Había salido de mi último examen el día viernes, estaba en la espera de Anie la cual era una de las últimas en salir.
Sentía calor en mis mejillas, pero comenzaba a tener frío y eso que estaba bastante abrigada.
-Haz salido de las primeras Rosse.-Dice Fabián acercándose junto a un Lucas pensativo.
-Sí, he respondido a lo loco rápido, no me siento muy bien.
(Mentirosa, mentirosa)
Es verdad lo último, desde ayer no me siento muy bien.
Lo otro estaba fácil, había estudiado bastante para los primeros exámenes, como siempre.
-Creo que este examen me dará mil patadas en el trasero.-Fabián se queja y resopla.
-Ya tendrás los próximos para recuperar, además no creo que te haya ido mal.
-Eso es lo que crees tú. ¿Y a ti cómo te ha ido?-Pregunta a un Lucas que no deja de observarme, sí estuviera en mis sentidos me hubiera molestado, pero ni siquiera quiero quejarme.
-Creo que bien, no ha estado mal.-Se encoje de hombros.-¿Te sientes mal?.-Pregunta mirándome directamente a los ojos.
-Solo un poco, hace unos pocos día estuve haciendo algo con Anie y me moje por la lluvia, estuve bastante tiempo con la misma ropa. Creo que me hizo mal y enfermare. Menos mal que ya es fin de semana, porque no quisiera faltar a casa.
Creo que tengo fiebre y estoy delirando por tanta información he soltado, me falto poco y digo que la cita de Anie al final era gay y ahora son amigos.
-Deberías llamas a Vivian para que venga a por ti. No creo que estés bien para caminar a casa.
-No quiero molestar. Además soy fuente.-Muestro mi brazo para que vean mi músculo que es inexistente.
(Estas delirando)
Comienza hacer más frío y agradezco traer el pantalón de deporte ahora que está haciendo más frío.
-He salido.-Habla Anie acercándose a nosotros.-Podemos irnos a casa.
Asiento y nos ponemos en marcha.
-Iremos con ustedes.-Habla Fabián y mi amiga habla.
-Bien, vamos.
Anie quiere pasar a comprar una taza de chocolate e insiste en que vaya con ella.
-No quiero, iré a casa, estoy cansada.-Digo-Otro día vamos y te acepto a que pagues el mío.
Me mira unos minutos y creo que ve mi cara de enferma porque asiente y me deja ir.
Camino en dirección a mi casa, dejando a los chicos atrás y estornudo.
-Salud.
-Graci...-Miro a mi lado y esta Lucas.-as.
-Te ves fatal.
-Gracias, supongo.
-No era a modo de ofender, me refiero al resfrío.
Asiento y sigo caminando, me pesan las piernas y solo quiero llegar a casa y dormir por toda la vida.
Lucas avanza unos pasos y se pasa su mochila a la parte delantera para inclinarse.
-Vamos, sube, te llevaré a casa.
Y juro que pasaría de él, pero estoy mal, tan mal que aceptó subirme a su espalda y juntar mis manos en su pecho.
(Está fuerte, para poderse un saco gigante de papa)
-Si te cansas avisame y me bajare, pero no me botes.
-Vale. Aunque no pesas mucho y faltan tres cuadras.
-Bien.
Apoyo mi cabeza en mi hombro y estoy a nada de que mis ojos se cierren.
-Llegamos, ¿dónde están tus llaves?
-En la mochila, gracias por traerme.
Me baja y proceso abrir la puerta después de buscar las llaves.
-Vamos, entra, te haré un caldo y esperare a que llegue Ale.-Asiento y entró a la casa y el tras de mí.-Ve a colocarte cómoda a tu cuarto, ya te llevo el caldo.
Afirmó con mi mano en la frente cómo militar y voy a mi cuarto, para colocar mi pijama de polar blanco.
Después de unos minutos Lucas me habla, me había dormido.
-Toma, mamá dice que esto es bueno para el resfrío.-Abro mi boca y el poné la pastilla en mi boca y acerca la caja de jugo de naranja.-Pon el termómetro en tu axila para ver la temperatura.
Y eso lo acepto, porque te imaginas no me despile, me moriría.
-Esperemos a que suene.-Asiento con la cabeza y mis párpados se van cerrando poco a poco.
Hasta qué escucho un pitido y los abro rápidamente y siento que me mareo.
Editado: 08.09.2018