Rosas | Kaisoo

Capítulo 8: El antes y el después del florecer

Puede que la herida no esté a plena vista

Puede que la gente no la pueda ver

Puede que no haya razones suficientes

Pero aun así no deja de doler

Nunca creí que fuera tan difícil

Vivir aquí en mi propia piel

Nunca creí que mi peor enemigo

Sería parte de mi ser

— En Mi Propia Piel - Mila Islam.

 

 

 

 

***

KyungSoo antes de enero; antes de la primera rosa, era un ser humano perdido, simplemente respirando porque su cuerpo lo demandaba, no porque encontrará el gusto placentero en un día más de vida. Y no era capaz de tomar otra decisión porque el miedo lo paralizaba cada vez que una ráfaga de energía lo llevaba al límite. Un paso y el dolor se acababa. Pero nunca lo dio.

KyungSoo miró a su madre; tan perfecta, tan inalcanzable, pero igualmente débil... por un hombre que no la merecía. KyungSoo veía a su mamá e intentaba de todo, dar lo mejor de él para que ella estuviera orgullosa, pero la mujer era exigente, nada era suficiente para saciarla. Eras un ganador o eras un perdedor en su mundo. KyungSoo se sentía el perdedor, ¿era eso cierto? ¿su madre pensaba eso de él?

No. Su hijo, para ella, era perfecto.

Pero KyungSoo nunca escuchó eso, nunca vio reflejado amor en los ojos de ella, ¿por qué?

Sí había amor, siempre.

Pero KyungSoo estaba cegado.

Luego, miró a BaekHyun; sonriente, extrovertido, feliz. KyungSoo esperaba ser como BaekHyun, para ver si también podría ser feliz. Do veía a Byun como un ser divino, lo que el pequeño Soo no sabía era que su amigo lo percibía a él, ¡a Do! De la misma manera. BaekHyun, con su divina sonrisa, lo miró, le guiñó un ojo y dijo algo de Japón ¿o había dicho japonés? Da igual. KyungSoo siguió en su ensoñación, resistiendo a caer en la realidad y ver que estaba sentado en su sala, con Baek y su madre, mirándole fijamente. BaekHyun y su madre se parecían. KyungSoo deseó que BaekHyun fuera hijo de esa mujer.

—¿Y, Soo? ¿Qué dices? —inquirió su progenitora. —¡Yo definitivamente lo apruebo!

—Yo... —Al no saber qué le preguntaban, cambió la dirección de la conversación —¿No hay mucho trabajo? Debería ir, no quiero que se me amontone todo.

—Tu padre se encargará.

Ah, su padre.

Otro ser intocable.

Porque a nadie parecía importarle las cosas que hiciera, él nunca estaría a la altura... Esa era la verdad en su mente.

Él había sido un alumno destacado, buen muchacho ahora y siempre, ganó concursos de canto, era un excelente cocinero (pequeña pasión secreta). KyungSoo estaba, si es que se podía decir, más arriba que todos los que lo rodeaban. Él logró mucho y era reconocido por sí mismo, no por ser hijo de una famosa modelo y un gran magnate dueño de Hankook Tire.

Sin embargo, él no podía verlo, no podía ver la realidad. ¿Cómo explicarle a un ciego los colores?

—Me parece bien. —Fue todo lo que pudo decir, dejándose llevar.

 

 

 

***

 

 

 

KyungSoo se arrepentía por no haber prestado atención, ahora era tarde para tirarse hacia atrás. BaekHyun estaba a su derecha, cogiéndolo del brazo y sonriéndole mientras le hablaba de ese joven japonés con el que tendría una cita. Sí, una cita.

Porque al parecer él necesitaba una.

—¿Cómo dijiste que se llamaba?

—Yuta Nakamoto... Es lindo.

—Entonces, deberías ser tú quien salga con él.

Byun rodó los ojos. —¡Será divertido! Te gustará.

—Siempre dices eso —Do comentó, aburrido. — y siempre termina en fracaso.

—Porque eres negativo, ¡debes darle oportunidad al amor! —BaekHyun lo soltó sólo para extender sus brazos al cielo, queriendo demostrar su punto con dramatismo. —Además, si no consigues pareja, tu madre querrá emparejarnos y, darling, yo no tengo problema con ello. —Le guiñó un ojo, coqueto.

KyungSoo se sonrojó, cogió la mano de BaekHyun y lo arrastró lo poco que quedaba para llegar a la cafetería.

—Yuta Nakamoto suena a mejor opción que tú.

BaekHyun abrió su boca indignado, pero antes de que pudiera hablar, una tercera voz se sumó.

—Buenos días, BaekHyun.

De los ojos de BaekHyun salieron estrellitas, jaló a KyungSoo a su lado y habló: 

—Uhm, Yuta, él es KyungSoo; Kyung, él es Yuta.

—Oh.

KyungSoo no esperaba encontrarlo tan rápido, pero viéndolo bien, el chico era atractivo. Bien, su madre y BaekHyun está vez parecían haberse esforzado.

—Entren al café juntos.

KyungSoo se aferró al brazo de BaekHyun como si su vida dependiera de ello. —¿No vendrás con nosotros?




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