazón mientras terminaba su turno en silencio.

Después de un agotador día de trabajo, Li Wei se dirigió a los dormitorios de la universidad. Atravesó los pasillos mientras la luz del atardecer se filtraba por las ventanas, pintando el ambiente con tonos dorados. Se sentía cansado y abrumado por las emociones que lo habían embargado durante toda la tarde.

Al llegar a su habitación, se encontró con su jefe de dormitorio y otros compañeros. Intentó forzar una sonrisa para disimular su tristeza, pero sus amigos notaron que algo no iba bien.

"¿Estás bien, Li Wei? Pareces un poco apagado", preguntó el jefe de dormitorio.

"Sí, solo ha sido un día largo en la cafetería", respondió Li Wei.

"Hey, ¿qué tal si vamos a la fiesta de cumpleaños de Zhou Ying? Invitaron a los estudiantes de nuestra carrera, podría ser divertido", le propuso su otro compañero de dormitorio.

Li Wei se emocionó por la invitación. La idea de pasar tiempo con sus compañeros en un ambiente diferente a la cafetería era tentadora y le ayudaría a olvidar por un momento las dificultades que enfrentaba.

Sin embargo, a medida que se acercaba la hora de la fiesta, la tristeza se apoderó de él nuevamente. Recordó cómo Zhang Jie y sus amigos lo menospreciaron, y temía encontrarse con ellos nuevamente en la fiesta.

A pesar de sus dudas, decidió acompañar a sus compañeros a la fiesta, tratando de animarse y disfrutar de la noche. Li Wei y sus amigos llegaron a la fiesta emocionados por pasar un buen rato. Sin embargo, al entrar al lugar, se encontraron con Zhang Jie y sus amigos, quienes rápidamente comenzaron a burlarse de Li Wei.

Zhang Jie se rió con desdén y dirigió su mirada burlona hacia Li Wei. "¿Qué hace un perdedor como tú en esta fiesta? Deberías estar sirviendo café en tu miserable cafetería".

El jefe de dormitorio de Li Wei intervino en su defensa. "Déjalo en paz, Zhang Jie. Todos los estudiantes de nuestra carrera fueron invitados, incluyendo Li Wei".

Zhang Jie continuó burlándose sin cesar. "Oh, claro, todos fueron invitados, pero no todos pertenecen aquí, ¿verdad?"

Liu Xiang, el jefe de dormitorio, dijo con un tono enojado: "Ya es suficiente, Zhang Jie. Si no puedes respetar a los demás, será mejor que te vayas de la fiesta".

En ese momento, Zhou Ying apareció en escena. Estaba deslumbrante con un elegante vestido rojo y su cabello perfectamente arreglado.