Dieciocho años...
Hoy se cumplen dieciocho años de mi nacimiento y también se cumplen dieciocho años que no he sentido latir mi corazón.
Nací con una condición en el corazón la cual me prohíbe sentir alguna emoción fuerte o hacer alguna actividad, ya que al hacerlo mí corazón se aceleraría causando mi muerte. Es por ésto que mis padres, (desde que tengo memoria) me han prohibido hacer cualquier tipo de actividad que requiera de esfuerzo o simplemente me haga sentir alguna emoción.
Hoy me encuentro en el hospital, estoy en uno de esos chequeos que me tocan en todos mis cumpleaños.
¿Qué se sentirá jugar soccer?
Me preguntaba mientras veía como unos infantes jugaban fuera de él edificio.
-¿Poul? -Llamó a mí puerta la enfermera- Tus padres te están esperando.
Dijo mientras su figura desaparecía del lugar.
Tomé mis cosas y fuí a dónde las personas esperan a sus queridos la sala de espera.
Mi lugar menos preferido.
-¡Poul! - chilló mi madre como sí de Chayanne se tratase -Hijo ¡vas a tener un nuevo corazón!
Al decir ésto quedé impresionado, un nuevo corazón, eso era increíble, habíamos esperado tanto, ya que en una ciudad pequeña las única muertes que ocurren son por personas de tercera edad o por personas que no son aptas para donar.
-Entra a la sala hijo, tu corazón espera. -Dijo mi padre mientras se acercaba a mi madre con esa típica seriedad cálida que adoraba tanto.
Al entrar una enfermera me esperaba para darme instrucciones, en eso un doctor con aspecto de modelo y aura de divo se me acercó con una carpeta que al parecer era mi expediente.
-Poll ¿así es?
-Poul. Se dice como se lee -Dije con desinterés.
-¡Ah! Sí, Poul Webster Carro¿Está bien así? -Preguntó con interés.
-Sí, así es.
-¿Te puedo llamar Pollo?- dijo con duda.
-¿Eh?- quedé completamente confundido, ni siquiera le pude contestar su pregunta porque las enfermeras ya me estaban recostando en la camilla para la cirugía.
-Respira profundo -Me dijo la enfermera mientras me colocaba la mascarilla que contiene el sedante.
Sentía como mis ojos se cerraban poco a poco, hasta que ya no supe que pasaba al mi alrededor.
Ha pasado un día...
Mi madre estaba al lado mío al despertar de la cirugía, no hice gran cosa, solo comí y seguí durmiendo ya que fue muy cansado aunque no hice mucho.
Me dejarán salir dentro de una semana, espero hacer muchas cosas y por primera vez, divertirme.
-Disculpa -Dijo una señora que entró a la habitación donde reposaba.
-Sí, dígame.
-¿Tú eres Poul? -La mujer se veía cansada y muy triste. -Me gustaría hablar contigo.
-Sí, sí, claro dígame -Dije tratando de acomodar un poco la sabana de la camilla -¿En qué le puedo servir? -pregunté.
-El corazón que ahora está en tu pecho...-La señora suspiró mientras sus ojos se llenaban de lágrimas -¡Uffff! -Realizó una respiración corta para después seguir con lo que quería decir -La donante de ese corazón fue mi hija.
Mi cara palideció, su hija, que dolor tan grande para ella el haber perdido a su hija.
-Lo siento mucho señora, de verdad lo lamento -Dije alcanzando sus manos para tomarlas.
-No te preocupes no fue tu culpa -Dijo mientras acariciaba mi mano -Solo quería conocer a la persona que tiene una parte de mi pequeña.
-Lo lamento mucho, prometo cuidar su corazón -Afirmé.
-Confió en qué así será, pero antes, quería entregarte esto.
De su bolsa saco un cuaderno rosa que estaba forrado con una imagen, una rosa y el nombre de Rose.
-Éste es el diario de mi pequeña Rose.
El nombre de Rose se pronunciaba Rous, pero, si una persona como el doctor "Papi chulo" lee el nombre, sonaría como un roce.
-Me iré a vivir a otro estado con mi familia, es por eso que te dejo este diario, siento que tomar un nuevo aire y visitar a personas queridas que hacía años que no trataba me ayudará a procesar la muerte de rosita -Decía con tristeza mirando aquel pequeño cuaderno.
No negué que me entregará el diario, la verdad me parecía muy buena idea, así conocería a la persona que me dió una segunda oportunidad esa que solo tienes una vez en la vida y debes aprovechar.
-Tengo una duda, sonará muy cruda la forma en que lo digo, pero, me gustaría saber¿Cómo es que murió Rose? -Dije tragando saliva -Lo pregunto porque llevo más de dieciséis años esperando un donante, pero la mayoría de las personas o no eran aptas, o morían de una manera no apta para donar.
Al decir mis razones de la pregunta ví como esa dulce mujer intentaba explicarme, pero sus lágrimas se derramaban como si de eso dependieran.
-Tuve una discusión con su padre... -Tragó saliva para continuar con lo que decía -¡Fué mi culpa! Su padre me golpeaba constantemente y nunca lo dejé porque con el teníamos estabilidad, ese día Rose se interpuso en su camino y ella recibió el golpe...
Mi mente no podía asimilar lo que está mujer había pasado, era totalmente horrible.
-Arturo golpeó muy fuerte a Rose haciendo que ella se golpeará con la esquina del escritorio, mi niña murió un minuto después -Confesó la madre de Rose.
Rose se desangró internamente, ya que la esquina del escritorio golpeó tan fuerte su cráneo que sufrió una contusión. Lucero que era el nombre de su madre, dejo mi habitación sin antes despedirse, ese día le prometí que la acompañaría a dejar ir sus cenizas, cuando ella estuviera lista.
-¿Leerás el diario? -Dijo mi madre mientras entraba a la habitación, al parecer había escuchado todo.
-No, aún no. Antes de leerlo quiero asimilar el hecho de mi nuevo corazón -En realidad me aterraba la idea, ya que por lo que me contó la madre, de seguro la chica paso por mucho.
En la escuela...
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Editado: 16.12.2022