Capítulo seis

23-12-2021 
Narra Orianna 

El día de hoy me tocó descansar, así que me decidí a pasar un día de flojera, la casa estaba prácticamente sola así que podía ser libre. Meencontraba viendo una película romántica en esas en las que todos tienen un final feliz, imitaba los bailes y las escenas como loca. Hubiese sido genial si Dave estuviera aquí… Desde que conoció a Jess se la pasa con ella, quedé en el olvido, bueno no tanto así pero igual ya no pasamos tiempo juntos. El único que está conmigo es Nolan, sé que tiene interés en mí pero yo solo le pertenezco a una persona. A la persona que ahora me tenía lejos, por la cual crucé un océano, pero igual entiendo que eso no significa que debía amarme ya que después de todo el nunca me pidió que lo hiciera... 

Pasaron años y sé que lo más probable es que se haya enamorado una y otra vez de más chicas, él me ha olvidado y debo asimilarlo. Fue una grata sorpresa que estuviera aquí, aunque creo que eso no debe cambiar su vida… Escuche que comenzó mi canción favorita y tomé el control remoto como micrófono.  

—No fue Nueva York pero desde cualquier lugar el mundo dominare. Y no me importa si a la vida no sobreviviré, lo importante es que la historia marcaré…—Me callé cuando escuche pasos y risas venir. Puse pausa y vi como entraban Jessica y David. 

Apenas entraron cruzamos miradas, después volteé a ver a Jessica. Ella venía feliz, radiante. Me dio la noticia de que eran pareja, lo busqué y me lo confirmó con la mirada... Después ellos solo se fueron, me quedé como tonta observando como entraban a la recámara. En ese momento me sentí muy triste, un sentimiento se apoderó de mí cuerpo y solo salí a sentarme en los escalones de la puerta. 
 

Narrador

Orianna se sentía demasiado confundida… Sacó su teléfono y buscó un bar al cuál ir, sin pensarlo tomó sus llaves y subió a la camioneta. Debido a sus pensamientos ni siquiera noto que un carro le seguía.

Llegó al lugar, el bar se llamaba “La Catrina", era un local pintado de negro con detalles de figuras de alebrijes de colores fosforescentes. Ella entró y se quedó observando como el bar tenía un toque mexicano pero moderno, los meseros portaban uniformes con estilo charro, las lámparas se movían y aluzaban con colores fuertes. 

—¿Le puedo ayudar? Mi nombre es Ramsey.—Se acercó uno de los meseros. 

—Sí, quisiera una mesa por favor… 

—Claro, ¿Para cuántas personas?—Las mejillas de Orianna se ruborizaron. 

—Solo para mí, no espero a nadie. Si no le importa me gustaría que fuese allá arriba.—Él la dirigió hacia una mesa en el segundo piso. 

—Solo necesito mencionarle que es más costosa la bebida ya que es sona VIP y la atención es más personalizada.—Le Advirtió.  

—No se preocupe, tengo para pagar.—Ella tomó asiento y comenzó a ver el ambiente que abajo había.  

—Y ¿puedo tomar su orden? 

—Me traes por favor dos botellas de tequila, y dos tequileros.—Él le miró confundido pero obedeció. Ella sentía una mirada pero pensó que solo estaba siendo paranoica. Alguien desde un lugar apartado le observaba, y esa persona tenía una llamada con alguien en otro lado del mundo… 

—¿La tienes en la mira? 

—Por supuesto. 

—¿Viene acompañada o sola?—En eso el sujeto observó como le entregaron las cosas a Orianna. 

—Sola, señor Dimitri. Pero al parecer espera a alguien, le entregaron dos vasos para servirse. 

—No lo creo, esa táctica de fingir acompañamiento la sabe y puede que la haya aplicado. 

—¿Entonces que hago? 

—La esperas toda la noche, y cuando esté ebria la atacas. 

—Correcto, hasta luego señor. 

—Hasta luego cincuenta y siete. 

El hombre vio como Orianna hacía una llamada, después de eso Orianna comenzó a hablar a pesar de ya no tener el teléfono en la mano. El intentaba acercarse pero aún así no alcanzaba a escuchar lo que ella decía… Ella observaba a los que bailaban y seguía hablando sola. 

—Lo más seguro es que me vea patética hablando sola.—Tomó otro trago.—Lo peor es que sí me estoy embriagando… Muy madura Orianna, enfrentar tus penas con alcohol… 

—Hola, ¿te gustaría bailar?—Se le acercaron un grupo de muchachas. 

—Sí, claro, ¿Dónde?—Preguntó ella. 

—Aquí mismo.—Una de ellas la tomo de la mano y comenzaron a bailar. Orianna se llevó la botella y les servía a ellas también cuando la bebida se les acababa la bebida, en poco tiempo hicieron amistad e inclusive le invitaron un par de tragos a ella.  

Entrada la noche de la nada entro un dj que inicio con un remix de canciones como la cucaracha, entre otras mientras jóvenes vestidos parecido a los meseros hacían un espectáculo. Muchos quedaron sorprendidos ya que era la primera vez que la escuchaban y veían algo parecido, el dj dio inicio a los sones con banda con “el collotito". 

—¡Amo esta canción!—Gritó Orianna ebria. Empezó a zapatear y sus nuevas amigas le siguieron el ritmo. Todas bailaban y hacían bullicio, al igual que el resto de las personas.—¡Mesero, traiganos dos botellas por favor!—Exclamó tartamudeando. 

Al verla tan ebria, el sujeto que la observaba comenzó a acercarse poco a poco. Ella seguía en su mundo bailando con las demás, mientras él buscaba atajos para encontrar una manera de acorralarla. Miró como se fue al baño y fue ahí cuando ideó cómo raptarla cuando regresara. Espero diez minutos en el pasillo y al ver que no salía se regresó a su lugar. Al tomar asiento maldijo cuando vio que se encontraba de nuevo con sus amigas, al parecer se le había pasado revisar (para fortuna de Orianna) que los baños tenían dos caminos de salida.  
Ya harto de estar esperando volvió al plan de acercarse paso a paso, la tensión era demasiada, sentía que el corazón le palpitaba demasiado fuerte. Había hecho esto varias veces pero era la primera vez que la víctima lo conocía… 
 

Orianna estaba sentada viendo a las demás bailar, y alguien la tomó del brazo bruscamente, ella volteó rápido al ver el rostro se asustó.