Habíamos terminado el trabajo el mismo día domingo pasado el medio día, no había hablado nada que no fuera del trabajo.
Y Mar, la hermana menor de Lucas me había invitado a su fiesta de cumpleaños el día sábado de la semana que venía, cumplía ocho años y me llevaba bien con ella, así que sólo tendría que comprarle un regalo.
Lucas me había dicho que no le comprará nada rosa, amaba el azul rey entre otros colores.
Era jueves y estaba en el cuarto de Anie esperando a que ella se arreglará para la cita que tenía con un chico que conoció hace un mes en una fiesta de playa que tuvo.
Verónica, su nana nos había traído un trozo de pastel de fresas para que comieramos y eso hice yo.
-No sé qué colocarme.
-Ropa.-Me encojo de hombros mientras ingiero mi último trozo de pastel.-O puedes ir desnudar y lo impresionas.
-Rosse, deberías ser de ayuda mujer.
-Ya te he dicho muchos conjuntos y tú no quieres ninguno de esos.
-¡Pero no sé dónde me llevará!
-Ponte el jeans celeste y una camisa con escote de barco, simple y sencillo, no es como que te llevará a un restaurante de ocho mil estrellas.
Me da una mirada de odio y sigue buscando.
Finalmente elije un jeans negro y una camisa blanca.
-Serás estúpida, ese es el primero que viste.
Se encoje de hombros y peina su flequillo.
Miro la hora y creo que Fernando ya llegará por mi amiga, así que decido irme.
-Me iré, tengo cosas que hacer.-Me despido y bajo las escalera.
Paso por la cocina y ahí está Verónica.
-Adiós, Vero, ten buena tarde.-La abrazo y beso su mejilla.-Estaba delicioso el pastel, pero no le digas a mamá que me mata.-Asiente con la cabeza mientras ríe.
-Adiós mi niña Rosse, cuidate.
Me dirijo en bus al mercadillo del pueblo, para comprar un regalo a Mar y ver algo que me guste.
Le mando un mensaje a mamá, de que no llegare a casa aún y que ando con el uniforme.
Para que no me mate por si me ve con el.
***
-¿Solo eso llevará?-Pregunta la cajera y yo asiento.
Vine por un regalo y solo llevo una mascarilla en forma de panda para mí cara, algunos pinta uñas y un libro.
Seré gastadora.
Así jamás juntare el dinero.
Iré por un helado y pensaré mientras que puedo regalarle.
-Su vuelto, muchas gracias por comprar.
***
Veo salir a Lucas de la academia del pueblo y sé que ahí está mi solución.
Espero que algunos compañeros se alejen y voy en su búsqueda.
-Lucas.-Le habló para que deje de caminar tan rápido, se me caerá mi helado por querer alcanzarlo.
El mira por encima de su hombro y creo que comienza a caminar más rápido. Será idiota.
-Oye, necesito tu ayuda niño mono-se detiene y yo me acercó.
-Deja de llamarme así.-Niego.
-Jamás, no es mi culpa que cuando eras pequeño te gustara tanto la banana.-Y quiero reír por mi comentario y así lo hago.
-Bien, cabello de zanahoria. ¿Qué quieres?
-Necesito que me des una idea para el regalo de Mar.
-Dile a Lucía.-Intenta caminar y lo Detengo tomando su brazo.
-Le he dicho, pero no ha podido.
(Mentirosa, mentirosa)
-Te invito un helado si me ayudas.-muevo mi helado incitandolo.
-No tengo tiempo.
-Vale, le comprare algo rosa.
-Vale, te ayudare, pero yo elijo el helado.-Asiento sonriente.
-Sí, sí, vamos por ese regalo.
-Primero el helado.-Se encamina a la heladeria.
***
Estoy de brazos cruzados frente a Lucas que recién lleva la mitad de su banana split.
Luego pregunta porque le digo niño mono.
-¿Por qué estás molesta?-Pregunta el descarado mientras come.
-No lo estoy.
-Sí lo estás. Pero así pasas la mayoría del tiempo.
Editado: 08.09.2018