Rose | Híbridos Rebeldes 2

36. Impostores

Rose

Recorrí con la yema de mi pulgar la línea de su mandíbula, rocé su oreja y regresé hacia el mentón, todo ese trayecto sin despegar mis ojos de su cara, estaba admirando cada detalle de su hermoso rostro. Él estaba durmiendo, sus rasgos relajados me advertían de un sueño profundo y tranquilo.

Bien por él, pero mal por mí que no podía dormir, mi mente estaba siendo torturada con posibilidades, un bombardeo de suposiciones estallaban en mi mente, y todo dolía.

Mi tristeza estaba siendo acompañada de una intensa rabia y sed de venganza. Había descubierto esta emoción extraña y peligrosa la primera vez que vi a Neira, y luego de escuchar su historia por la boca de Hareth esta sensación inmediatamente había incrementado, creció a tal punto de convertirse en un acto fundamental que yo debía ejecutar. Pero había quedado en segundo plano por todas las demás cosas en la que me vi obligada a concentrar, mas nunca la olvidé.

Solo faltaban dos días para cumplir mi promesa. Podría ser una niña inexperta pero estaba segura que lograría mi cometido, estaba dispuesta a darlo todo, a levantarme las veces que sea necesario, a humillarme tocando el suelo una y otra vez, pero siempre volviendo a intentarlo para afrontarla y derrotarla, vencerla porque en ella estaba la llave que dejaría libre a Hareth de sus cadenas.

Y luego de esto, si salía intacta, me vería en la obligación de presentar mi decisión frente a El Concejo, la decisión final frente a él.

Pensar en ese momento me estremecía, inmediatamente mi pecho se oprimía dejándome un mal sabor de boca y un muy mal estado porque sentía que la fuerza se me iba, que la perdía por completo.

Que lo perdía a él.

Y bueno, eso estaba sucediendo.

Asimílalo, renunciaste a él.

Cerré los ojos con fuerza y me aferré al hombre que dormía a mi lado, hombre con quien compartiría la cama siempre.

Duré bastante tiempo con los ojos cerrados, me mantuve en la oscuridad lo suficiente como para que mis párpados se hubiesen cansado y haber conciliado el sueño. Pero nada. Vencida, comencé a mirar el techo, viajando la vista de aquí para allá en busca de entretenimiento o lo que fuera.

Así fue como recibí el amanecer, todavía muy despierta.

Hareth se removió a mi lado, lo miré al instante y detecté signos de estar teniendo un mal sueño por el cambio en sus gestos faciales. Situé una mano suavemente en su mejilla y le acaricié el rostro, su rostro se contrajo una vez más y luego lanzó un suspiro, fue de alivio. Supe de qué iba su sueño por las sensaciones que me invadieron, y al principio fueron estremecedoras.

Él no abrió sus ojos y yo no lo motivé para que lo hiciera, al contrario, quería que siguiese descansando, hace bastante que no lo hacía adecuadamente. También lancé un suspiro y quité mi mano de su cara y en eso vislumbré algo en su cuerpo, algo al que hacía bastante no le ponía atención: su último tatuajemi nombre marcando permanentemente su piel.

Cambié la dirección de mi mano y la dirigí en esa parte, hacia su abdomen bajo, hacia el lado derecho que rozaba la línea que solía parecer una V.

Mi índice rozó la M de Mia.

Colé este dedo bajo el elástico de su bóxer y lo aparté suave y ligeramente acompañando también el short que usaba solo para tener una mejor vista de su tatuaje, no tenía otras intenciones...

Por mi mente cruzaron flashback de cuando yo hacía este mismo procedimiento una y otra vez. ¡Ah! Cálmate, cálmate. Tuve que pensar en algo feo para quitarme esos recuerdos de la mente, fui invadida y sacudida por una sensación que siempre me golpeaba fuerte cuando estaba cerca, bien cerquita de él.

Conseguí tranquilizarme, pasé el índice sobre las tres letras y quité la mano de ahí o al menos hice el amago de realizar esa acción porque no lo conseguí, una mano se apoyó sobre la mía consiguiendo que mi palma se apoyara sobre...

Lo miré inmediatamente. Ups.

—No es lo que piensas —me apresuré en decir.

Él pestañeó varias veces y luego esbozó una ligera y pequeñísima sonrisa, tentador.

—Lo sé pero —él liberó mi mano a lo que no desaproveché la oportunidad para incorporarme, quedándome sentada en la cama, poniendo una buena distancia de su cuerpo. Hareth siguió mis movimientos, también se reubicó sin quitar sus ojos sobre mí y entonces, adoptando una expresión cazador, continuó hablando—... esa intención fue antes de esto.

—¿Esto? —musité tontamente, casi perdida por los atisbos del ámbar en sus ojos.

Hareth hundió una mano en el colchón, adquiriendo una postura más animal. Su mirada advertía de una intención de la que yo debería correr.

Él se cernió sobre mí, su mano detrás de mi cuello me sostuvo dominante, mi boca se abrió ligeramente por su inesperada cercanía. Pero me obligué a cerrarla, apretando los labios en una línea seria y optando por enseriar mi expresión, y eso hice, endurecí mis rasgos como muestra de aléjate. Pero mi engañosa mente no me obedeció del todo enseñando el cruce de un gusto por mi cara y otra parte de mí tampoco porque se estaba derritiendo por tu tacto y me empujaba a caer una vez más en su fuego.

Pero no. Tuve que sostenerme para no caer de ese recuerdo que no quería recordar para mostrarme más seria y segura de que en verdad lo quería desocupando mi espacio personal.

—¿Mia?

No lo estaba mirando, me estaba mostrando seria y fría, distante con él.

—Lo arruinaste, Hareth —dije decidiendo al fin mirarlo a los ojos—, van tres veces que me marcas con tus acciones, cada una de ellas fue un golpe superior y no dejo de pensar en esos acontecimientos y preguntarme si volverás a lastimarme. Dime, avísame así me preparo porque al parecer tú no estás viendo lo que haces conmigo, también me derrumbo por ti.

—Perdóname...

—Eso es exactamente lo que yo he estado haciendo —dije con voz firme, sosteniéndolo de la cara para que nuestro contacto visual no se apartaran, también lo hice con el fin de comunicarme más a fondo con él, queriendo encontrar la verdad proviniendo de sus labios—. Ya no puedo hacer como si nada hubiera pasado, no podemos restaurar el antes de esto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.