Rojo

Capítulo n°11: Una visita que nadie esperaba.

Narrador Omnisciente.

Polisuki intercambia miradas con Sakí, que pareciera que está viendo al mismo demonio en persona cuando baja el rey Criptón de su nave.

Los responsables de la escuela saben de antemano que esa visita no es para nada amigable, vienen por información que no encontraran, pero el miedo será un elemento fundamental para persuadir a sus víctimas.

El saludo entre el rey y Polisuki deja mucho que desear frente a la atenta mirada de sus alumnos.

-Profesora Kuri lleve a sus alumnos de nuevo al salón de clases – le dice cerca de su oído manteniendo una sonrisa fingida frente a los invitados.

-Bien, directora Polisuki – y se va a comando su capa al compás de la brisa que corre.

-Rey Criptón – lo mira muy desafiante - ¿a qué debemos su inesperada visita? Tengo entendido que nuestro prestigioso colegio de no es de su agrado – Polisuki debe dejar en claro sus condiciones para que entre o las consecuencias serán muy malas para todos -. Es mi deber comunicarle que, por orden de la Junta Lunar, usted tiene prohibida la entrada a esta escuela.

-No sería para nada descabellado las objeciones que imponen a sus visitantes porque me están tratando como si un desconocido se tratara – quiere hacerla dudar, aunque es todo lo contrario.

-Bueno – piensa con un dedo en su mentón – últimamente los ataques que han llevado acabo no lo hace parecer suficientemente culpable para impedir que ingrese ¿o no? – ríe irónicamente – Si estoy equivocada pediré disculpas, sin embargo, no creo que Kopy mienta al respecto ¿verdad rey Criptón?

-Kopy siempre se ha empeñado en fastidiarme la vida dentro de mi planeta con necias reglas de convivencias, pero – avanza hasta Sakí que no puede mirarlo sin temblar – yo me encargue de hacer mis reglas.

-Reglas que en nada favorecen a sus habitantes y que obliga a pelear en una guerra sin fin – su tono de voz va en aumento – Mejor díganos ¿a qué ha venido? Porque dudo mucho que sus intenciones sean buenas.

-¡Wow! La directora Polisuki tiene agallas para enfrentarme – lo dice bastante sereno, pero ella empieza a perder el control – No quiero ofenderla, aunque necesitamos llevarnos a uno de sus alumnos ¿Cuál sería su impedimento con eso?

-Ningún alumno puede salir sin la autorización de sus padres o tutores – sus palabras son firmes y a la vez muy duras – Además, rey Criptón no tiene hijos o familiar aquí ¿o me equivoco?

-Tiene razón, sin embargo, tengo permiso para sacar de esta pésima escuela a Necron ¿Qué opina de eso? – cruza sus brazos avanzando al interior de la institución.

- ¡Alto ahí! – se gira bastante irritado – Nadie le dijo que podía pasar señor Criptón.

- ¡Soy el rey Criptón y nadie va detenerme! – exclama estrellando su cetro contra el suelo.

-Eso no me importa – dice desafiándolo, ella lo quiere llevar al límite de su furia para que Kopy lo vea en su peor estado, y se deshagan de él – Rey le imploro que mantenga la cordura por si no se ha dado cuenta se encuentra dentro de un colegio – sigue dominando la situación muy tranquila – y sabe muy bien que hay jóvenes. No debe dar una mala imagen.

-Por lo mismo – lame sus labios quitándose su capa, en señal de que la quiere agredir – usted no es nadie. Me ha escuchado, NADIE, para impedir que entre a ese mugroso castillo.

- ¡Basta rey Criptón! – aparece Kopy en su corcel negro que brilla por los rayos de sol, mermando la velocidad para aterrizar – En este colegio no se permiten personas con conductas de violencia.

El rey quisiera atacarlos a todos, pero sabe que no tendría oportunidad de huir porque puede oler a kilómetros de distancia, que los guardianes del castillo están alertas para capturarlo. Por lo que debe apaciguar con palabras convincentes el fuerte cruce que tuvo con Polisuki.

-Señor Kopy, tanto tiempo en que no lo veía – eleva una ceja estudiando los movimientos de todos, Kopy llego solo, aunque no lo está en absoluto – Ya que estamos todos podemos hablar ¿o también se negara señora?

-A un dialogo nunca nos podemos negar – le guiña un ojo a Sakí que ni respira entrecerrando sus ojos.

-Polisuki podemos conversar en su despacho ¿o tiene alguna negativa? – habla el rey insistiendo en ingresar al enorme castillo que es el colegio.

-Por supuesto que no, pero yo no confió en usted, rey Criptón.

-Despreocúpate Polisuki, yo me hare cargo de vigilarlo de cerca – caminan Kopy y el rey hacia las dos columnas que separan el jardín y los pasillos más transitados por los estudiantes – Él no tiene como escapar.

-Claro que no, soy un ser inofensivo – va detrás de Sakí, que es el encargado de guiarlos.

A Polisuki su palabrerío no la convence, sigue percibiendo el olor a peligro que emana su cuerpo. Quisiera asegurarse que nada malo va a pasar, aunque cuando pone su pie dentro ya es tarde para dar una alerta a sus guardianes.

Sakí respira para que no noten su nerviosismo mientras sirve licor de unas de las botellas que guarda su amiga y compañera de trabajo, sobre el fogón. Criptón observa cada rincón de la pequeña habitación donde está ubicado la sala de rectores.

En el otro sector la profesora Kuri continua con su clase, "La historia de los planetas", para entretener a los estudiantes ya que algunos son demasiados curiosos y pueden meterse en problemas por husmear, en aquello que no es su incumbencia.

Rojo, Pluto y Luz de Mar ojean los libros muy aburridos, el examen sorpresa les cayó muy mal. Ninguno de los tres había estudiado, ni tampoco sabían los temas que tomaría la profesora. Casie no ha entrado a clases, eso era preocupante para ellos porque nunca falta a clases.

Kuri se pasea de un lado a otro por el espacio que hay entre los bancos, Pluto escribe cualquier tontería menos la repuesta correcta a la pregunta. La profesora sale por unos minutos y ellos aprovechan para intercambiar comentarios.

- ¿Cuál es la capital de Mercuriano? – pregunta Pluto a sus amigas – Creo que reprobare – se toma la cabeza - ¿Por qué nadie nos dijo que tendríamos un examen tan difícil?




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