Hoy se cumplen cuatro años desde que llegue aquí. Hoy hace cuatro años pensé que mi vida iba a cambiar.
Todavía lo recuerdo como si fuera ayer. Pasar 16 horas entre salas de espera y los asientos de un avión no es algo fasil. Ya no sentía mis pompas!
Pero también recuerdo las esperanzas que tenía de este lugar.
Al mirar a mis padres y a mi hermano creo que era la única feliz de mudarnos. Mi papa, con su piel morena y su barba de candado junto con mi mamá, una señora de 36 años con piel blanca y pelo negro. Mi hermano quien es identico a mi mama, sólo que el en masculino, con un cuerpo ejercitado y piel blanca, juntó con unos ojos cafe claro y pestañas grandes y chinas. Mi hermano se llevo todos los buenos genes de mis dos padres. En cambio yo, soy bajita sin ser considerada enana, tengo pelo negro hasta la cadera, soy morena clara y tengo los ojos color carbón, aveces creo que son demasiados negros.
Pero ya me salí del tema, los cuatro estábamos sentados esperando a que llegara mi tía, ella nos ofreció un lugar donde quedarnos, ya que su casa era muy grande para ella, mi tío y mi prima. Si tengo sólo una prima que es dos años mayor que yo.
Al paso de 15 minutos mire pasar por la puerta principal del aeropuerto a un señor algo gordo, con ojos pequeños, con el venía una señora, a simple vista se miraba que era una señora que se cuidaba, su cuerpo estaba bien cuidado para la edad que tenía, su cara tenía signos de edad, pero estaba muy bien arreglada y se miraba muy bien. Detrás de ellos venía una joven, claramente pude distinguir que era mi prima por que tenía el mismo porte que mi tía, al observar la, me la imagine como la capitana de las porristas ya saben la mala de las historias de amor. Era muy linda y llamaba mucho la atención, su piel blanca llamaba más la atención con su pelo café y sus ojos color café oscuro. Eran características simples pero en ella eran algo total mente distinto.
-Mira nomas, que grandes están.- dijo mi tía llegando a nuestro lado.
- De donde grandes, era que ya me pasarán el tamaño, pero parece que van a quedar chaparros, todavia Héctor esta bien de tamaño para su edad pero esta ya asi va a quedar.- respondió mi mamá mientras saludaba a mi tía y a mi tío. Como siempre, ella no está cómoda con mi tamaño, ella quisiera que pareciera una super modelo pero nunca lo consiguió.
Desde que tengo memoria a cuidado mi forma de alimentación, jamas e comido chocolates entre semana, el único día que puedo comer golosinas es el domingo, y sólo puedo elegir una cosa que tenga azúcar. Mi madre a controlado hasta los pasos que doy, así que cuando quiso que fuera la esposa perfecta se decepcionó cuando se dio cuenta que no iva ser una mujer alta.
-No te preocupes las mujeres dejan de crecer a los 18, esperemos y en Triana no sea una excepción
- Pues ya no espero mucho, ya me conformo con que alcance mi tamaño, pero en cambio mira a tu hija que bonita y alta se puso, ella ya es todo una mujer.
Mi mamá siempre dice cosas lindas de todas las demas menos de mi.
-Si, ya está grande, pero vámonos para la casa para que puedan descansar.
Cuando íbamos camino a la troca de mi tía, me acerqué al lado de mi prima y le ofrecí una sonrisa pero ella sólo volteo la cabeza.
Creo que ya pensé mucho está mañana y si no me doy prisa voy a llegar tarde a clases.
A pesar que han pasado cuatro años, nosotros seguimos viviendo con mi tía, mi prima nunca me dirigen la palabra, sólo que sea necesario. Y bueno mi mamá me sigue controlando.
Son la 6 de la mañana cuando decido levantarme. Es temprano para ir al colegio, pero antes de irme al colegio tengo que hacer la limpieza a la casa. Así es me toca limpiar la casa.
Mis padres y mi tío se van a trabajar a las 4 de la mañana, mi hermano se cansó de ser controlado y se fue hace ya un año a la Universidad, ya que ganó una beca por jugar deportes. Yo no pude hacer esto, el día que salí de la preparatoria quería mudarme con mi hermano. Lamentable mente mi mamá se agarro llorando y yo no soy tan valiente para hacerlo. Así que decidí asistir al colegio de aquí mismo.