[S.D.]
No podía negar que todo en ella era fascinante. Estremecedor y tentador. Desde ese pequeño mechón rebelde saliente de su peluca hasta esos ojos azules brillantes como luceros.
Salió corriendo, huyendo, tan poéticamente como si fuera una bestia, y quizás ella era una pequeña bruja o Hada. Pero también existía en ella una parte que era como yo, demente, desquiciado y astuto.
Su suerte había cambiado al encontrarse con un cercano y peligroso ser del sub-mundo, el abismo y el cielo, el ángel de la muerte se hallaba frente a ella.
Un espectador era de el suceso más extraño e intrigante que había presenciado en toda mi larga y eterna vida. La pequeña intrigante no retrocedió ante aquel que podía robarte el alma sin dudarlo, pero su hora ya había llegado o solo era coincidencia del destino.
No volteó a verme pero sabía que estaba aquí porque sin mencionar palabra susurro ese nombre, el repugnante y también familiar nombre de Charlie.
«Charlie, ayúdame»
Sin mas ella señaló hacia la salida a la chica rubia que se hallaba sin una pizca de alegría ni gozo de un estado saludable parecía más previa a convertirse en un cadáver.
—Quieres dejar de seguirme —siseo entre el bullicio de las personas en este lugar desconocido, parecía un club, uno donde venía tantos humanos. Humana, ella era eso al parecer aunque no totalmente. No, no lo era ni parecía serlo—. Planeas acaso un segundo tus planes, demonio.
Su voz sonó a repulsión y desagrado pero sus pupilas se dilataron al ver a mi lado a uno de esos seres tan desagradables para ella, y a su lado su fiel y leal sabueso.
Charlie y Will.
Luego llegó alguien nuevo una persona que llevaba décadas sin ver, Merida y Ellie.
Ellie apareció a mi lado, amiga de Merida y una hada la cual amaba romper todas las reglas, número uno en eso y en traicionar hasta a su mejor amiga.
—Es una reunión de almas que desean su final o es quizás tu camarada —preguntó con esa voz profunda y siniestra que lo caracterizaba por llevar milenios persiguiendo almas sin siquiera hablar con ellas, un ser malvada y sin sentimientos, pero nunca había visto su forma original.
Negro. Todo emanaba oscuridad y soledad en su rasgos, no envejecía como los humanos ni siquiera era inmortal como los demonios y ángeles. Porque el parca al final llegaría a un final cuando cumpliera con su sentencia y condena, su pecado fue amar y perdonar a un alma que ocasionó delitos que no deben quedar impunes. Después de ello, al final el ángel de la muerte tendría un fin, su anhelada y deseada muerte.
Todos sabían la historia pero nunca pensé que fuera real, un cuento e invento para asustar a los miedosos, aunque viendo al parca frente a mi con su sombrero negro y cabello del mismo tono, sin un cuerpo humano sino solo oculto ante los ojos de mortales.
No lo veían los seres inferiores y débiles, solo se veía su verdadera forma si eras mágico y con control sobre ella. La humana castaña, vulnerable y débil, seguramente no debía estar enteraba de que a su lado la acompañaba él mismo ángel guardián de sus sueños eternos.
— Ha pasado tiempo desde que veo a un ángel vivo —Pronuncie con hastió y aversión solo de verlo. Un ser que es ángel y a la vez parecido a un demonio, robando esas almas que ya no deben existir en el mundo.
Ellie sonrió con amargura al ver el rostro de su amiga y hizo una sombra aparecer antes de que la pequeña chica esquivara a su ataque. La desafió por parecerle el objetivo, y sin siquiera pensarlo más que querer destruirla.
—Ronnie, para —protestó Charlie, y como siempre protector de todo sin dejar divertirme.
La pequeña chica su nombre es Ronnie, como la de los sueños donde gritaba el nombre una y otra vez, la que perseguía en sus sueños anhelando volver a ver. Interesante y será la misma o la reemplazo.
Por primera vez algo me llamaba la atención, Ronnie, y también al parecer a aquel que destilaba preocupación y quizás resentimiento hacia mi. Definitivamente sentía resentimiento a mi.
Ellie se detuvo de su ataque hacia Ronnie, y luego se marchó al aburrirse de que no había sangre, ni siquiera un poco.
—Largo tiempo sin ver a dos demonios juntos para proteger a un hada que desea solo escapar de ustedes —río el parca. No tenía gracia su comentario y menos le parecía a él gracioso, no expresaba nada más allá de esa oscuridad y soledad.
—¿Hada? ¿Ella es una hada?
No parecía una hada. No parecía nada ni siquiera humana, tenía mas apariencia de ser un demonio que bruja, sin embargo, yo conocía a todos los demonios.
—Lárgate, Shill.
Vocifero molesto el insolente de Charlie cuando aún no había comenzado siquiera la fiesta. Ya que habían arruinado mi noche de juegos, y él amaba los juegos tanto como yo deseaba tener en mis manos a esa hada misteriosa y saber que era lo que era tan atrayente y tentador en ella. Ronnie.
Conocemos ahora un intrigante personaje que les aseguro que traerá más de la vida de Charlie.
¿Qué les parece? ¿Qué opinan sobre la historia?
Espero que les guste, y no olviden comentar y dejar su me gusta.
Winter Stieg
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Editado: 22.10.2021